«No es de extrañar que haya sido un sello tan alternativo como Sub Pop –descubridores hace ya mucho tiempo de gente como Nirvana, Mudhoney, Reverend Horton Heat o Afghan Wigs– el que les hayan dado esta oportunidad»
Debo Band
«Debo Band»
SUB POP/EVERLASTING
Texto: GERNOT DUDDA.
Debo Band –nada que ver obviamente con los históricos Devo– es una banda multitudinaria formada en EE.UU. y dirigida por el saxofonista Danny Mekonnen, que es de origen etíope. Y es otra de esas historias de mezcolanza sonora que tienen lugar en aquellos sitios donde es normal y habitual convivir en un ambiente de amplia diversidad cultural cuya mezcla entre sí genera a su vez curiosas nuevas identidades. Esto marca por supuesto una gran diferencia y es lo que ocurre en este acertadísimo primer disco de la banda, que bebe por supuesto de la música tradicional etíope a su paso por la lectura que de ella hicieron aquellas grandes orquestas de metal –lo que en Occidente hemos venido disfrutando dentro de la serie “Ethiopiques”– , pero también de otras orquestas algo diferentes –las de bodas, entierros y bautizos balcánicas, cortesía de su productor, Thomas “Tommy T” Gobena, miembro de Gogol Bordello– y por supuesto del más auténtico soul y funk occidentales, que no se pone por delante porque hace tan solo de respetuosa argamasa que funde todos estos elementos.
El resultado es de una energía indómita y desbordante –bien canalizada y producida a su vez–, donde la presencia de un vocalista tan carismático como Bruck Tesfaye, con esos vientos tan dislocados y la orgánica presencia de acordeones e instrumentos de cuerda, ofrecen un conjunto tremendo y casi insólito.
No es de extrañar que haya sido un sello tan alternativo como Sub Pop –descubridores hace ya mucho tiempo de gente como Nirvana, Mudhoney, Reverend Horton Heat o Afghan Wigs– el que les hayan dado esta oportunidad, que se corresponde también con la deslumbrante presencia de un grupo como Gogol Bordello –modelo a seguir–, que hace ya tiempo que desbloqueó el circuito de los escenarios de EE.UU. a favor de unas cada vez más necesarias “energías transatlánticas”.
–
