La Habitación Roja: Siguiéndose solo a sí mismos

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 “Hemos visto pasar a los grupos que intentaban poner bases electrónicas a las canciones, luego los que hacían todo ruido, luego todo tropical… Si vas persiguiendo las modas siempre llegas tarde”

 

Veinte años después de su fundación, La Habitación Roja mantiene un espacio propio, que ha revalidado con su último disco, “Sagrado corazón” y una intensa gira que recala en algunos de los grandes festivales del país. Javier Escorzo charla con Pau Roca.

 

Texto: JAVIER ESCORZO.
Fotos: JORDI SANTOS.

 

El año pasado La Habitación Roja celebró por todo lo alto sus veinte años de carrera y ahora, sin tiempo de descanso, publica “Sagrado corazón”, un disco lleno de excelentes canciones que demuestra que el último gran grupo español de los 80 nació en los 90. De todo ello hablamos con Pau Roca, guitarrista de la banda valenciana.

 

Corrígeme si me equivoco, pero creo que lleváis varios años en los que habéis ido enlazando el final de una gira con el lanzamiento del siguiente disco y no habéis parado.
Sí, han cambiado mucho los tiempos. Antes la industria dictaba cuándo había que sacar un disco, cuándo hacía falta. Si sacabas demasiados decían que el público se iba a agobiar. Si te paras a pensarlo, en los 60 y 70 los Beatles o los Rolling Stones sacaron sus mejores discos y sacaban tres por año. Al fin y al cabo es pop. Parece que lo normal es sacar un disco cada dos años, y cuando alguien me dice eso pienso que hacer doce canciones de pop en dos años tampoco es tanto, ¿no? Imagínate si no Beethoven o Bach. Nosotros no escribimos sinfonías ni óperas, sino canciones pop. Y estar dos años tocando sin añadir material nuevo… nos quemarían las manos si no metemos canciones nuevas, es lo que nos apetece. Afortunadamente hay suficiente gente que las escucha como para absorber esas canciones que sacamos. Para mí lo extraño es sacar un disco de diez canciones cada cinco años.

 

¿Sería este, como dice vuestra canción, el momento que siempre ha estado persiguiendo La Habitación Roja?
Sí, aunque tengo una eterna sensación de insatisfacción. Cuando hago un disco no es que me deje de gustar, me apetece mucho tocarlo en directo. Pero en cuanto saco un disco veo algo que podría haber hecho mejor. Tampoco somos un grupo con un disco digamos clásico, que todo el mundo coincida en que es nuestro mejor disco, quizás eso nos hubiese marcado más de cara al resto de trabajos. En nuestro caso está muy repartido, cada uno tiene su favorito, eso hace que no tengamos que compararnos con uno en concreto y que podamos ir más por libre cada vez que nos metemos en un estudio.

 

No sé si es fruto del buen momento que vivís como grupo o de vuestras vivencias personales, pero os ha quedado un disco muy positivo.
Sí. Siempre jugamos con más canciones de las que luego van en el disco, y haciendo la selección final no lo pensamos, pero viéndolas todas juntas y escuchando el disco completo, es cierto que tiene coherencia hacia ese sentido, aunque no fue algo premeditado. Es verdad, es un disco esperanzador.

 

Vuestro caso es curioso, porque escribíais canciones con trasfondo político y social cuando muy pocos grupos de vuestra escena lo hacían, bastantes años antes del 15M. Sin embargo ahora que muchos grupos empiezan a meter mensajes sociales en sus discos, sacáis un disco totalmente alejado de la política y centrado en los sentimientos personales.
Sí, ahora hemos sacado la reedición de “Nuevos tiempos”, cuando se cumplen diez años de su publicación, y ahí está la que posiblemente sea nuestra canción más lograda en ese sentido, que es ‘Van a por nosotros’, utilizada varias veces para documentales sobre el 15M y en varios vídeos de Youtube sobre esos temas, cosa que nos alegra mucho. Pero sí, quizás haya sido por lo que tú has dicho: ahora parece que toca hacerlo, y como nosotros ya lo hicimos, decidimos pasar a otra cosa. Siempre hay pinceladas, pero no nos apetecía que fuesen tan explícitas. Ahora que parece que ya está todo en marcha, nosotros nos dedicamos a otras cosas. Es lo que está pasando en algunas ciudades como Valencia, que ha habido un cambio y yo creo que ahora es momento de tener calma, de construir y de disfrutar lo que está pasando, no de quejarse.

