El disco del día: Xoel López

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«Atlántico’ es tan rupturista como continuista. Desde luego que rompe a nivel formal con Deluxe, adiós al formato pop, adiós a las guitarras más rockeras, pero también es cierto que su esencia no deja de ser la de siempre»

Xoel López
«Atlántico»
ESMERARTE

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.
 

 

Lo que en su momento hizo Xoel López pudo parecer suicida, aunque a la larga su desaparición del panorama musical haya sido caldo de cultivo para una renovación que le devuelve más fuerte que nunca, con mucho más que decir y, fundamental, nuevas formas de decirlo. “Fin de un viaje infinito” (2007) y “Reconstrucción” (2008) supusieron el culmen de su carrera musical bajo el apelativo de Deluxe, pocos artistas españoles pudieron plantarle cara durante 2007 y 2008, dos años en los que Xoel dio todo lo que podía dar tal y como se le conocía. Su personal mezcolanza de rock alternativo, pop y folk (por cierto, habría que debatir dónde empieza el folk y acaba la música pop-ular) hicieron de él una rara avis cuya batidora de influencias solo podría comprarse a Santiago Auserón y Enrique Bunbury. ¿Su secreto? Su falta de prejuicios. Y su talento, claro, un talento que se tradujo en inteligencia cuando decidió poner fin a Deluxe, hacer las maletas y parar su carrera musical a nivel de negocio para marcharse a vivir a Argentina.

Al realizar el geográfico movimiento, Xoel no solo se alejó del «business», sino que también demostró ser capaz de administrar su carrera. Era momento de tomar aire y replantearse su futuro en la música, sin abandonarla, manteniendo la actividad en el underground del continente americano y amasando unas influencias que acabarían por dar forma a la explosión de sabor que supone “Atlántico”, su primer trabajo como Xoel López, el nuevo tramo de una carrera en la que el pasado no se deja de lado (los temas de Deluxe y Lovely Luna –su proyecto paralelo– siguen sonando en directo) pero que sí aborda el presenta con naturalidad y nuevas opciones que, una vez más, vuelven a hacer de él un músico muy especial en la música de habla española. Mientras estuvo fuera, Xoel dejó el trono del rock alternativo español sin ocupante y la corona sin cabeza. Ahora ha vuelto y lo que menos parece importarle es volver a ocuparlo. Él ya está abriendo un nuevo camino mientras otros juegan con aquellas lecciones que dejó dictadas (no es nada nuevo que Vetusta Morla beben de él, aunque su talento esté fuera de toda duda).

Realmente, “Atlántico” es tan rupturista como continuista. Desde luego que rompe a nivel formal con Deluxe, adiós al formato pop, adiós a las guitarras más rockeras, pero también es cierto que su esencia no deja de ser la de siempre. Sin duda, Xoel aplica un nuevo enfoque mucho más descriptivo a nivel literario, pero los mimbres con los que construye el armazón de la canción son los de siempre, eso sí, llevados un par de pasos más allá en lo que se refiere a complejidad técnica y riqueza rítmica. Se podría decir que el rockero alternativo ha dejado paso al trovador. El folk sudamericano (desde Brasil hasta Chile) y español (especialmente el norteño) son ahora los ropajes a vestir, hundiendo los pies en la tierra, masticando raíces. De ahí que la narrativa haya pasado a ser, como comentábamos, bastante más descriptiva que su anterior época. ‘Hombre de ninguna parte’, ‘Postal desde Nueva York’ y ‘Buenos Aires’ pintan un fresco sobre las sensaciones que han acompañado a Xoel en su trayecto vital en el nuevo continente, casi un “Poeta en Nueva York” de la actualidad, que amalgama sus sentimientos, pensamientos y actitud con un enorme respeto por sí mismo, universalizándolos para que puedan llegar a todos. No obstante, las hermosas ‘De piedras y arena mojada’ y ‘La gran montaña’ se alzan como faros orientativos, siendo canciones en cuyo corazón se siguen escuchando las palpitaciones de Deluxe, ejerciendo de nudo entre el pasado y el futuro, un futuro lleno de guitarras acústicas, de suculentas percusiones y de un optimismo realista que no viene nada mal en los tiempos que corren.

Sin embargo, uno no deja de pensar que, igual que “Reconstrucción” superó en su día al sublime “Fin de un viaje infinito”, esta nueva andadura de Xoel López no ha hecho más que empezar, que esto es solo la punta del iceberg. Y si eso es así, preparaos para que Xoel vuelva a reinar en lo suyo, aunque él no quiera.

Anterior disco del día: Chris Kase.

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