Tim Staffell, el hombre que pudo reinar

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“Smile lo tenían todo para triunfar, un power trío en la estela de Cream con cuidados juegos vocales y un intenso repertorio que compaginaban con versiones”

 

A finales de los 60, el músico británico Tim Staffell fundó Smile con Brian May y Roger Taylor. Un proyecto que resultó ser la antesala del Queen que arrasó con Freddie Mercury, antes de que Staffell se desligase de sus compañeros para emprender un proyecto distinto. Cinco décadas después, sigue en activo y prepara su tercer disco solista. Ignacio Reyo habla con él y reconstruye su historia.

 

Texto: IGNACIO REYO. Foto: PAUL DUBBELMAN.

 

Lo conté en el reportaje sobre Queen incluido en el número 8 de Cuadernos Efe Eme: si Smile hubieran publicado ‘Step on me’ como single en Gran Bretaña, quizá ahora no hablaríamos del grupo de John Deacon. Smile lo tenían todo para triunfar, un power trío en la estela de Cream con cuidados juegos vocales y un breve pero intenso repertorio que compaginaban con versiones. A la voz y al bajo estaba Tim Staffell, hombre clave en la impronta más blues del combo. El primero en asociarse a Brian May en la antesala de Queen, antes de que se uniese a ellos Freddie Mercury. El hombre que pudo reinar.

 

 

“Freddie y yo fuimos a la misma universidad”, cuenta Staffell. “Los dos estudiábamos diseño en Ealing. Y Freddie solía alternar conmigo y con el resto de Smile cuando había concierto. Se veía venir que terminaría conectando con Brian y Roger; estaba clarísimo que sería así, y yo lo que quería era pasar página. Creo que en aquella época todavía estaba puliendo su talento. Yo ya llevaba un tiempo cantando, primero en 1984 y después en Smile, habíamos dado muchos conciertos y eso me había servido de entrenamiento, pero Freddie no empezó a desarrollarse como cantante hasta que se juntó con Brian y Roger en la última etapa de Smile, o en los primeros tiempos de Queen. Además, tenía mucha más dulzura en la voz que yo; podía cantar cosas que yo no habría podido, era más melódico. Yo tengo un estilo más agresivo. Eso sí, nunca tuve su talento para el espectáculo. Como intérprete, o como showman, Freddie fue posiblemente uno de los mejores de la historia, y a mí eso nunca se me dio bien. Creo que soy un buen cantante y un buen compositor, pero no soy un gran frontman. Al menos no entonces”.

Reducir el papel de Tim Staffell solo a la conexión Mercury sería injusto. Hablamos de un hombre que, aparte de Smile, grabó dos fantásticos discos de rock progresivo en los setenta con Morgan, la banda de culto de Morgan Fisher (teclista de Mott The Hoople). Han pasado varias décadas desde aquello y continúa en activo: “Bueno, estoy trabajando con un par de bandas distintas, sobre todo para la temporada de festivales. Esta noche vamos a tocar en un club, en Kingston, y el domingo tocaremos en un festival, en Richmond, que es donde vivo. El festival es en un club muy famoso, el Crawdaddy (mítico lugar donde se juntaban desde miembros de los Beach Boys a The Beatles o Hendrix). El sábado siguiente tocamos en un pub de Londres, el Red Line. Y el domingo siguiente estaremos en otro festival, el WeyFest, muy popular en el sur de Londres. Esta va a ser, más o menos, el final de la agenda veraniega. No hemos parado en todo el verano; giramos por Francia, y hemos tocado casi cada fin de semana. Tenemos algunos conciertos firmados para el otoño, pero en otoño habrá obviamente menos actividad, hace peor tiempo… La gente no está tan dispuesta a salir de casa por la noche y venir a los conciertos. Pero no pasa nada, ahora quiero centrarme en mi tercer disco”.

 

Disco y película

Mientras va avanzando en esa nueva colección de canciones, tiene previsto relanzar el último, “2Late”, coincidiendo con el estreno de su próximo proyecto en la gran pantalla. Porque Tim Staffell aparecerá como personaje en la película “Bohemian rhapsody”, y ha grabado voces para la escena en que Mercury ve a Smile en un club. “Están tocando ‘Doin’ alright’ y utilizaron las pistas de la versión de Queen. El tipo que me interpreta a mí canta sobre esas pistas. Brian (May) me dijo que no estaba satisfecho con la voz, así que me pidió que fuera al estudio a grabar algunas pistas para la película. Fui a Abbey Road y doblé algunas partes, cantando ‘Doin’ alright’. Intentamos que sonara más a Smile, y creo funcionó. Lo hicimos un poco más agresivo, más crudo; que se pareciera más al sonido de la época en que se grabó, a pesar de que la mayoría de las pistas sean de la versión de Queen”.

Hagamos de puente entre ese segundo álbum ya grabado, que estará disponible en iTunes o Spotify, su papel en el filme y el hipotético tercer disco. “La razón principal para grabar ese disco es que no paro de escribir canciones. Escribo muchísimas. Ahora tengo diez nuevas que aún no he grabado. Estuve en un estudio la semana pasada, aunque todavía no he decidido dónde lo grabaré. Por ahora estoy hablando con otros músicos para decidir la mejor manera de afrontar esa grabación. Con la banda que me acompaña ahora tocamos tres o cuatro de esas canciones, pero quiero grabar las maquetas y darles un enfoque determinado, que será diferente al que les damos en directo. Que suene diferente de lo que he hecho en el pasado”.

