Mujeres con nombre de canción, de Juan Carlos León

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LIBROS

«Si la intención principal es descubrir el sentido de la canción, León lo consigue yendo directo a ello»

  

Juan Carlos León
Mujeres con nombre de canción
WEST INDIES—JOTDOWN, 2019


Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Pensemos en títulos de canción con nombres de mujer. Seguro que se nos ocurren unas cuantas y, si le dedicamos un tiempo, descubriremos, probablemente sin sorprendernos lo más mínimo, que hay decenas, cientos, miles… Hasta en esto el rock denota que, por ahora, la mayoría de sus compositores son hombres.

Como bien asegura en su segundo libro Juan Carlos León, tras el sorprendente —por su tema— ¿Quién cantará en tu entierro?, casi todos los nombres de chicas están cogidos en alguna canción. Sin embargo, que sepamos, nadie hasta ahora había reunido unos cuantos de ellos en un libro para dedicarse a la labor de explicar su origen, la motivación que tuvieron quienes las escribieron.

Mujeres reales y de ficción, del pasado y del presente, cercanas y lejanas a sus autores, en estas páginas hay 100 canciones que las tomaron a ellas por protagonistas, en orden alfabético y seleccionadas por el autor, que para ello se ha tomado la molestia y cuenta con esa prerrogativa. Con origen todas en el mundo anglosajón (con la excepción de “Aline” de Cristophe), y cubriendo un arco temporal que va desde 1946 (con “Linda” que Ray Noble dedicó a una niña de cuatro años, Linda Eastman, más tarde conocida como pareja de Paul McCartney) hasta la actualidad, casi todas ellas se mueven el rock o aledaños, salvo contados temas de jazz o un tema de Lady Gaga.

Si la intención principal es descubrir el sentido de la canción, León lo consigue yendo directo a ello, al tiempo que nos involucra en cada una de ese centenar de historias en breves apuntes de dos o tres páginas, acompañándolo de algunas ilustraciones de Enrique Crespo. Más detallado en algunos casos, aquellos que han sido revelados en más profundidad por sus escritores, y en otros más abierto a que la historia acabe por completarse algún día, León introduce casi siempre un cierto toque de humor suyo, anécdotas o algún dato relevante de la trayectoria del autor, además de pequeños fragmentos de la letra de la canción (solo en inglés) que sirve para contextualizar mejor cada uno de los capítulos de este libro que, por cierto, podría haberse titulado igual o con mayor motivo Canciones con nombre de mujer.

Anterior crítica de libros: Tarde, mal y nunca, de Carlos Zanón.

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