Jorge, una travesía de Coque Malla

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«Cada uno de los testimonios, breves y certeros, desvelan un aspecto del músico madrileño que va más allá del talento innegable para cincelar acordes y versos»

 

Lasdelcine presentan Jorge, una travesía de Coque Malla, un documental que recorre la azarosa vida artística del músico madrileño, con los testimonios de compañeros de oficio, periodistas, familia y amigos que han seguido sus pasos en estos cerca de cuarenta años de aventura discográfica. El 20 de enero llegará a los cines. Una crítica de Marta Sanz.

 

Texto: MARTA SANZ.

 

Se comete a menudo el error de trazar la trayectoria de un músico a golpe de discografía, como si esta lo definiera entre cifras de ventas y grandes éxitos. En este sentido, no es la de Coque una biografía desconocida. En solitario o como Ronaldo, es fácil nombrar —y tararear— canciones, discos y directos. Sin embargo, el primer acierto del documental que ahora se estrena, Jorge, una travesía de Coque Malla, dirigido por Cristina y María José Martín Barcelona, Lasdelcine, está en su enfoque. Porque el poso de esas casi dos horas de metraje no es el camino recorrido, sino el valor de cada paso dado.

En lo referente a su carrera como compositor, Coque Malla ha sido siempre generoso en la autoevaluación y el análisis de sus trabajos. Lo hemos leído en el libro Coque Malla. Sueños, gigantes y astronautas, de la periodista Arancha Moreno, o presenciado en directo en su reciente confesión teatralizada. Pero en su producción, Lasdelcine toman una decisión arriesgada: robarle la voz cantante al protagonista. Escucharemos, por su puesto, recuerdos de Coque, pero engarzados en un crisol de memorias que lo han observado durante más de cuarenta años desde diversas distancias.

Encontramos la mirada cercana de la infancia en su hermano Miguel, que lo ha visto crecer, caerse y volver a crecer, o en su amigo Alberto San Juan, que lo acompañó en los primeros pasos de su andadura musical. Recordamos el estallido de Los Ronaldos, un grupo tan eterno que cuesta creer que tuvo un principio y un final, y el análisis calmado de un éxito nada azaroso. De esa época también hacen su semblanza de Coque desde la platea personas como Dani Martín o Iván Ferreiro, admiradores de su música y su clase sobre el escenario entonces, y artistas que formarían parte importantísima de su carrera después. También es muy valiosa la aportación de profesionales del sector, como David Bonilla o Suso Saiz, o la narración templada de periodistas como Arancha Moreno o Jesús Ordovás.

El documental se adentra en las etapas menos amables de la travesía de Coque, en las que descubrimos no solo la admirable tenacidad del cantante, sino también un retrato crudo de la industria en la que transita (y de esa masa informe que llamamos público, y que tiende a tratar al artista según el tamaño del foco que lo alumbre). Cada uno de los testimonios, breves y certeros, desvelan un aspecto del músico madrileño que va más allá del talento innegable para cincelar acordes y versos, del tipo que dejó pasar pocos trenes de largo, que se subió hasta en los más destartalados, borrando continuamente la línea que el horizonte le marcaba. Y es que, como dice Ariel Rot, «la carrera de Coque deberían estudiarla en los colegios, porque es como una remontada épica».

Cuando escuchamos a los músicos que lo han acompañado durante todo este tiempo hablar de su terca inconformidad ante cualquier cabo suelto en directos o grabaciones, podemos entender por qué sus conciertos son pura maestría, como una coreografía perfectamente orquestada. Incluso la atípica historia que le unió a Macarena, la que es hoy su mujer, tiene algo de epopeya. Y aunque cada suceso pueda parecer serendipia, uno intuye al final que la casualidad tiene poco que ver en todo esto.

Porque cada una de estas anécdotas, con pasos embarrados y peldaños al éxito, no son contadas tan solo en primera persona, sino dibujadas por multitud de voces que le dan mayor verdad. En un ejercicio de finísima artesanía, Lasdelcine las entrelazan de forma ágil con vídeos, fotos y canciones. Y aunque nos adentremos en Jorge, una travesía de Coque Malla con la intención de conocer un poco más al cantante, descubriremos con el acorde final que también hemos aprendido mucho de la vida.

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