20 protagonistas de 2012

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Para cerrar el año, hemos querido destacar a algunos de quienes, a nuestro entender, han sido sus protagonistas principales, por las más diversas razones, y no necesariamente músicos. Son veinte, y aparecen en orden alfabético.

 

 

Texto: EFE EME.

 

 

 

ALFRED CRESPO

En los últimos tiempos las ediciones de libros musicales parecen vivir en nuestro país un periodo dorado y, lo que es más importante, en muchos casos se trata de pequeñas editoriales con verdaderos aficionados (creyentes) al frente, nada del listo de turno dispuesto a acercarse a lo musical por aquello de hacerse con unos euros, como tantas veces hemos visto. Entre estos nuevos editores destaca Alfred Crespo [en la foto aparece junto a Johnny Burning], periodista, codirector de la revista «Ruta 66» y animoso responsable de 66 rpm, editorial que en un par de años se ha hecho un hueco con títulos cuidados que miran al rock internacional pero también al local: abrieron fuego con la biografía oral alrededor de Quique González que escribió Eduardo Izquierdo, y este año ha visto la luz la imprescinidble biografía «Burning. Madrid», escrita «desde dentro» por el propio Alfred Crespo y, por supuesto, «La magnitud del desastre. Memorias de un rock critic poco fiable», del histórico periodista musical Oriol Llopis. Además de «Berlín», un original libro coral alrededor del disco de Lou Reed del mismo título.

 

 

AMARAL

Juan Aguirre y Eva Amaral son gente a la que le gusta trabajar, no hay duda, y siempre están en movimiento. Este año estuvieron defendiendo en directo, en una amplia gira nacional, su último disco, «Hacia lo salvaje», pero, plenamente conscientes de que el mundo no acaba en las fronteras españolas, hace años que salen al exterior, principalmente a Latinoamérica. Sin embargo, en 2012 además de actuar en una gira que los llevó por México, Perú, Argentina y Cuba, también recalaron en Estados Unidos, donde ya habían estado en temporadas anteriores pero ahora sumando nuevas ciudades (San Francisco, San Diego, Los Ángeles). En todo caso, lo más llamativo ha sido su querer intentarlo en Europa, territorio que pareciera vedado para la mayor parte de artistas españoles (¡y somos europeos!), tocando en tres ciudades alemanas (Berlín, Hamburgo, Múnich) y en Estocolmo, París y Londres. Para muchos serán unos aventureros, pero más bien es gente que va sembrando, y para 2013 ya tienen programada una nueva gira por Alemania (Ulm, Múnich, Friburgo, Colonia, Bremen, Hamburgo, Berlín, Hannover, Maguncia), Holanda (Amsterdam) y Suiza (Zúrich).

 

 

ANTÓN REIXA

El nuevo presidente de SGAE parece que tenía claro que la mejor noticia que podía salir de la casa era la ausencia de noticias, y a ello que se ha dedicado. A trabajar. A intentar poner orden y a reconducir en lo interno una sociedad que parecía haber olvidado su principal objetivo: trabajar por los socios a los que agrupa y representa. Antón Reixa, en sus primeros meses al frente de SGAE está tratando de calmar unas aguas que durante demasiado tiempo bajaron descontroladas. A la vez, se las tiene que ver con la horrible imagen pública de la entidad y con la peor situación que ha vivido el sector audiovisual en décadas, castigado ya no solo por los cambios de modelos comerciales (bonito eufemismo), sino también por la devastadora crisis económica y por la subida inmisericorde del IVA.

