Vida, de Ana Belén

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DISCOS

«La voz de Ana suena con la elegancia que es marca de la casa»

 

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Ana Belén
Vida
SONY, 2018

 

Texto: Luis García Gil.

 

Desde aquel Tierra grabado en 1973 hasta este Vida de ahora mismo Ana Belén ha sabido derramar un cancionero lleno de matices. En los años setenta la presencia de Víctor Manuel como compositor fue dominante, aunque ya aparezcan discos en los que la cosecha creativa tiene diversas procedencias. Anatomía, de 2007, supuso el último precedente con canciones escritas expresamente para Ana Belén. Vida se ha hecho esperar. Contiene once nuevas canciones firmadas por una serie de compositores diferentes. Como ha pasado con otros discos de la artista madrileña, la dispersión creativa pudiera ser un problema que resuelve con su buen hacer interpretativo. La voz de Ana suena con la elegancia que es marca de la casa.

Haciendo honor al título el disco, Vida no habita regiones oscuras. Las canciones irradian luz con el subrayado de los coros de Ondina Maldonado y David San José que hacen que la producción, que firma el propio David, presente correspondencias con el último disco de Víctor Manuel, Casi nada está en su sitio. Ana Belén elige para su regreso discográfico voces pujantes de la canción de autor de nuestros días. Andrés Suárez le entrega “Isla que habitas en mí” y Rozalén el manifiesto feminista de “Mujer valiente”, con versos concluyentes y elocuentes: «Yo que soy mujer valiente / ahora ondeo a los cuatro vientos mi libertad / así quiero ser capaz de mirarme por dentro / y comprender que es a mí a quien más debo amar».

Ana Belén otorga vivacidad al repertorio escogido. Se torna himno planetario en “¿Quién manda ahí afuera?”, que viene a ser como un requerimiento global y político: que se quemen todas las banderas y seamos un solo planeta. En época de nacionalismos exacerbados, Ana Belén elige esta canción de Federico Lladó para alejarse de los hacedores de patrias y fronteras. Lladó, fallecido en 2013, es todo un descubrimiento y suya es también la anafórica y enumerativa “Soy lo que soy”.

“Cuando te encontré” es fruto de la enorme sensibilidad de Jorge Drexler, quien en apenas unas estrofas sintetiza el deslumbramiento amoroso. Esta canción procedía originalmente de un cortometraje de Roser Aguilar –Drexler cantaba un fragmento–, y Ángeles Cervantes la grabó íntegra potenciando los elementos jazzísticos de la pieza. A lo largo y ancho de su discografía, Ana Belén ha sabido rescatar canciones que previamente habían sonado en otras voces.

Una de las mejores piezas del disco la firma el compositor Juan Mari Montes, viejo conocido de Ana a la que había escrito otras canciones. “Esta vida es un regalo” derrocha optimismo, alegría de una sola vez, citando a Miguel Hernández. Persisten los coros y los agradecidos ritmos latinos. La lírica “Tú, yo” llega a modo de contraste y en su sonoridad destaca un melancólico acordeón que toca David San José. Otra canción muy estimable, con marchamo de tango, en la que se nota la mano de Sabina en la letra que reescribe una canción original de Noa, grabada curiosamente como tributo al ubetense. La canción titulada “You-tú (vals para Joaquín y Noa)”, se publicó originalmente en el disco Love medicine, grabado por la cantante israelí en 2014.

Dani Martín entrega la descarga emocional de la balada “Everest”, otro canto a la mujer con mayúsculas, otro momento culminante del álbum y otra muestra de que aún en lo delicado de algunos temas sugeridos el tono del disco, de las instrumentaciones, revela una honda madurez. Como sucede con “Vida”, la canción que firma Víctor Manuel juega con los pareados para dar gracias a la vida a la manera de la inmortal Violeta Parra: “Vida siempre estoy agradecida / por lo mucho que me has dado / desde el punto de partida…”. La producción de David San José refrenda aquí sus virtudes con la trompeta de Manuel Machado o el saxo tenor de Santi Ibarretxe y el bajo inconfundible del gran Víctor Merlo. Cuerdas por aquí, coros por allá, Vida da nombre al disco y lo sitúa en esa recta final que marcan “Alga quisiera ser”, con inconfundible aire antillano que marca la música de Pablo Milanés, que pone música a un poema del asturiano Ángel González.

El álbum ofrece su último aliento en “Cuentos para dormir”, la canción más larga tras “¿Quién manda ahí fuera?”. Escrita por David San José viene a rubricar un magnífico disco que Ana Belén defiende con su profesionalidad y buen hacer habituales, habiendo encontrado además un repertorio sumamente equilibrado e inspirado que tendremos la oportunidad de disfrutar en directo.

Anterior crítica de discos: Good sad news, de Doug Collins.

 

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