El disco del día: The Real Me

Autor:

«Un disco, sobre todo, y esto es lo que debe de mover el análisis, que está sembrado de enérgicas, ensoñadoras, impresionantes canciones»

The Real Me
“Soul on fire”
CLIFFORD RECORDS

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

Escuchen los sonidos que voy a nombrarles, si algo de esto les arrebata les aseguro que este es su disco. Quizás haya solo un par de canciones que poseen las esencias de sus estilos, pero créanme, merecen la pena: soul con trompetas celestes, pop de guitarras que deslumbra, new wave de la más canónica, toques de sofisticación en los arreglos que los hacen terciopelo. Simplemente eso, vayan deseando.

The Real Me son almerienses con nombre de canción de The Who, cuentan con miembros de The Shake, Moon Unit o Monogay y han desplegado años de escucha de discos para empaparse de todos los sonidos que mezclan sentimiento con fuerza. El primer trallazo, ‘The flipside’, ya precisa en dosis justas todos los ingredientes del disco: potencia bien ganada y melodía exquisita, gotas de sofisticación, punteos de guitarra en los puentes que por un lado recuerdan a Nick Lowe y por otro a The Style Council o incluso a Weekend. Y por detrás de todo los Beatles, seguramente. Y si no, escuchen ‘Rosemary’ y adivinen de qué canción del Doble Blanco viene algún fraseo.

Y entre estos dos caminos se van moviendo los impecables cortes, clásicos, con pocas concesiones a las distorsiones y a los desbarres instrumentales. Canciones pop perfectas son ‘What’s the plan, Stan?’ –de esas que directas a los cables del corazón te dejan temblando por dentro– o el final con tres rodajas del más luminoso pop de guitarras, especialmente brillante la que da título al conjunto.

En el rumbo de la sofisticación soul tenemos la distinguida ‘Schizophrenic love’, esa ‘Gone with the windows 2000’ en que el juego de guitarras parte de la new wave y la voz les lleva a terrenos negros, como un descarte de «The gift» y sobre todo ‘Orpheus Jones’, vientos a lo Solomon Burke, pero una interpretación como si Curtis Mayfield la hubiese regrabado para una película blaxploitation.

Caso aparte resulta la más delicada ‘Gone fishin’, con un trenzado de guitarras que encajan como si los Hollies hubieran contratado a los Byrds como banda. Todo ello completa un disco en el que a veces se le notan las costuras pero que deja todo perfectamente fusionado. Y sobre todo, y esto es lo que debe de mover el análisis está sembrado de enérgicas, ensoñadoras, impresionantes canciones. 

Anterior disco del día: Algunos Hombres.

Artículos relacionados