 

 

THE BEACH BOYS

Tras meses de rumores, de anuncios y desmentidos, los Beach Boys que lidera Mike Love se juntaron con Al Jardine y con quien fuera cerebro de la banda, el maltratado Brian Wilson, que decidió olvidar las ignominias del pasado y reunirse con los muchachos de la playa supervivientes para celebar el cincuenta aniversario del grupo. Juntos dieron forma a un nuevo disco, «That’s why god made the radio» (enredado una vez más en ese bucle pop que es la creatividad de Wilson), y salieron de gira mundial, como si nunca hubiera pasado nada. La banda que en los años sesenta rivalizaba con los Beatles en hallazgos, estaba sobre el escenario de nuevo, con Wilson a un lado del escenario, tocando el piano, con las viejas canciones sonando otra vez, como si el tiempo no hubiera transcurrido. La magia de un sonido clásico brotaba de nuevo. Brian sonreía. Tanto que, encantado, habría seguido subido al carro de los Beach Boys, su grupo… Pero Love, el pérfido Mike Love, cuando la gira todavía estaba rodando, firmó unos contratos para un próximo tour, de nuevo sin Wilson y Jardine. Brian se quedó desilusionado. Una vez más, se la habían jugado. Pero así es la atroz historia de los Beach Boys, que parece condenada a no tener un final feliz, a rodar alrededor de la infamia. 2012 ha sido testigo, una vez más, de ello.

 

 

DAVID SIMON

David Simon, tras conmocionar la narrativa de la ficción televisiva con «The wire», se ha refugiado en «Treme» en algo aparentemente más sencillo: contar las andanzas de unos personajes, principalmente músicos, que se mueven en la Nueva Orleans posterior al Katrina. Desde ahí, levanta un relato (varias narraciones entrecruzadas, en realidad) impregnado de los sonidos de la ciudad de la música, entrando en los garitos, en las casas, pisando el barro de la calle. Nunca antes una serie de televisión ha logrado trasladar la música a la pantalla de tal modo. Va por la tercera temporada, pero sigue conmocionando tanto como en su estreno.

 

 

ENRIQUE BUNBURY

Desde que en 1997 iniciara su carrera solista, Enrique Bunbury ha ido visitando constantemente el continente americano, tocando principalmente en Latinoamérica aunque sin descuidar Estados Unidos, donde ha ido introduciéndose poco a poco. Pero este año ha sido como la culminación de ese trabajo, con una gira de ochenta conciertos que se inició en España pero que saltó al otro lado del Atlantico para hacer escalas en Argentina, Perú, Ecuador, Colombia, México (¡dieciséis conciertos en este país!), Honduras, Puerto Rico, República Dominicana, Guatemala, Costa Rica y Chile. Además, el músico zaragozano cerró el año girando por Estados Unidos en un periplo que le llevó a San Diego, Los Ángeles, Anaheim, Ventura, Las Vegas, San Francisco, Chicago, Washington, Nueva York, Dallas, Houston, McAllen, El Paso y Fénix. Sin duda, Enrique Bunbury es el rockero español más internacional pero nadie puede dudar de que se lo curra con tesón.

 

 

EXTREMODURO

En un año durísimo para la música en directo, Extremoduro ha sido ajeno a la situación, pero es que el grupo de Robe Iniesta parece situado por encima del mal y del bien: se citan sus canciones en novelas de éxito, suplementos culturales se acercan a su obra y públicos de toda condición han ido cayendo atrapados, a lo largo del tiempo, por sus canciones, sumando constantemente a nuevos feligreses. Así, no ha extrañado que se hayan paseado por pabellones –espacios que, dadas sus dimensiones, parecen prohibidos para el escuálido rock español–, agotando las entradas allí donde han ido (en algunas ciudades haciendo parada con cita doble, como si tal cosa). Y no hay que olvidar que lo suyo es ajeno a las campañas publicitarias o a los grandes lanzamientos (no dan ni entrevistas): lo de Extremoduro obedece exclusivamente al boca-oído, lo que hace más meritorio lo logrado. Este año también se han aventurado, por vez primera, a viajar a Chile, Argentina y Uruguay.