 

Eso que dices va un poco en línea con el estribillo de vuestro single, ‘You gotta be cool’, que dice: “El calor aprieta, arde la ciudad, 37 grados y mucho que cambiar, los días de furia han quedado atrás, no pierdas la calma, tú tienes calidad”.
Esa canción, aunque no lo parezca, es nuestra canción política más encubierta. Va sobre el cambio de gobierno en Valencia, pero todavía nadie lo había pillado.

 

Bueno, el hecho de apelar a la intimidad y a sentimientos positivos no deja de ser otra forma de responder a la realidad.
Claro, siempre digo que el arte tiene sentido en sí mismo y que nadie tiene que sentirse obligado a comprometerse. Si alguien quiere pintar farolas o geranios, o escribir canciones sobre el cielo, está en su derecho, hay un poco de presión para que todo el mundo se moje, y creo que el arte, afortunadamente, está aparte, es más duradero y no hay ningún tipo de obligación. Nosotros, cuando no podíamos más, lo expresamos de una manera determinada en algunas canciones, pero ahora nos apetecía hacer otra cosa más hacia dentro que hacia el mundo.

 

Creo que el título hace referencia a ese concepto: lo sagrado, lo puro, lo que sale del corazón, frente a otras cosas de fuera que pueden estar más contaminadas.
Sí, es un posicionamiento en ese sentido. Tratar ese tipo de temas más sensibles es un posicionamiento en sí mismo. Cualquier decisión implica un posicionamiento, aunque muchas veces no seas consciente de ello.

 

 

En entrevistas de otros discos decíais que La Habitación Roja no tenía canciones bailables. Hace unos años grabasteis ‘Ayer’, que podía ser un conato de eso, y en este disco están ‘Nuestro momento’ y ‘La deriva continental’, que me parecen de lo más bailable de vuestro repertorio.
Yo me prodigo mucho pinchando, y muchas veces le decía a Jorge (Martí, cantante de La Habitación Roja) que no teníamos canciones bailables. Porque además ahora no es como cuando yo era joven, que bailábamos a los Smiths. Hoy en día tienes que poner baile puro y duro, porque si no la gente se va a otro garito. El remix que hizo Dorian de ‘Ayer’ quedó muy bailable, a mí me gustó mucho. Y en este disco nos propusimos que las dos canciones que teníamos más bailables las íbamos a hacer bailables del todo. Para ‘La deriva continental’ nos fijamos más en Tahiti 80 o Cardigans, cosas también más setenteras también. Pero sí, puede que nunca hayamos tenido dos canciones tan bailables como esas.

 

Musicalmente me parece un disco muy ecléctico, tocáis muchos de los estilos que habéis abordado a lo largo de vuestra carrera. Por ejemplo, ‘La vida es muy corta’ podría estar en cualquiera de los discos que grabasteis con Steve Albini.
Sí. Como todo lo que hacemos suena a La Habitación Roja, en este disco hemos intentado poner una canción con tres capas de guitarras distorsionadas y muy ruidosas, como es ‘La vida es muy corta’, y luego ‘24 de marzo’, que estéticamente podría haber sido escrita en 1970 y arreglada por alguno de los arreglistas de Serrat. Pones las dos juntas y no choca demasiado. Hay gente que dice que siempre hacemos canciones parecidas, pero si las analizas tocamos bastantes estilos distintos. Lo que sí pretendemos es llevarlas hasta el final: si es una balada, que sea una súper balada. Si es una canción distorsionada, que sea súper distorsionada. Y al final nunca nos pasamos, siempre nos quedamos cortos. ¡No podemos evitarlo! (risas).

