Karaoke, de Suu

Autor:

DISCOS

«Canciones fácilmente asumibles, agradables y afines a lo que en tiempos se llamó música ligera»

 

Suu
Karaoke
HALLEY RECORDS

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Si algo, entre las muchas virtudes que la alientan, destaca en la carrera de Suu, es su extrema juventud. Entendámonos, los veintidós años que le ha brindado la vida a Susana Ventura, no son una condición que por sí misma sea digna de alabarse, pero sí lo es el que desde los dieciocho y desde su salida a la plaza de Instagram haya obtenido premios, haya participado en festivales importantes y haya editado tres elepés que demuestran que su personalidad artística ya está forjada: una mezcla entre las cantautoras de cariz sentimental, el pop más colorido y la electrónica, que dota a sus canciones de alma y cuerpo –incluso bailable–, de emoción y magnetismo.

En el elepé que acaba de presentar la artista barcelonesa tiende, eso sí, a potenciar el tono que marcaron los ochenta y los noventa, no en vano la perfecta recreación del hit de Radio Futura “Enamorado –en su caso enamorada– de la moda juvenil” da vigor a esa electrónica primitiva y juguetona, como si aún pudiéramos salir a la calle y observáramos la urgencia de algo que ha de venir, y que ese algo ha de ser muy pop. En el fondo, lo que hace Suu es apostar por la música urbana, pero no en el sentido que se le ha dado últimamente, sino en el vector colorista: neones mucho más que asfalto.

Porque Karaoke es eso, la potencia de una tarde de verano a su edad, la idea de que todo es tuyo y que las derrapadas sentimentales son únicamente eso, el susto y a seguir tu camino. Es un disco festivo en que la noche y el amor la acompañan a una fiesta, como canta en el tema que abre el conjunto, le da título y empapa todo con una sensación de optimismo.

Son, las ocho composiciones que integran el disco, canciones fácilmente asumibles, agradables y afines a lo que en tiempos se llamó música ligera, “Creo (que TK)” lo demuestra. Y no es fácil hacerla –ligera no es sinónimo de banal– y conjugar aparente sencillez y perfección en el moldeado. Incluso se atreve con algunos destellos yeyé en la impecable “Nota de voz”.

Las dos canciones en catalán son más afines al espíritu de las cantautoras, con un “Pur”, recuerdo a los amigos en tiempos de pandemia, y un “Tu a Menorca i jo a L’Escala” que cuenta con claves y claridades mediterráneas. También con una base que enamora por su naturalidad y encanto, pero con el añadido de algo tropical, aparece “Boom”, dicharachera y magnética.

Y justo en mitad del disco, para que gire todo alrededor como un carrousel, se presenta “De ti para mí”, un baladón lleno de pasión, con su caja de música, su punto soul y su diseño a lo girl groups. De esas canciones que llenaba las discotecas de esencias eróticas en las lentas. Con todo ello, Suu resuelve un tercer disco lleno de consistencia y ligereza, con canciones que seguramente no marcarán un camino en la historia del rock, pero que siempre tendremos para esos momentos de euforia juvenil que –como el género en que se desarrollan– nunca deben faltar.

Anterior crítica de discos: Warm Chris, de Aldous Harding.

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