“Truth” (1968), de The Jeff Beck Group

Autor:

OPERACIÓN RESCATE

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“Un disco vital para el nacimiento de bandas futuras, de un sonido basado en la mezcla del blues y el hard rock”

 

Después de su aventura con The Yardbirds, Jeff Beck debuó en solitario con “Truth”. Un disco de temas nuevos, estándares de Muddy Waters y revisiones de B.B. King que grabó con futuras estrellas, como Rod Stewart o Ronnie Wood, entre otros. Lo recupera Eduardo Izquierdo.

 

 

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The Jeff Beck Group
“Truth”
EMI COLUMBIA, 1968

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

Hace unas semanas Jeff Beck visitaba nuestro país. Su gira tenía paradas en tres festivales: el Jardins de Pedralbes en Barcelona, las Noches del Botánico en Madrid, y el BBK Music Legends en Bilbao. Las críticas de los conciertos fueron contradictorias y pasaban del simplemente aprobado a la excelencia con una facilidad pasmosa. Ya saben, en esto de la música suelen gustar los extremos. Pero lo que ningún asistente pone en duda es que habían visto a un mito viviente. Un guitarrista excelso, clave —y a menudo olvidado— cuando se habla de la historia del rock y los nombres grandes de las seis cuerdas. Ya que nos lo sirven en bandeja, recuperamos hoy el primer disco de esta leyenda nacida en Wallington, en 1944. Nos sumergimos en “Truth”, su debut firmado como The Jeff Beck Group.

Ya que hablamos de un grupo, ¿quiénes son esos tipos que acompañan a Beck en su primera aventura en solitario tras dejar The Yarbirds y lanzar algún single suelto? Pues siéntense, que ahí va la formación. Un tal Rod Stewart, por entonces desconocido, se encarga de la voz. Ronnie Wood se queda con el bajo y Mickey Waller hace lo propio con la batería. A ellos se suman puntualmente John Paul Jones, Nicky Hopkins o Jimmy Page, entre otros. Casi nada, ¿eh?

Arco de influencias

Producido por Mickey Most el disco se construye desde una variedad de influencias sorprendente, que va de la música clásica, al blues o el pop. Se convirtió, para muchos, en un disco vital para el nacimiento de bandas futuras y, sobre todo, de un sonido basado en la mezcla del blues y el hard rock. De hecho, no es difícil encontrar defensores de la tesis de que Led Zeppelin no hubieran existido como tales sin la segunda cara de este “Truth”.

 

 

Grabado durante el mes de mayo de 1968 en Londres, el álbum está compuesto por diez canciones, que se elevan hasta dieciocho en su reedición en cedé en 2006. El honor del arranque se lo lleva el ‘Shapes of things’ de los Yarbirds, en una revisión propuesta por Rod Stewart en la que el grupo retrasa el tempo y, en palabras del crítico Bruce Eder, “la acercan a Howlin’Wolf”. Tras ella nos encontramos con ‘Let me love you’ firmada por un tal Jeffrey Rod que, como algún avispado habrá podido adivinar, es la mezcla de Beck y Stewart. Se trata de una revisión de un tema del mismo título de Buddy Guy que el grupo llevará a su terreno. Algo que repetirán con ‘Rock me baby’ y ‘Blues gambler’ de B.B. King, convertidas aquí en ‘Rock my plimsoul’ y ‘Blues deluxe’, respectivamente.

 

 

Además, nos encontramos con las versiones de ‘You shook me’ de Muddy Waters, ‘I ain’t superstitious’ de Howlin’Wolf, ‘Ol ‘man river’ de Jerome Kern y ‘Morning dew’ de Bonnie Dobson. El punto excéntrico lo pone la tradicional y medieval ‘Greensleeves’, pieza que cualquiera que haya hecho una clase de guitarra ha pasado por intentar tocar. Y el tono misterioso aparece en ‘Beck’s bolero’, una composición de Jimmy Page que había sido cara B del single ‘Hi ho silver lining’ en el que aparece un músico con el extraño nombre de You Know Who, y que no es otro que el mismísimo Keith Moon, batería de The Who.

 

 

Magnífico de principio a fin, “Truth” es uno de esos álbumes que muchos olvidan en las clásicas listas de los mejores de la historia, pero que están muy por encima de algunos de los que sí suelen aparecer. No fue un álbum mediático, ese es su problema. Y ni siquiera que tuviera una excelente continuidad con “Beck-Ola” (EMI, Columbia, 1969) consiguió cambiar su condición. Recuperarlo cada cierto tiempo, al menos, le hace algo de justicia.

 

 

Anterior entrega de Operación rescate: “The man who sold the world” (1970), de David Bowie.

 

 

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