 

 

JACK WHITE

Jack White es el hombre ubicuo, siempre metido en mil aventuras. Este año, además de debutar en solitario con el exuberante «Blunderbuss» (elogiado por la práctica totalidad de la crítica internacional como uno de los mejores discos del año), White ha desplegado una actividad bastante frenética desde su sello, Third Man Records, grabando o editando a otros artistas (The Black Lips, Beck, directos de los propios White Stripes), cediendo su estudio (a Radiohead, por ejemplo). ¡Incluso le produjo un single a Tom Jones! La discográfica la ha orientado como el coleccionista musical que es, prácticamente un fetichista, tanto es así que en su faceta de aficionado participó en un programa del espacio televisivo «Cazatesoros». White podrá ser una estrella, pero continúa siendo uno de los nombres en los que pueden confiar los amantes del rock and roll.

 

 

JAVIER GALLEGO

Estaba cantado: el artífice de «Carne cruda», con la llegada del PP al poder, lo llevaba «crudo»… Si alguien pensó que el gobierno de Mariano Rajoy no tocaría la radiotelevisión pública, vivía en la dimensión desconocida (solo había que ver el modelo que dirigían en las autonomías en las que gobernaban). Así que la caída de Javier Gallego y «Carne cruda» solo era cuestión de tiempo, el que tardó en llegar un nuevo director (Tomás Fernando Flores) a Radio 3. No era un espacio estrictamente musical (que también, y con mucho gusto), pero sí un lugar donde la libertad de pensamiento campaba a sus anchas. Y eso, la libertad para pensar, no solo escasea, sino que tiene precio. A su pesar, Gallego ha sido uno de los protagonistas del año, y los que lo defenestraron, por plegarse tan servilmente al poder, también.

 

 

JOSÉ RAMÓN PARDO

Al frente de Rama Lama, José Ramón Pardo nos ha ofrecido por dos años consecutivos material inédito de Cecilia, en un ejercicio de justicia histórica absolutamente deslumbrante. El volumen de este año lo conformaban maquetas inéditas: un pequeño-gran tesoro musical que confirma que desde los pequeños sellos, donde se pone cariño en las ediciones discográficas, surgen excelentes piezas que alimentan a los coleccionistas: ahí los discos siguen vivos. Además, Rama Lama ha seguido con sus habituales reediciones (a destacar la discografía completa de los Pop Tops y el triple álbum dedicado a las matinales del Price), esa labor en la que le acompañan otras minúsculas pero valerosas marcas, como Munster y sus diferentes sellos.

 

 

JOTA

Los Planetas cada día es más un punto de encuentro que un fin, de tal modo que sus componentes viven aventuras propias mientras el grupo permanece más o menos hibernando (no publican disco nuevo desde 2010, y este año su actividad se ha limitado a un par de conciertos), con Jota como cabeza visible más activa, integrado en dos de las propuestas más interesantes y vanguardistas del año: Los Evangelistas, el grupo que rinde homenaje a Enrique Morente, y Grupo de Expertos Solynieve, que ha publicado su segundo álbum. Jota también se incorporó en 2012 a la aventura de la radio en internet Nanosónico con el programa «Emisión telepática aleatoria universal», en el que comenta canciones de las que lleva en el móvil y que reproduce de forma aleatoria. Además, este mismo mes nos enterábamos de que Jota, en compañía de Manu Ferrón (también del Grupo de Expertos Solynieve), había estado en Italia adaptando al castellano los textos del nuevo disco de Franco Battiato.

 

 

KIKO VENENO

Kiko Veneno ha tenido un año intenso: en primavera, y en Uruguay, grabó junto a Martín Buscaglia el disco mano a mano «El pimiento indomable», que se mezcló en Los Ángeles y que todavá está a la espera de publicarse (se supone que saldrá en 2013). Pero en esas que en mayo se puso a la venta una cuidadísima edición de «Échate un cantecito» para celebrar el veinte aniversario de su grabación. El «Cantecito», el disco que sacó a Kiko de la marginalidad en la que se había movido hasta entonces, cobraba nueva vida, y para festejarlo, Kiko junto a su banda lo interpretó en directo en Madrid, en un concierto que sería el preámbulo de una gira que lo ha tenido rodando en los últimos meses, recuperando aquellas canciones históricas. Para rematar el año, en noviembre, fue galardonado con el Premio Nacional de las Músicas Actuales por su valerosa carrera. ¿Quién da más?

