Vive le punk!, de The Killer Barbies

Autor:

DISCOS

«Canciones vitales, bombazos a los que les tienen muy tomada la medida»

 

The Killer Barbies
Vive le punk!
LA IGUANA RECORDS, 2020

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

La carrera de The Killer Barbies arrancó fortísima a mediados de los 90. Tras tres discos llenos de vitamina punk y envoltorio pop tuvieron un parón de un lustro, que se resolvió con dos discos a mediados de los 90. Desde ese 2003 no había emergido nada nuevo del grupo hasta el reciente Vive le punk!, en el que vuelven a dar nueva cuenta de su actitud, insuflada de todo lo que sean guitarreos abundantes, certeros siempre, y estribillos demoledores. Cumplir 25 años no se hace todos los días.

La diferencia, si acaso, estriba en el número de canciones en castellano. Aunque ya habían compuesto en este idioma, nunca pasaba por encima del inglés. Aquí se giran las tornas. Excepto las dos rodajas finales de pura energía, que por otra parte son revisiones de temas anteriores, las cinco restantes —sí, es un disco escaso y se hace escaso— están compuestas en castellano. Y bien rodadas; no en vano el grupo, a pesar de no editar material nuevo, ha seguido dando conciertos y ensayando.

La apertura con “De repente” ya es un impacto directo: correosa, con un sonido perfecto y enormemente pop, se acerca tanto a los Ramones como a los girl groups de los sesenta —que evidentemente no están tan alejados, aunque lo parezca—, a Blondie y a las Bangles. Y es que el espíritu del disco es mucho más nuevaolero, de la Norteamérica del 77, que en el resto de su carrera. Las canciones en inglés lo proclaman: “Less love” —que había sido publicado por Silvia Superstar en 2009— y “Real wild child” encajarían perfectamente en la ola de grupos de chicas que tomaron el poder en el pop, desde The Runaways a las primeras Go-Go’s. Pura dinamita power punk. Esta última, con un trasvase total, porque es un tema del 58 que recuperó Iggy Pop en el 86.

La únicas que se apartan un tanto de esta luminosidad son “El resplandor” y “Peligro”, con una línea de bajo obsesiva y casi psychobilly, rock and roll oscuro para una letra que habla del poder femenino en el lado peligroso. “El resplandor”, con referencia de fácil identificación, resulta, eso sí, un tanto más arrebatada. Excepto estas dos, nos encontramos canciones vitales, bombazos a los que les tienen muy tomada la medida. “Sin ti”, por ejemplo, moldea un estribillo que es puro fuegos artificiales, la banda sonora perfecta para los coches de choque. Y es que, aunque corto, el disco de The Killer Barbies, 25 años después, es pura fantasía y colorido.

Anterior crítica de discos: Gran pantalla, de Biznaga.

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