El disco del día: Dulces Años

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«Dulces Años fueron una especie de Monkees a la española. Al ser extremadamente jóvenes, las grabaciones de la banda estaban tuteladas por Félix Arribas y los demás miembros de Los Pekenikes»


Dulces Años
«Singles 1970-74»
ALMUDENA

 

 

Texto: ÀLEX ORÓ.
“Quiero que en Dulces Años los jóvenes vean un grupo hecho a su medida. Un grupo juvenil, con clase, un grupo capaz de arrastrar a esos jóvenes que no pueden contemplar de cerca a sus ídolos”. Así presentó, Félix Arribas, batería de Los Pekenikes y uno de los fundadores del sello Guitarra, que compartía con otros miembros de la banda, a Dulces Años, uno de los primeros fichajes del sello. Con estas declaraciones de 1969 a la revista «Mundo Joven», Arribas presentaba en sociedad a los jovencísimos integrantes de Dulces Años: Tony Marín, Ramón Segura, Moncho Peñalva y Santiago Marcos, todos ellos menores de edad pero dotados de un talento innato y poco habitual para el pop y las armonías vocales.

“Singles 1970-74”, el vinilo que recopila los cinco singles que editaron durante la primera mitad de la década de los setenta, es un paradigmático ejemplo de arqueología musical. El elepé, del que tan solo se han editado 320 copias numeradas, ha visto la luz gracias al empeño y tesón del “connoisseur” Álex Carretero, quien a finales de los noventa se hizo con una copia de “Almudena”, el primer sencillo de Dulces Años. Carretero quedó maravillado por los secretos que atesoraba ese microsurco de siete pulgadas: arreglos barrocos, clavicordios, voces angelicales, atmósfera bucólica guitarras ácidas… una magnífica rodaja del pop psicodélico que tan en boga estaba en toda Europa en ese momento. Este inquieto aficionado al pop decidió conseguir el resto de la discografía de Dulces Años y reconstruir la historia del cuarteto localizando y entrevistando a sus miembros y a sus mentores tal y como se puede leer en el documentadísimo “insert” que acompaña al disco.

Dulces Años fueron una especie de Monkees a la española. Al ser extremadamente jóvenes, las grabaciones de la banda estaban tuteladas por Félix Arribas y los demás miembros de Los Pekenikes que decidían todos los aspectos relacionados con la producción, arreglos, instrumentación, etc.. La principal diferencia con la banda norteamericana era que el cuarteto madrileño, como grupo, ya existía antes de fichar por Guitarra y que Tony Marín y Ramón Segura eran autores de las composiciones que interpretaba el grupo. No obstante, temas como ‘Almudena’ fueron atribuidos a Alfonso Saínz y Félix Arribas, ya que Marín y Segura eran menores de edad y no podían figurar en los créditos.

Como grupo, Dulces Años se vieron perjudicados por la existencia de bandas de pop infantil como La Pandilla, cuando en realidad eran un grupo juvenil tal y como se puede apreciar en la letra de canciones como ‘Llegará el otoño’, una de las joyas ocultas de este disco. Como el resto de formaciones de pop de la época la presión de la discográfica a la hora de escoger el repertorio también perjudicó a Dulces Años. Los productores les impusieron canciones “más comerciales” para las caras “A” de los singles y dejaban para las “B” las composiciones del dúo Marín/Segura que han aguantado más el paso de los años. La única excepción fue el primer single ya que a ‘Almudena’, un tema que recordaba a los más tiernos de Los Brincos y único éxito importante del grupo, se le sumó ‘Voy buscando’, un maravilloso ejemplo del sunshine pop hecho en España. En cambio, canciones como ‘Pensando en ti’ o ‘Analisa’ son inferiores a la psicodélica ‘El lobo feroz’ o ‘Caretas de cartón’, que flirteaba con el pop progresivo por su producción, con un incisivo órgano Hammond y abundantes breaks de batería. Parecía como si Arribas quisiera dar “el pelotazo” comercial con algunos de los temas destinados a las caras “A” y se explayara experimentando con los que se incluían en la otra cara.

La banda sufrió cambios en la formación. Algunos de sus miembros la abandonaron por presiones familiares, pero Ramón Segura siguió para liderar Dulces Años en sus dos últimos singles. En el primero de ellos, encontramos ‘Pa, pa, pa’, el tema más prescindible del disco y ‘Llegará el otoño’, quizá el mejor por su letra, su vibrante melodía y sus aires folkies. En 1974 se edita el último siete pulgadas de Dulces Años. En esta ocasión, el tema más atractivo. ‘Lady Love’ sí ocupa la cara “A” pero quizás ya era demasiado tarde para un grupo que estaba llamado a abanderar el pop juvenil español y que si no fuera por la edición de este elepé seguramente seguiría en el olvido.

Anterior entrega del disco del día: Javier Elorrieta.

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