 

 

LEONARD COHEN

Todo parecía apuntar a que no habría más discos de Leonard Cohen, pero no, el canadiense, que ya luce setenta y ocho años, sigue componiendo y este año dejó una nueva y espléndida colección de canciones en «Old ideas»: con sus formas clásicas todavía bien presentes (esas que han enamorado a varias generaciones) y con su poesía ardiente y quebradiza, ahí estaba Cohen de regreso. Ahora con una voz que, ay, no es la que fue y en la que el tiempo ha hecho mella (detalle a estudiar: hay quienes a esas edades tiene una calidad vocal insospecha y quienes no, y Cohen pertenece a ese segundo grupo), pero sigue siendo él, tan fascinante como siempre. Además, se atrevió a salir de gira una vez más. Los que presenciaron su entregada actuación madrileña, nunca la olvidarán.

 

 

LINO PORTELA

Cuando parecía que en la radio musical todo estaba dicho, las fórmulas gastadas, llega el periodista Lino Portela y se inventa «Portela de noche», un espacio para la radio en internet Nanosónico (ahora asociada a Radio Galdys Palmera), que deja pasmado a quien lo escucha. Sin demasiados prejuicios artísticos (aquí cabe de Chenoa y Bustamante a Pereza, Sidonie o Leonor Watling) pero con mucho sentido del humor (y el suficiente respeto y complicidad con los invitados), Portela lleva cada semana al estudio a un cantante y en compañía de Mauro Canut (el señor Galindo), repasa su vida en entrevistas que rehuyen los lugares comunes y que terminan resultando tan reveladoras como inolvidables. Es «Portela de noche» un programa ameno y adictivo que, dado lo precario de la emisora que lo acoge, ha logrado ir haciéndose con una audiencia selecta gracias a la complicidad de las redes sociales. Lino Portela nos está recordando que la imaginación es elemento consustancial a la radio, algo que parecía haberse olvidado.

 

 

NEIL YOUNG

A sus 67 años, Neil Young no parece dispuesto a echar la toalla: mientras el cuerpo aguante, él estará ahí, tan imprevisible como siempre, con su guitarra enchufada y dispuesto a que la llama del rock and roll siga encendida, pues es de los que piensan que este no sabe de edad y que entregado a él se pueden escribir canciones eléctricas que reflejen la visión de un hombre de su edad, como hace en «Psychedellic Pill», el segundo álbum (y doble) que ha publicado en 2012, ya que primero, ambos junto a Crazy Horse, dio forma al disco de versiones «Americana». Todo ello en el mismo año en que ha publicado su libro de memorias, «Waging heavy peace». No, Neil Young no piensa en la jubilación. Y hay que alegrarse.

 

 

THE ROLLING STONES

Si el año ha tenido unos protagonistas evidentes, esos han sido los Rolling Stones. Fueron dosificando a lo largo de los meses la información alrededor de su cincuenta aniversario, que, finalmente, ha constado de libro, documental, recopilatorio, una aplicación para móviles y cinco conciertos. No es mucho, pero el ruido sí lo ha sido: los Stones siguen generando titulares y su nombre es sinónimo de interés mediático y ellos han sabido emplear todos los recursos a su alcance, con internet a la cabeza, para que a nadie se le escapara la efeméride dorada. Poco importa que solo hayan grabado dos temas nuevos para el recopilatorio, la intensidad de ‘Doom and gloom’ certificaba que siguen siendo una banda de rock y que saben lo que se hacen, que nadie tiene que explicarles nada, que ellos fueron de los que escribieron el manual de uso. El videoclip que ilustraba la canción, como corresponde a las antaño Satánicas Majestadas, hasta resultó polémico. Son unos maestros, qué duda cabe.

