Mariachi Vargas de Tecalitlán, más de un siglo de alma musical mexicana

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«La misión del Mariachi Vargas es rescatar las raíces tradicionales, cultura y valores mexicanos»

 

La gira internacional del Mariachi Vargas de Tecalitlán le traerá de visita por España este mes de octubre. Un emblema de la música y el folclore mexicano que aprovechará este tour para reivindicar su propia identidad como banda que, además, atesora una larga e interesante historia. Javier Márquez Sánchez nos lo cuenta.

 

Texto: JAVIER MÁRQUEZ SÁNCHEZ.

 

No muchas agrupaciones musicales pueden presumir de cumplir 125 años de historia y estar en continua evolución sin perder nunca ni su esencia, ni el cariño del público. Ese el caso del Mariachi Vargas de Tecalitlán, una de las grandes instituciones mexicanas.

En estos días en los que el reguetón, la bachata y la salsa marcan los ritmos de las discotecas de aquel lugar, igual que ocurre en las de medio mundo, rara es la noche en la que, en cualquiera de ellas, no suena algún tema del Vargas de Tecalitlán; canción que, seguro, corearán la mayoría de los presentes en el recinto, porque sus melodías van más allá de gustos y generaciones, y se han convertido ya en verdaderos himnos populares.

 

Identidad propia

El Mariachi Vargas de Tecalitlán ha acompañado a los más grandes de la música mexicana, desde Pedro Infante, Lucha Villa y José Alfredo Jiménez a Lola Beltrán, Jorge Negrete, Vicente y Alejandro Fernández, Juan Gabriel o Luis Miguel. Pero lejos de ser una mera banda de acompañamiento, este mariachi ha sabido labrarse su propia personalidad hasta el punto de haberse convertido en una formación con entidad propia y media docena de voces, que no necesita de primeros nombres en cartel para llenar los aforos.

Eso, reivindicar su valía como banda autónoma, es uno de los objetivos de la gira internacional que este mes de octubre trae al Mariachi Vargas de Tecalitlán de visita por España. Pasarán por Zaragoza (el 10), Madrid (12), Logroño (13), San Sebastián (14), Pamplona (15), Barcelona (16), Bilbao (20) y Tenerife (21). Además, en el caso de sus fechas en Pamplona y San Sebastián, contará con la colaboración del Orfeón Pamplonés, con el que plantearán una singular fusión de los acordes y voces del Orfeón, con las rancheras más conocidas del Mariachi Vargas.

 

 

Una carrera de fondo

El guitarrista Gaspar Vargas era un hombre tan popular en Tecalitlán, un pequeño pueblo campesino al sur del estado de Jalisco, que era conocido como “el alcalde”. Por eso, cuando reclamó la ayuda de músicos de la localidad para crear un conjunto con el que amenizar las fiestas locales, no faltaron candidatos. Así nació el Mariachi Vargas de Tecalitlán, que de Jalisco pasó a conquistar México y, década a década, el mundo.

125 años después de su fundación, son ya seis las generaciones de músicos que han ido nutriendo con su talento e ilusiones la vida esta formación, que ha puesto su música al servicio de los más grandes exponentes de la canción mexicana. Tal vez el secreto de su longevidad estribe en el hecho de que el Vargas de Tecalitlán se ha mantenido siempre fiel a un estilo mariachi —que incluye trompetas, violines y una gran puesta en escena–, que respeta una serie de líneas rojas, pero sin renegar nunca de nuevos compositores, intérpretes o incluso ritmos. ¿Cuáles son esas líneas rojas? Por ejemplo, el narcocorrido, así como estilos más actuales, donde es habitual la denigración de la mujer.

El Mariachi Vargas de Tecalitlán es una formación ligada a la historia de México, no solo por sus grandes intérpretes, sino también por sus políticos más destacados. Por ejemplo, fue la banda que acompañó al general Lázaro Cárdenas cuando recorrió el país con el lema “Trabajadores de México, uníos”, en la campaña para acceder a la presidencia en 1934 y nacionalizar la industria petrolera, fundar el Instituto Nacional de Antropología para la preservación del patrimonio arqueológico mexicano, así como para recibir a los exiliados republicanos de la Guerra Civil española.

Este mariachi no solo ha sido galardonado con los más diversos premios, incluyendo el Grammy y Grammy Latino. Además, su música ha llegado más allá de cualquier escenario: en 1977, la Nasa envió “sonidos de la tierra” en el Voyager 1 y Voyager 2 que incluía música del Mariachi Vargas de Tecalitlán.

No es de extrañar que la proyección de este grupo le haya llevado a trabajar con artista internacionales como Willie Nelson o Linda Ronstadt, además de actuar en la propia sede de la ONU, en Nueva York, después de que la UNESCO decidiera declarar la música de mariachi, en 2011, Patrimonio Intangible de la Humanidad. Desde entonces, generación tras generación, como ellos mismos afirman, «la misión del Mariachi Vargas es rescatar las raíces tradicionales, cultura y valores mexicanos, así como llevar, de la manera más digna, lo mejor de nuestra música por el mundo».

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