El disco del día: Quäsar

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«Punk árabigo, rock industrial, blues-rock sureño (esa armónica de Pecos Beck en ‘Vivir a medias’). La estela inagotable de los Clash»

Quäsar
“Eclipse parcial de lunas”
KASBA MUSIC

 

 

Texto: EDUARDO TÉBAR.

 

 

Quince años de dudas, tropiezos y maldición. Este disco –en realidad, el anticipo de una caja pensada para dar salida a cuarenta canciones bajo el rótulo de “Eclipse”– resume la volubilidad musical de Jesús Arias, obsesionado desde 1997 con apiñar rock, flamenco, poesía, cuartetos de cuerda, ruidos callejeros y ritmos étnicos en su obra definitiva. Demasiadas pretensiones. Muy a su pesar, el guitarrista de TNT es recordado por “Manifiesto Guernika” (Dro, 1983), extraña genialidad del punk español que reivindican con entusiasmo generaciones recientes. Pero el ideólogo de aquel trabajo rechaza el mito. Arias se ampara en lo decepcionante del sonido: la banda granadina tenía ambiciones mayores y contaba con la promesa de volver a trabajar en los flamantes estudios La Gramola con Peter McNamee, uno de los ingenieros más solicitados de la época. Desde entonces, la espinita.

Han pasado unas cuantas décadas. Tiempo en el que crece la condición de rara avis en la sombra de Jesús Arias. Vivencias creativas con Enrique Morente, Joe Strummer y, claro, Lagartija Nick. En cierto modo, “Eclipse parcial de lunas” retrata al Arias que se inventaba un punk orquestal en 1982 para adaptar los versos de Luis García Montero. Aunque también lleva la impronta de “Omega”: como Los Evangelistas, es otro hijo del coloso flamenco. De hecho, Qüasar abren y cierran con ‘La seguiriya del hierro’. Con zumbidos de alarmas y con cuerdas. Con los cantes de Jaime Heredia “El Parrón” y Estrella Morente.

Por coherencia, la nómina de participantes estrecha lazos históricos. El bajista fundador de TNT, Ángel Doblas, asume peso en la grabación y en la instrumentación. Además, asoman Arturo Cid, clarinetista del “Manifiesto Guernika”, y Mariano Maresca, profesor de Filosofía del Derecho e impulsor del “Rimado de ciudad” (1983), que declama la doble vida del protagonista del poema ‘Trastorno mental transitorio’. De la cumbre discográfica de TNT rescatan la balada ‘El jardín extranjero’, una letra que bien podría haber escrito José Ignacio Lapido, reflejo perfecto del enfrentamiento entre la realidad desalentadora y la ensoñación como fuente de escapismo.

Con más o menos apreturas, cada pieza encaja en el puzle. Sobre todo en la versión de ‘En un sueño viniste’, palpitante evocación del rey andalusí Al Mutamid que cantaba Enrique Morente, donde entran su hija Estrella, el tocaor Pepe Maya, los rasgueos de Quini Almendros, el laud de Suhail Sergui, los versos de Maram Al-Masri ¡y un guiño al ‘Paint it black’ de los Rolling Stones! Una locura: casi cien pistas de rock excesivo y desvergonzado.

¿Y la pieza perdida? Hay que recordar que Jesús Arias siempre compuso tomando como referencia la voz del cantante José Antonio García (TNT, 091, Guerrero García), gran ausente en la aventura de Qüasar. Su sustituto, Guillermo Crovetto, anda sobrado de facultades, pero se echan en falta la solera, la credibilidad y el poso R&B del “Pitos”. Paradójicamente, el suplente adorado de García en TNT fue un no-cantante como Jesús Arias. Romanticismo al margen, “Eclipse parcial de lunas” se crece en pepinazos acelerados como ‘Agonía, agonía’, ‘Electric Miles’ o ‘Europa, Europa’, esta última con la aparición del hermano Antonio.

Jesús –veterano del periodismo cultural– escribe textos muy por encima de la media sobre naufragios universales, sombras existenciales y la enfermedad sistémica. Encontramos referencias tan sabrosas como Dalí, Miles Davis o The Master Musicians of Jajouka. Punk árabigo, rock industrial, blues-rock sureño (esa armónica de Pecos Beck en ‘Vivir a medias’). La estela inagotable de los Clash. Como las producciones de Morente, el cancionero de Qüasar está lleno de tensión. En su contra juegan lo manido de algunos recursos, la abundante condensación de ideas y la desconexión absoluta con las tendencias visibles en los lanzamientos de hoy. No obstante, el disco pide sucesivas escuchas. Y es el indicador más fiable de su recorrido. El recorrido de una obsesión.

Anterior disco del día: Brad Mehldau Trio.

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