 

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“Freddie solía alternar conmigo y con el resto de Smile cuando había concierto. Se veía venir que terminaría conectando con Brian y Roger”

 

Letras sobre la ciencia ficción

Sobre el pasado, precisamente, hay mucho que hablar. Tim desarrolló unas letras de ciencia ficción en una época en la que, excepto Bowie, poca gente se atrevía a meterse en esos terrenos. Entre ellas sobresale ‘Earth’, primero en Smile y luego en el disco de Morgan “Nova solis”. ¿Profética? “Puede que sea profética, pero de una manera accidental. La motivación original era la ciencia ficción. Era una letra conceptual. El concepto era que la Tierra desaparecía por culpa de una supernova. Y eso no puede suceder. Como a Brian, a mí también me interesa la astronomía, aunque él es astrónomo profesional. Por eso, luego supe que es muy improbable que nuestro planeta esté orbitando alrededor de una supernova. El disco de Morgan, ‘Nova solis’, también hablaba de astronomía, pero él lo hizo con más criterio. De todas formas, por lo que le estamos haciendo al planeta, ‘Earth’ sí sería profética. Hay mucha gente que no cree que sea para tanto, incluido el presidente de los Estados Unidos. Bueno, yo creo que sí es para tanto”.

 

 

Su primer grupo con Brian May se llamaba 1984, un obvio homenaje a George Orwell. Le pregunto si le parece que podamos terminar como en la ínclita novela o como en “Un mundo feliz” de Aldous Huxley: “No sé si nos damos cuenta, pero… al menos en Inglaterra tenemos más cámaras y más espionaje gubernamental que en cualquier otro país. Y al final será igual en todos lados, estoy seguro. Orwell dio en el clavo respecto a muchas cosas. Orwell no empieza y termina en ‘1984’, también está ‘Rebelión en la granja’. Esa novela sí que es profética. Los salvadores de la situación política se corrompen, y terminan siendo los más corruptos de todos. Ese es el mundo en el que vivimos, y no sé si alguna vez saldremos de esto. En cuanto a Huxley y ‘Un mundo feliz’, creo que fue algo más especulativo que Orwell. En esa novela tiene mucha importancia la manipulación genética, que es algo que hasta ahora no ha sucedido, o al menos no como él lo imaginó”.

 

Giro hacia el blues

Después de Smile, Tim viró su música más hacia el blues. Le pregunto cómo se dio ese cambio, pero antes me recomienda el autor de ciencia ficción que más le ha impactado últimamente: Neil Asher. Apuntado queda. Sigamos con su evolución: “Una de las razones por las que me fui de Smile fue porque sentía una conexión muy fuerte con el blues, y ni Roger (Taylor) ni Brian (May) estaban en mi misma onda. Cuando dejé Smile pasé un mes en Estados Unidos y descubrí muchísima música americana que nunca había escuchado. Ry Cooder, Bob Dylan… Por primera vez entendí la música de Dylan. Aunque lo conocía, todavía no había conectado con él. Cuando volví de aquel viaje me sentía ya muy alejado de Smile. Mi siguiente grupo fue Morgan, y Morgan era cualquier cosa menos blues, era rock progresivo puro y duro, disfrutaba mucho con Morgan Fisher y me gustaba el ambiente que se respiraba en la banda. No era lo que esperaba hacer, pero me lo pasé en grande. Después me uní a Humpy Bong, con Jonathan Kelly, y ahí sí que grabamos material más a la americana. Con Humpy Bong volví a componer música”.

 

 

Fue con esa formación cuando llegó a aparecer en el mítico Top Of The Pops. Ahí también se dio el cambio a nivel de letras: “Es una pregunta interesante, porque sí que es cierto que mis primeras letras eran en clave de ciencia ficción, y tal vez les faltaba algo de sentimiento. Luego me fijé en que a la gente le gustaba Bob Dylan, y empecé a escuchar a todos aquellos músicos de blues, los de la vieja escuela, que escribían sobre temas más ‘humanos’. El blues es puro sentimiento, las letras hablan de emociones, de estados de ánimo, del sufrimiento de los negros durante la esclavitud. Poco a poco, casi de forma episódica, empecé a escribir letras con más calado social, con más corazón, hasta que dejé atrás la ciencia ficción. Sobre todo cuando empecé a escuchar a Dylan y lo que hacía Jonathan Kelly. Jonathan era irlandés y la mayoría de sus letras hablaban de la experiencia de crecer o vivir en Irlanda, y mezclaba eso con alegatos políticos. Escribía letras que iban directas al hígado, que para mí fueron una revelación. Entendí que las letras podían contener verdadera poesía que hablara de experiencias reales, de la condición humana”.

Terminamos hablando del poco impacto de Smile por su discográfica y del mito alrededor de una banda que mereció más. “‘Step on me’ la escribimos en la época de ‘1984’. Para el primer disco de Smile firmamos un contrato con Mercury América. Nosotros no teníamos ni idea de marketing ni de cómo llegar a la gente, así que todo dependía de la discográfica. Pensaron que ‘Step on me’ no era un buen single. Quizá debiéramos habérselo discutido, pero no lo hicimos. Supongo que si hubiéramos tenido un mánager mejor, si se nos hubiera vendido mejor, Smile habría sido un grupo de éxito. Pero no nos supieron llevar”.

Recordad al grupo de la sempiterna sonrisa como logo y lo que nos puede deparar el casi inminente futuro discográfico de Tim Staffell. Quizá no puedo reinar, pero ahí está su legado y el futuro por escribir.

 

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