Marwán. El hijo del refugiado, de Víctor R. Alfaro

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LIBROS

«Cabe agradecer al autor la forma con la que nos acerca a su biografiado, sutil a la hora de tocar su parcela íntima que explica sus canciones más autobiográficas»

 

Víctor R. Alfaro
Marwán. El hijo del refugiado
EFE EME, 2022

 

Texto: LUIS GARCÍA GIL.

 

Entre las idas y venidas, suspiros y desvelos de los cantautores atrincherados en los garitos de la noche madrileña, Marwán ha sabido situarse en un lugar especial con cinco discos que rezan como oficiales, desde el primero, Trapecista, hasta el más reciente, El viejo boxeador, cuya canción homónima supone toda una declaración de principios de quien se siente cómodo en la condición de outsider.

Pese a que el palabro cantautor merezca un revisionismo que lo saque de ciertos lugares comunes, dados por inamovibles, no cabe duda que Marwán representa el espíritu y la huella de aquellos cantautores que surgieron durante el franquismo y cuya obra trascendió, más allá de aquel contexto histórico de represión y censura en el que tuvieron que moverse. Marwán no solo establece un diálogo constante con aquellos cantautores determinantes, y más allá de aquellos con Sabina, sino que enlaza directamente con la generación posterior, que surge en los años noventa, en lo que se dio en llamar un renacer de la canción de autor en nuestro país con nombres como los de Pedro Guerra o Ismael Serrano, que siguen en primera línea, publicando discos con asiduidad. En el caso concreto del vallecano tiene una gran importancia en la propia trayectoria de Marwán, como documenta certeramente el madrileño Víctor R. Alfaro en esta recomendable biografía que ha firmado sobre el cantautor del barrio de Aluche.

Víctor R. Alfaro es parte además de este relato musical, testigo del Madrid cantautoril de principios del siglo veintiuno, a través, especialmente, de su programa radiofónico Al caer el sol, que presentó durante siete años y en el que dio cobijo a los sonidos de la canción de autor con atención para los consagrados, pero también para los que trataban de llegar para quedarse, algo muy difícil por otra parte. La mirada proyectada por Víctor sobre Marwán tiene la virtud de ser una mirada que va más allá del personaje retratado y documenta una época de músicos y cantautores cuasi equilibristas, que podían tocar, por ejemplo, en El Búho Real o encontrarse en Libertad 8, y se cruzan en las noches infinitas de Madrid. Esa intrahistoria de amistad a lo largo, citando a Gil de Biedma, y sueños con forma de guitarra, está muy bien contada.

Marwán dio su primer concierto en solitario en el año 2001, en el colegio mayor Santa Teresa. Ahí cabe situar el comienzo de una trayectoria ascendente que Víctor R. Alfaro conoce a la perfección, rastrea y cuenta en este libro en el que va desgranando, no solo las canciones, devenidas en himnos, que van llegando a la vida del músico, como “Meninos da rúa” o “La dictadura de la primavera”, sino también refleja las inquietudes literarias y poéticas que revela en otra serie de textos, algunos publicados originalmente en su propio blog. A ello añadir la circunstancia que la enseñanza orteguiana nos hace ver y que marca toda singladura vital y artística. Esa circunstancia está implícita en el título revelador de este libro, El hijo del refugiado, porque la sangre palestina de Marwán, el poso del origen, es fundamental para entender su compromiso con el mundo que le rodea y el lugar que lo social ocupa en sus propias canciones.

El hijo del refugiado permite adentrarse en la personalidad de Marwán y también en quienes han compartido con él parte del camino recorrido, un camino abierto a nuevos horizontes. Parte de ese camino lo ejemplifica el cantautor canario Pedro Guerra, que firma el prólogo del libro, y también el uruguayo Jorge Drexler, que rubrica el libro con un poema. Cabe agradecer, finalmente, al autor de este libro, la forma con la que nos acerca a su biografiado, sutil a la hora de tocar su parcela íntima o de rebuscar en sus lazos familiares o sentimentales que explican sus canciones más autobiográficas. Un libro trabajado con la propia complicidad de Marwán e indispensable no solo para sus seguidores sino para quienes estén en camino de serlo.

Anterior crítica de libros: Por la magia, de Manuel Moreno.

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