La Columna Metálica: Inventando el no-punk

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Una sección de JUANJO ORDÁS.

Si el punk naciera hoy día, creedme, sonaría como los TRAP THEM [en la foto]. Afincados en Salem (EEUU), estos jóvenes parecen tener claras dos cosas: Están cabreados y quieren proyectar su furia. Seizures in Barren Praise (Deathwise inc/Locomotive) es su segunda obra, aunque quizá este concepto no sea el más adecuado para referirse al citado disco. Desarrollan un actitud «arty» que se deja notar en el sombrío «artwork» del CD y en sus intenciones expresivas, pero el contenido estaría más cerca de un lienzo dominado por anárquicos y oscuros brochazos. Punk actual de mensaje críptico, tremendamente violento, convulsión comprimida en ráfagas de escasa duración pero de cuidada factura. Seizures in Barren Praise no es un disco dirigido a cualquiera, sus breves piezas parecen perderse y seccionarse, haciendo de su doloroda y agobiante trama algo más que un leit motiv. Es un viaje a mil por hora que pocos van a poder resistir. No inventan nada, anabolizan a Balck Flag o a los Stooges en un frenesí brutal, siendo esta su principal virtud: Su «background» es el punk y no el metal, aunque hayan alcanzado un grado dureza próximo al de bandas metaleras. Son los tiempos que corren, la banda sonora de la actualidad como en su momento lo fueron las citadas vacas sagradas, aunque en el contexto temporal de Trap Them la música ya no trascienda en parámetros sociales.

Unos que vuelven con nuevo trabajo bajo el brazo son MASTODON, precisamente los teloneros de Metallica en sus fechas españolas recién agotadas. Ahora que los de Jame Hetfield vuelven con fuerzas renovadas no tienen nada que temer respecto a bandas noveles, pero si llegan a escoger a los de Atlanta como teloneros en algunas de sus giras menos afortunadas, posiblemente habrían sido víctimas de la energía del joven grupo. Técnicos, complejos y brutales, son capaces de supurar una rocosa emotividad que torna cada una de sus canciones en una experiencia sónica. Es difícil saber qué esperar del nuevo lanzamiento de la banda, pues se habla de un cierto viraje hacia la comercialidad… ¿Pero cómo conjugarla con su brutalidad? Habrá que verlo, pero desde La Columna Metálica tienen nuestro apoyo. Y mientras dura la espera haceos con Leviathan (Relapse, 2004), su disco conceptual sobre Moby Dick, una buena forma de comprender cómo encajan sensibles desarrollos instrumentales con voces del averno… O del fondo del mar.

Por estas fechas, AEROSMITH deberían estar ya en el estudio de grabación o a punto de meterse en él. Lo que antaño sería una buena nueva hoy día es un dato neutro. ¿Qué podemos esperar de ellos? Si repasamos sus últimos discos las perspectivas no son las mejores. En directo sí parecen mantener el tipo, incluso en alguna grabación del año pasado las relaciones entre sus miembros parecen buenas, al menos en escena. Aun así, es un hecho que llevan desde 1997 sin ofrecer ningún trabajo de categoría y que, las cosas como son, se han dejado la fiereza rockera por el camino. No hace falta irnos a los años setenta. Si comparamos la actuación del festival de Doninngton de 1994 con cualquiera de sus conciertos de 2007 el contraste es casi dramático. Quizá la edad es un factor a tener en cuenta, aunque en vivo continúen teniendo muy buenas noches.


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