 

Mencionas ‘24 de marzo’ y me da la impresión de que hace años no hubieseis podido componer una canción como esa. Primero porque supongo que con la experiencia habréis ido ganando oficio para componer y arreglar, pero sobre todo porque no sé si os hubieseis atrevido a daros rienda suelta y hacer semejante baladón. Creo que igual os hubieseis cohibido, ¿puede ser?
Sí, quizá sí. Coyunturalmente, aquello que se llamaba antes indie, que ahora mismo no sé muy bien qué es, surgió como reacción a una radio con cosas muy chungas. Nosotros menos, pero sí que los grupos fueron en bloque contra una forma de hacer las cosas, y yo creo que está bien. Es como matar al padre, psicológicamente hablando. Quizá hace quince años no nos hubiésemos atrevido a hacer una canción así, porque todavía estábamos un poco enfurruñados, con muchas ganas de reivindicar otras cosas. Y de repente nos sentimos más libres. Como bien dices, tal vez técnicamente tampoco habríamos podido permitirnos hacer una canción así.

 

 

Creo que es cierto que los grupos de vuestra generación mostraron un rechazo hacia la música española de décadas anteriores, pero hay un cambio de tendencia. Vosotros con esta canción que parece canción melódica, Elefantes ha grabado con Sidonie y Love Of Lesbian una versión de Perales, en el último disco de Love Of Lesbian colabora Serrat, El Meister de Arizona Baby grabó una versión de Chicho Sánchez Ferlosio, Los Planetas o Sr. Chinarro se acercan al flamenco… Hay como una cierta reconciliación con el pasado, ¿estás de acuerdo?
Sí, y eso que nosotros siempre fuimos un grupo que estuvo en medio, porque siempre fuimos fans de Gabinete Caligari y de Radio Futura, desde el principio los mencionábamos en las entrevistas. Por eso siempre hemos cantado en castellano. La dama se esconde… Ese tipo de grupos siempre han estado muy presentes en nuestra música. Pero quizá tirábamos más hacia otras tendencias, sobre todo estéticamente. Y quizá ahora sí que se está empezando a revisar todo lo que había, y realmente había canciones muy buenas.

 

No olvidemos que vosotros grabasteis dos EP (“Para ti” y “Para ti Vol. 2”) con versiones de canciones del pop español de Gabinete, Paraíso, Golpes Bajos… Siempre os he visto como herederos de aquellos grandes grupos de los 80. Primero, porque cantabais en castellano, lo cual ya os distinguía de la mayoría de bandas contemporáneas a La Habitación Roja.
Sí, hubo una época en la que grupos como Gabinete estaban mal vistos, pero no por nosotros. Sobre todo Jorge (Martí, cantante) y Jose (Marco, batería), que escuchan mucha música española; especialmente Jose, que el setenta por ciento de lo que escucha es nacional. Hubo una época muy buena con grupos como Polanski y El Ardor. Ahora revisas todos aquellos grupos y alucinas. La Mode… Hasta los grupos que no nos gustaban, como Mecano, tenían una personalidad muy marcada. Y tenían canciones muy buenas, que es algo que yo ahora echo en falta. A un grupo que no te gustaba tenías que reconocer que hacía canciones buenas. ‘Perdido en mi habitación’ es un temazo, y a mí nunca me gustó Mecano. Ni Hombres G, pero de repente sacaban canciones buenas y lo tenías que reconocer. Y no te digo nada de los grupos que sí nos gustaban, que hay mucho que rascar ahí.