 

 

SANTIAGO AUSERÓN

Santiago Auserón llevaba un tiempo investigando la influencia de las rítmicas negras en la música española. Pero en serio, estudiando en profundidad. Sus conclusiones han conformado el libro «El ritmo perdido» (Península), un tratado de musicología que lo sitúa, una vez más, como el músico más atípico e inquieto del pop español. En paralelo, ha paseado por pequeñas salas y teatros el espectáculo de Juan Perro (en compañía de Joan Vinyals) «Casa en el aire», sacó tiempo para irse a México a presentarse en directo y en verano, de regreso a España, pudo poner en pie «La Zaranbanda», el proyecto musical en el que traslada a escena sus ideas de la negritud y las tradiciones sonoras hispanas. Ya que se trata de un espectáculo (por tamaño e infraestructura, y dado lo precario de los tiempos) limitado a festivales, convendría que Santiago rematara la faena con la edición de un deuvedé, y ya nos haría felices del todo.

 

 

XAVIER VALIÑO

Ya va siendo hora de que a los ensayos sobre música popular española les exijamos el mismo nivel que a los internacionales. Afortunadamente, algunos pasos se van dando en esa dirección, pero muy pocos, sin embargo este año hemos tenido la oportunidad de leer un libro modélico, fruto de una laboriosa investigación, un título que, nos complace decirlo, ha firmado un compañero de EFE EME, Xavier Valiño [en la foto junto a Kiko Veneno], quien con «Veneno en dosis camufladas. La censura en los discos de pop-rock durante el franquismo» (Milenio) ha conjugado investigación y rigor histórico con amenidad en un volumen netamente visual que ha tenido continuidad en la exposición «Vibraciones prohibidas» que ahora mismo puede verse en Santiago. El proyecto, además, mantiene su propia web.

 

 

XOEL LÓPEZ

En 2009, Xoel López se fue a Buenos Aires con la intención de pasar una temporada, en principio no sabía de cuánto tiempo. Desde allí comenzó a viajar a ciudades americanas, recorriendo el continente, tocando en unos sitios y en otros, componiendo canciones, viviendo. Regresó a Buenos Aires y, cuando se dio cuenta, habían transcurrido más de dos años y tenía grabados temas para dos discos con, como siempre, Juan de Dios Martín de productor y cómplice. Parte de ese material ha visto la luz en 2012 en el álbum «Atlántico» (Esmerarte), un trabajo colorista que nos deja ver cómo las canciones de Xoel López –ya abandonado el nombre artístico de Deluxe– siguen teniendo el habitual pellizco pop, su excepcional manejo de la melodía, pero se han dejado teñir por las rítmicas y las tímbricas que Xoel fue encontrando o imaginando en el camino, ofreciendo un trabajo en el que reconocemos a su autor pero al que escuchamos crecido musicalmente. Xoel ha sabido aprovechar como pocos la experiencia americana, como se ha visto en los conciertos que ha ido ofreciendo en España para presentar el disco, solo o en compañía de grupo. La próxima primavera regresará.

 

 

ZZ TOP

Los barbudos por antonomasia del rock han protagonizado uno de los grandes «comebacks» del año: tras nueve años sin publicar disco de estudio, el rudo trío liderado por Billy Gibbons, ha grabado «La futura», un álbum celebrado por la crítica pese a que, en esencia y siendo rigurosos, los ZZ no ofrecen nada nuevo. O sí, porque Rick Rubin se ha puesto a los mandos y ha tratado de buscar el sonido más esencial del trío, el que diseñaron en los años setenta, rotundo y denso como una apisonadora a la que le gusta bailar a todo trapo, pero traído a la actualidad, con menos grasa y con los dientes de la sierra eléctrica bien afilados. Si ZZ Top andan sueltos de nuevo, las cosas en el rock and roll no están tan mal.

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