El viento, de Galavera

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DISCOS

«La sorpresa global viene propiciada tanto por la evidente evolución compositiva, como por el magnífico continente que envuelve a las canciones»

 

Galavera
El viento
BONAVENA MÚSICA, 2023

 

Texto: CÉSAR CAMPOY.

 

Tremendo el salto que se marcan Vanessa Juan y Raúl Tamarit con este epé de cinco temas. Lo cierto es que persisten marcas de la casa que consiguen que el público siga identificando, sin lugar a dudas, la esencia de la criatura. Así, por fortuna, perduran rasgos, ya familiares, como el personalísimo registro vocal de Tamarit, al igual que la delicadeza interpretativa de las pinceladas al violonchelo de una Vanessa que, además, articula una bellísima línea de piano en “Ese día salió el sol”.

También siguen merodeando, sobre todo en los textos, inspiraciones surgidas del arte de referentes como Los Enemigos, Fernando Alfaro, Vainica Doble o, por supuesto, Los Radiadores (la banda en que milita Raúl), mientras que se mantienen esas características líneas melódicas principales que suele articular el también guitarrista valenciano.

La sorpresa global, eso sí, viene propiciada tanto por la evidente evolución compositiva, que consigue cincelar media decena de criaturas dignísimas, como por el magnífico continente que las envuelve. En primer lugar, a partir de la brillante y consistente producción de David Garzinsky que, desde su Bahamas Estudio, ha articulado un trabajo cuidadosamente pulido, sin costuras. Por otra parte, el dúo que integra Galavera se ha visto arropado por una familia de músicos de sobra conocidos. Entre ellos, la práctica totalidad de unos Doctor Divago (con ellos comparten, además de amistad, sello) que ayudan en los coros y, en el caso de Wally, participa en las baterías. La banda se completa con el concurso del propio Garzinsky (guitarras) y Adri Castellanos (bajo). Todos ellos contribuyen sobremanera a dotar de un empaque indiscutible a piezas que suenan realmente bien: sobrias, limpias, elegantes, cercanas… De unos “El viento me trajo hasta aquí” y “Delante de mí” que surfean, orgullosas, en un country directo y amable; a la árida y fronteriza “Todo tan claro”, pasando por una “El pueblo habló” que destila pop serio y una “Ese día salió el sol” que, con un desarrollo de emotivo crescendo, se convierte en la gema de un epé que nos deja con ganas de más.

Anterior crítica de discos: La herida, de Alberto & García.

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