El disco del día: Javier Elorrieta

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«El director de cine, de completa y extensa filmografía, ha redescubierto una vieja vocación musical que, lejos de ser tardía, le hace justicia a su bien documentado y militado afrancesamiento, y que tan buenas satisfacciones personales le está proporcionando en este instante»

Javier Elorrieta
«Boheme, el amor perdido»
INDIGO RECORDS

 

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

 

Javier Elorrieta –sí, el director de cine de completa y extensa filmografía– ha redescubierto una vieja vocación musical que, lejos de ser tardía, le hace justicia a su bien documentado y militado afrancesamiento, y que tan buenas satisfacciones personales (y ojalá que también pecuniarias) le está proporcionando en este instante.

“Boheme, el amor perdido” es el segundo trabajo que le dedica a los clásicos de la “chanson”, aquella que firmaban ¡y cantaban! genios masculinos del calibre de Charles Trenet, Georges Moustaki, Joe Dassin, Adamo, Francis Cabrel, Charles Aznavour o Michel Legrand. Y lo hace descubriendo sobre la marcha que es además un excelente vocalista, con un timbre varonil de los que dejan sin aliento a hombres y mujeres, y con ese detalle tan fascinante de que resulta equidistante de la personalidad de todos y cada uno de los músicos citados.

Aquí hay para contentar todo tipo de gustos. Los que quieran aferrarse a la tremenda nostalgia que provoca canciones como ‘Que reste t-il de nous amours?’, ‘A toi’, ‘Tombe la neige’, ‘Je l’aime a mourir’ o, por encima de todo, ‘La boheme’, interpretadas con mucho conocimiento de causa y en inmaculado francés. O, por el contrario –pero no necesariamente contradictorio–, los que adviertan la vigencia de un grandísimo trabajo donde la exquisitez de los arreglos de jazz aporta a las canciones un sentir atemporal, milagrosamente necesario ahora que ya no existe apenas en la música ningún tipo de “spleen” por el que pueda ser reconocida en el futuro la década actual.

Mención especial a esa banda formada por Domingo J. Sánchez (piano), Marcelo Peralta (saxo), Larry Martin (batería) y Richie Ferrer (contrabajo), que encuentran un espacio muy medido y ajustado a las canciones, pero lo suficientemente grande como para sentirse muy a gusto. Además, todas las canciones tratan de forma exclusiva sobre el amor, ¿y a quién no le gusta el amor? Incluso si naciste después de 1990, muy, muy recomendable.

Anterior disco del día: “Chimes of freedom. The songs of Bob Dylan”.

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