La historia de Marlango, en diez canciones

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El combo formado por Leonor Watling y Alejandro Pelayo cumple quince años, tiempo en el que han pasado de trío a dúo, del inglés al castellano y han grabado siete discos. Javier Escorzo recorre su historia a través de diez de sus mejores composiciones.

 

Selección y texto: JAVIER ESCORZO.
Foto: PATRICIA J. GARCINUÑO.

 

No cabe ninguna duda de que Marlango está viviendo uno de los momentos más interesantes de su carrera, presentando en directo su último trabajo, “Technicolor”, por toda la geografía nacional. Aprovechando la ocasión, aquí repasamos algunas de sus mejores canciones.

 

1. “Enjoy the ride” (Enjoy the ride, 2004)

Aunque Marlango se formó en 1998, su debut discográfico llegó en 2004 con el epé Enjoy the ride. Lo editaba la independiente Subterfuge y en él quedaban claras sus influencias, que iban desde Ella Fitzgerald hasta Björk, pasando por Tom Waits. De este último artista sacaron, en un divertido error, el nombre del grupo. Pero no adelantemos acontecimientos y disfrutemos de esta sugerente presentación en sociedad de un grupo (por entonces trío), que estaba llamado a permanecer en la música nacional española.

 

 

2. “Pequeño vals” (Automatic imperfection, 2005)

El título de esta canción puede inducir a varios errores. En primer lugar, no, no tiene nada que ver con el “Pequeño vals vienés” de Lorca, ni con Leonard Cohen, ni con Enrique Morente. Y en segundo lugar, la letra de esta canción no está en castellano, ya que entonces (y hasta 2010) Marlango componía sus canciones en inglés. En muchas entrevistas les preguntaban por qué no lo hacían en castellano y ellos solían responder que les encantaría escribir tan bien como Diego Vasallo o Joaquin Sabina, pero que de momento se sentían más cómodos en la lengua de Shakespeare. Esta canción encierra una anécdota que los lectores con hijos pequeños podrán verificar: el principio de “Pequeño vals” recuerda al final de la serie de dibujos animados “Bob esponja”, hasta el punto de que, un día, cuando estaban tocándola al piano, los hijos de Leonor Watling y Alejandro Pelayo la confundieron con la sintonía de su querido personaje.

 

 

3. “The long fall” (Life in the treehouse, 2010)

En 2010 llegó Life in the treehouse, cuarto álbum de Marlango, tercero editado por Universal y último en inglés. Para ello contaron con la colaboración de artistas como Jorge Drexler (marido de Leonor) o Rufus Wainwright. Como novedad, en este disco el todavía trío se mostraba más optimista que en entregas anteriores, como quedaba demostrado en el primer single, “The long fall”, que también incluía detalles electrónicos.

 

 

4. “Vete” (BSO Malas temporadas, 2005)

A pesar de que en sus primeros discos, como se ha dicho, cantaban en inglés, durante esa época hicieron varias versiones de artistas nacionales que demostraron, a ellos y a su público, lo bien que funcionaba su música en castellano. Una de ellas fue “Semilla negra”, de Radio Futura. Otra, “Vete”, de Los Amaya. Marlango incluyó esta canción en la banda sonora de la película Malas temporadas, dirigida por Manuel Martín Cuenca y protagonizada por Javier Cámara y la propia Leonor, que siempre compatibilizó su carrera como actriz con la música. Marlango dio un giro radical a la rumba de Los Amaya, consiguiendo una de las canciones más emocionantes que han grabado nunca.

 

 

5. “Dame la razón” (Un día extraordinadio, 2012)

En 2012 se publicó Un día extraordinario, una colección de diez canciones cantada en español y producida por Suso Saiz. El cambio de idioma se produjo de manera natural, y en él influyeron, según explicaron, las ya mencionadas versiones que habían ido grabando. También una cena que compartieron en Argentina con Fito Páez, que les reprochó que solo utilizaran el inglés. No fue la única novedad, pues el disco tenía un tono bastante más optimista que lo que en ellos había sido habitual. Buena prueba de ello fue el primer single, “Dame la razón”, que resumía a la perfección el estilo del álbum. Además, presentaba la novedad de que Leonor cantaba en falsete. En eso también tuvo mucho que ver Fito Páez. Cuando la cantante colaboró con el argentino en su tema “Pétalos de sal”, utilizó, por primera vez en su carrera, el falsete; y tanto le gustó el resultado que decidió aplicarlo a Marlango.

