La herida, de Alberto & García

Autor:

DISCOS

«Todo se alía para demostrar que Alberto & García saben crear canciones con hechuras perfectas»

 

Alberto & García
La herida
BOOMERANG DISCOS, 2023

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

A pesar de que su nombre apunte a la formación de dúo, Alberto & García es un quinteto asturiano comandado, eso sí, por Alberto García. Un músico de raza, que entrega un trabajo tras otro —este ya es el quinto, cuatro de ellos de estudio— y todos llenos de solvencia, de canciones redondas que están moldeadas por sus manos de artesano de oficio, de artesano bueno con veinte años de trayectoria junto a su primo, el percusionista Dámaso García.

Tomemos una de muestra, “Arde París”, la que abre el disco. Es puramente pop, con el añadido de arreglos imaginativos, de consistencia melódica e instrumental, de un precioso saxo nocturno y de un solo de guitarra delicioso que la cierra. No tiene nada especial, pero está construida de manera magistral siguiendo la herencia de Radio Futura o de Nacha Pop: tres minutos de belleza y detallismo. Las dos canciones que siguen forman una tripleta de estribillos magnéticos y pegadizos que va cambiando a medida que el álbum se despliega. “Noche del 24” es una doliente melodía de cuerdas, con toda la esencia de la tristeza como un perfume y “Tribu” se abraza a un riff de rock duro suavizado por un fondo de preciosista decorado instrumental.

Son las tres primeras, la cuarta ya, “Por el camino”, resulta más pausada. Con la colaboración de De Pedro, posee un aire a lírica tradicional que sienta muy bien al disco, porque, a partir de este momento, se acrecienta este aroma popular con una especie de cumbia abolerada que nombra también al conjunto, “La herida”, y se prolonga con “Rayos y truenos”, en la que se vuelca todo el aroma tropical, casi panamericano, que abarca desde Chile al Caribe. El recorrido concluye en “Paloma blanca”, la más experimental, con un bajo que se inicia constante, un ritmo de balanceo, unos bongos y un registro absolutamente popular.

Entre medias, “Jacques Costeau” apuesta por el cuidado en los arreglos con metales de música soul, y “Rayito de luna” ya anuncia en su título —misterios de la connotación— que nos vamos a encontrar con un bolero, en este caso con empuje de son y, desde luego, muy tropical. “Caer rendido” concluye con la mirada puesta más al norte, en la ranchera.

Todo se alía para demostrar que Alberto & García saben crear canciones con hechuras perfectas, de las clásicas; pero también que, desde el Cantábrico, se puede lanzar la mirada a la otra orilla del Atlántico y empaparse de su música.

Anterior crítica de discos: 72 seasons, de Metallica.

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