 

Es otra cosa que habéis heredado de aquellos grupos: habéis hecho grandes discos, pero por encima de todo sois un grupo de canciones. De grandes canciones.
Nosotros hemos visto pasar a los grupos que intentaban poner bases electrónicas a las canciones, luego los que hacían todo ruido, luego todo tropical… Si vas persiguiendo las modas siempre llegas tarde. Siempre hemos tenido como prioridad que la canción fuese buena. Muchas veces nos ha dado pena que una canción podía tener un ritmo de batería buenísimo, o una línea de guitarra chulísima, pero si no nos parecía buena la desechábamos, aunque tuviese cosas interesantes. De ahí que podamos seguir tocando canciones hechas hace veinte años.

 

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“Pertenecemos a una época en la que el pop español no ha sido masivo, y ahora tampoco lo es. No sé si es merecido o no”

 

Sin embargo, con los grupos de los 80 pasó algo que no sucedió con vosotros, y es que en un momento dado consiguieron dar el gran salto al éxito masivo. Honestamente, ¿tú crees que llegáis a todo el público que merecéis llegar? Supongo que será difícil para ti, que eres parte implicada, contestar a una pregunta como esa. Si quieres no personalicemos en La Habitación Roja, extiéndelo a todos los grupos de vuestra generación.
Mira, ahora que están saliendo todos estos libros cuestionando toda nuestra generación, siempre pongo el mismo ejemplo para poner las cosas en perspectiva: La Unión ha vendido más discos que todos nosotros juntos. Coges a Los Planetas, a La Habitación Roja… a todos los que quieras. Sumas los discos que hemos vendido entre todos, lo multiplicas por tres y sigues sin llegar a los discos que vendió La Unión. A veces hay mucho cuestionamiento, pero está claro que el nuestro es un género que no ha triunfado. Hay gente que se queja de que siempre están los mismos grupos, pero nunca verás a Los Planetas en una plaza de toros, por ejemplo, y antes sí veías a Hombres G o El Último de la Fila en plazas de toros. Pertenecemos a una época en la que el pop español no ha sido masivo, y ahora tampoco lo es. No sé si es merecido o no. Lo que sé es que en mi época Los 40 Principales ponían música mucho más interesante que ahora, ponían a Blur, a Oasis, a Metallica, a Guns And Roses, a Madonna, y a todos los grupos españoles que salían. A nosotros nos llegaron a poner una vez cuando salimos, que no éramos nadie, porque ponían nuevos grupos. Ahora ha cambiado la cosa, las radios ya no apoyan a los grupos que salen, mucha gente solo escucha hits antiguos.

 

Creo que ese ha sido el error de las radios, que se han suicidado, han perdido todo el poder y las influencia que tuvieron en el pasado. Yo de pequeño escuchaba Los 40, pero ahora no conozco a nadie que lo haga.
Ahora es una cosa que ni te planteas, se han separado totalmente del modelo que siguieron. Antes tenían mucha fuerza y apoyaron mucho a los grupos de la época, ya no. Luego está la televisión, creo que somos el único país en el mundo en el que no hay ni un programa de música en la tele. Antes había muchos espacios. El otro día vi un vídeo de aquel programa que se llamaba Plastic, que trajeron a Go-Betwens. Hoy sería impensable.

 

Todo eso posibilitaba que en España hubiese clase media musical. Había algunos grupos que eran muy grandes, y luego había muchos grupos que, sin llegar a tanto, podían desarrollar su carrera de una manera desahogada.
Sí, está claro.

 

De todas formas, que tampoco quede un sabor derrotista, porque a vosotros os va muy bien. Este disco lo presentasteis en la Joy Eslava y agotasteis las entradas, en la gira anterior tocasteis en La Riviera, estáis yendo a Sudamérica…
No, por supuesto. Y está muy bien, estamos muy cómodos en nuestra posición, pero está claro que son otro tipo de logros. Tenemos un público que nos gusta mucho, que también nos permite hacer cosas como sacar la edición extra en vinilo, reediciones… Gente que nos permite hacer canciones más difíciles también. Estamos muy satisfechos.

 

Y que llevar veinte años, o veintiuno ya, como en vuestro caso, es todo un logro.
¡Es una locura! (risas).

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