 

 

6. “Si yo fuera otra” (Un día extraordinadio, 2012)

La música de Marlango siempre ha teñido reminiscencias heterogéneas: jazz, cabaret, música clásica, europea, latinoamericana… y folclore. Según explicó Leonor en entrevistas de la época, ella había descubierto el folclore a través de los ojos de Pedro Almodóvar (ponía el ejemplo de Chavela Vargas o Penélope Cruz, con flor en la cabeza, en la película “Volver”). Además, trabajó como actriz en Hable con ella y el director manchego fue el encargado de entregarles su primer disco de oro por su álbum de debut. Con semejante relación, no es de extrañar que el grupo quisiera dedicarle la canción “Si yo fuera ella”.

 

 

7. “Dinero” (El porvenir, 2014)

Tras la salida del grupo del trompetista Óscar Ybarra, Marlango, reconvertido en dúo, editó el disco El porvenir. Su título estaba tomado de un verso de Ángel González, “te llaman porvenir porque no vienes nunca”. En este nuevo trabajo ahondaban en la línea vitalista que exhibieron en “Un día extraordinario”, exacerbada, si cabe, en el primer single, “Dinero”, a dúo con Bunbury. Su relación con el maño, como la de Almodóvar, venía de lejos: muchos años atrás, antes de actuar en uno de sus primeros conciertos en Zaragoza (sala Oasis), encontraron un ramo de rosas en el camerino. Al leer la nota descubrieron, sorprendidos, que se las había mandado el excantante de Héroes del Silencio.

 

 

8. “Ay pena, penita, pena” (El porvenir, 2014)

La producción de El porvenir corrió a cargo de Krys Sebastian (que había trabajado con Gloria Estefan, Shakira, Alejandro Sanz, Fangoria o Lori Meyers). El disco se grabó en Los Ángeles por todo lo alto y, además de Bunbury, también colaboraron Fito Páez y La Santa Cecilia. Este último combo, acostumbrado a mezclar la tradición latina con el rock y otras músicas del mundo, participó en la versión del clásico de la copla compuesto por Quintero, León y Quiroga. Es curioso, porque ni Leonor ni Alejandro han sido nunca aficionados a este tipo de música, pero reconocieron que, cuando estaban en el extranjero, esta canción (u otras como “Ojos verdes” o “Suspiros de España”), les creaban cierta sensación de añoranza, por lo que decidieron hacerla suya. En 2017 tuvieron la oportunidad de interpretarla en el Museo Reina Sofía delante del “Guernica” de Picasso.

 

 

9. “Poco a poco” (Technicolor, 2018)

En 2018 se publicó Technicolor, el que hasta la fecha es el último trabajo de Marlango. En él recuperaban la austeridad que tan buenos efectos ejerce sobre su música. Con este disco abandonaron la discográfica Universal y comenzaron una nueva etapa en la que el duo distribuirá su música de la mano de Altafonte. De la producción se encargó Vincent Huma. Technicolor suena a piano, metal y madera (de hecho, no se utilizaron guitarras ni bajos para su grabación), e incluye una maravillosa colaboración con su buen amigo Coque Malla, “Poco a poco”.

 

 

10. “Los desertores” (Technicolor, 2018)

El piano de Alejandro Pelayo siempre ha tenido una importancia capital en la música de Marlango. Ese es, al final, el verdadero esqueleto de sus canciones (Alejandro tocando y Leonor cantando), por más que a veces las quieran vestir con vistosos arreglos, como hicieron en El porvenir. Como se ha dicho, en Techicolor el piano recuperaba todo su protagonismo y ejercía como hilo conductor a través del cual se iban desarrollando las canciones. Buen ejemplo de ello es la hermosa “Los desertores”, un tema que encarna bien el espíritu del disco, con luz tenue, ritmo lento, cuerdas, piano, voz y toneladas de sensibilidad.

 

 

Bonus track: “Jockey full of bourbon”

Se ha comentado al comienzo de este artículo que el nombre de Marlango tiene que ver con un divertido error relacionado con Tom Waits. En uno de sus directos de los años setenta, el músico estadounidense mencionaba a una chica de la que estuvo enamorado cuando tenía catorce años. Leonor entendía el nombre como Suzie Marlango, le pareció evocador y así bautizaron al grupo. En 2013 tuvo la oportunidad de entrevistar a su venerado Waits y, cuando le dijo que su banda se llamaba Marlango por eso, el cantautor le aclaró que lo había entendido mal porque la chica, en realidad, se llamaba Suzie Montelongo. Sea como fuere, queda clara la admiración que Leonor y Alejandro profesan hacia Tom Waits, de quien han llegado a versionar “Jockey full of bourbon” (de su álbum Rain dogs).

 

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