El disco del día: Miles Davis

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«No es estrictamente el último trabajo de estudio del trompetista, pero sí el que fijó definitivamente el sonido de sus últimos años de vida, tan prolijo en funk electrónico y sintetizadores, y muy próximo al lenguaje urbano del hip-hop de su adorado Nueva York»

Miles Davis
«Tutu (Deluxe edition)»
WARNER


Texto: GERNOT DUDDA.


No es estrictamente el último trabajo de estudio del trompetista, pero sí el que fijó definitivamente el sonido de sus últimos años de vida, tan prolijo en funk electrónico y sintetizadores, y muy próximo al lenguaje urbano del hip-hop de su adorado Nueva York (que tres años antes, en 1983, había probado con éxito el propio Herbie Hancock en “Rockit”). Este nuevo color sonoro también quedaba traspasado a la indumentaria. Es el Miles del brillo y el glamour (en directo sus trajes y zapatos brillaban cegadores), lo que confería un halo más sagrado aún a su presencia sobre el escenario (muy Sun Ra si se quiere, si no fuera por el característico sombrero de ala ancha más propio de Johnny Guitar Watson).

Semejante inducción sonora tenía un responsable: el bajista Marcus Miller (y en menor medida Tommy Lipuma). Los dos fueron los productores de una obra destinada a sublimar para la posteridad el poderoso carácter del sonido Power Station, cuyos estudios estaban en racha en esa primera mitad de la década. Y un precedente no jazzístico: “Cupid & psyche 85’”, el álbum que los británicos Scritti Politti grabaron allí justo un año antes, verdadera biblia sonora que apuntaba el camino a seguir y que incluía ‘Perfect way’, pieza que acabaría también en “Tutu” en una versión aún más acelerada. De similar engranaje rítmico son ‘Tomaas’, ‘Splatch’, ‘Backyard ritual’ y ‘Full Nelson’, por entonces el “non plus ultra” de lo que podía sonar en un club. Pero al margen de la característica pieza homónima, la verdadera alaja del álbum está en la majestuosa ‘Portia’ y en esa bella compenetración melódica entre la sordina de Miles, el bajo y los sintetizadores. Sin duda un clásico memorable.

Puede que en directo Miles se dejara rodear por una troupe de jóvenes músicos que sabrían luego en el futuro sacar partido de su experiencia junto al mito, pero para la grabación de “Tutu” destacaban, en momentos muy puntuales, veteranos del calibre de Paulinho Da Costa y Omar Hakim (percusión), George Duke (teclados) o Michael Urbaniak (violín eléctrico). Si no contamos con que fue el propio Marcus Miller el que lo hizo casi todo y que, aparte del bajo, tocaba todos los teclados que no correspondían a Jason Miles y Adam Holzman. Faltaba una coartada espiritual y ésta la daría el arzobispo surafricano Desmond Tutu aportando su nombre y su figura en unos años en los que el apartheid vivía sus años más irascibles y violentos.

Esta edición “deluxe” del álbum se completa con un segundo CD de audio que incluye el directo que Miles y su joven troupe grabaron en julio de 1986 en el Nice Festival. Incluye versiones de sus populares adaptaciones de ‘Human nature’ (Michael Jackson) y ‘Time after time’ (Cyndi Lauper), y una sorpresa inaugural con los 15 minutos de medley febril, intenso y hasta rockero de ‘Theme from Jack Johnson’ / ‘Speak’ / ‘That’s what happened’. Esto sí es empezar un concierto sin tregua.

Anterior entrega del disco de día: Laura y Los Branigan.

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