Imarú Aldo, directora del Tomavistas: «Una oferta de calidad variada y sin agobios»

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Los tres directores del Tomavistas: José Gallardo, Imarú Aldo y Willy G. Blesa.

«En Tomavistas creemos, no tanto en un estilo de música, sino en la calidad de los grupo o artistas; y eso es lo que buscamos ofrecer»

 

Los próximos 24 y 25 de mayo vuelve a Madrid uno de sus festivales insignia, el Tomavistas. Una edición cargada de novedades, de un cartel imponente (nacional e internacional) y de una conciencia sostenible. Hablamos con Imarú Aldo, su directora.

 

Texto: SARA MORALES.
Fotos: EQUIPO DEL TOMAVISTAS (Foto 1 y 2), ADRIÁN YR (Foto 3).

 

Ni es macro, ni es micro. Es el festival perfecto para quien huye de las masificaciones. Sin agobios, sin salirse del perímetro de la ciudad, con un cuidado especial por el bienestar de los asistentes y con una oferta musical que este año, en su octava edición, pasa por un cartel de infarto a cargo de bandas internacionales como Phoenix, The Jesus and Mary Chain o Belle and Sebastian y bandas nacionales como Los Estanques, Hinds, Pipiolas o La Luz.

Imarú Aldo, quien ha visto crecer al Tomavistas como una de sus fundadoras y directoras, nos pone al corriente en esta charla de por qué este festival sigue siendo la apuesta asegurada en el ocio de Madrid.

 

Es imponente la manera en la que está creciendo el Tomavistas año a año, edición a edición. ¿Cuál ha sido la fórmula para asentarse en la escena y despuntar de esta manera?
Tomavistas nace en 2014 con una oferta totalmente nacional, celebrándose en el Hipódromo. En 2015 no pudimos hacer nada y, en 2016, ya empezamos en el parque Enrique Tierno Galván con una contratación que ya incluía algunos nombres internacionales. Hemos ido creciendo a nivel sostenible, es decir, crecer teniendo en cuenta en todo momento a los asistentes, al público que podemos albergar. Y ya, a partir de ahí, también se condiciona la contratación artística.

Asistimos a un tiempo de sobreabundancia de todo en general, y el nicho de los festivales no se libra. ¿Cuesta diferenciarse del resto de propuestas festivaleras del país y, en vuestro caso en concreto, de Madrid? ¿Cuáles son vuestros puntos fuertes?
Es un festival que se diferencia mucho por el cartel que ofrece, por la producción y porque, al final, es un plan que nosotros creamos para nosotros mismos; es decir, lo que nos gustaría ver y vivir a nosotros como asistentes. Intentamos huir de las masificaciones, intentamos dar una oferta de calidad para el público y las familias —pensando también en que si quieren pueden asistir los niños acompañados— en un entorno seguro y sin agobios.

Este año habéis apostado por La Caja Mágica como recinto, tras haber tenido el Parque Tierno Galván durante años como sede oficial y haber pasado también por IFEMA. ¿A qué se ha debido el cambio?
Es cierto que el parque Tierno Galván es un espacio muy emblemático en la historia del Tomavistas, pero también es verdad que, como comentábamos, el festival comenzó en el Hipódromo y también hemos pasado por IFEMA. Este año ha habido un cambio de corporación y no se han tenido claras las condiciones en las que se podía acometer el festival y el recinto hasta hace dos meses, así que no podíamos arriesgar a empezar a trabajar en una producción para diez mil personas y que luego nos dijeran que debían ser siete mil, por ejemplo. O que te digan que no puedes tener cierta oferta gastronómica… Era cuestión de adelantarse a lo que podía pasar y así lo hemos hecho.

¿Con qué aforo va a contar el Tomavistas este años, entonces?
En la Caja Mágica caben 45.000 personas, pero nosotros vamos a contar con 16.000. El año pasado en el recinto del Enrique Tierno Galván acogimos a 7.000 u 8.000 personas, así que este año en la Caja Mágica va a ser el doble.

¿Y qué otras novedades, además del espacio, va a traer la nueva ubicación?
A nivel producción va a ser completamente diferente. En el parque, por ejemplo, no podía entrar un tráiler y eso ya era un límite, nos condicionaba bastante porque hay bandas que para traer su espectáculo y sus propias producciones necesitan venir con tráiler; así que esto ya nos estaba limitando a la hora de tener que descartar a ciertos grupos y demás. Ahora no, ahora ya tenemos esa posibilidad, ya podemos acometer esa producción y, por eso, vamos a poder contar este año con bandas más grandes. Luego también, por ejemplo, en cuanto al transporte, es importante destacar que el público va a poder seguir asistiendo al Tomavistas en transporte público, en Metro (San Fermín-Orcasur), además de los taxis. El festival sigue estando en Madrid, no en el extrarradio.

 

Imarú Aldo, directora del Tomavistas.

«Intentamos huir de las masificaciones y ofrecer un entorno seguro»

 

¿Va a haber más escenarios que otros años?
Van a ser cuatro escenarios. Al final, con todo este crecimiento que estamos teniendo en la oferta del cartel por parte de bandas internacionales, y siendo el festival de solo dos días, no nos quedaban slots. Para poder seguir apostando por la música emergente y por las bandas emergentes nacionales, necesitábamos añadir un escenario más. Y en cuanto al tamaño son todos muy parecidos.

¿Nos va a tocar correr de un escenario a otro por los solapes?
Que se solapen algunos conciertos es inevitable, teniendo en cuenta que el festival, además, dura dos días.

Cuando celebrabais el festival en el Tierno Galván el compromiso con el entorno natural conllevaba un especial cuidado al tratarse de un espacio verde. ¿De qué manera estáis teniendo que trabajar en la Caja Mágica en este sentido?
Hemos estado nominados al premio «Festival sostenible». Es cierto que desde el principio empezamos a ser muy coherentes con todo el tema de la sostenibilidad, el reciclaje y la selección de residuos, el cuidado del entorno y del medio ambiente… Utilizamos iluminación LED, reutilizamos las lonas y la señalética… Cada detalle en este sentido juega un papel importante para intentar hacer el festival lo más ecológico posible; además, nosotros, a nivel particular desde la organización, somos gente con mucha conciencia ecológica.

Un cartel tremendo en el que, cada vez, figuran más nombres internacionales, habiendo sido la apuesta por la escena nacional vuestra baza siempre, vuestra mayor característica… ¿Qué os lleva a apostar por la escena internacional cada más?
En realidad siempre ha habido un interés por la escena internacional en Tomavistas. A lo largo del tiempo hemos tenido de cabeza de cartel a Goldfrapp, a Beach House, a Ladytron, a Suede, a Jarvis Cocker… Sí que es verdad que el año pasado fue mucho más nacional, pero fue así por un tema estratégico: como volvíamos a celebrar el festival en el parque Tierno Galván, queríamos hacer algo más orientado a nuestra escena, más local. También es verdad que la propia evolución y crecimiento del festival te lleva a contar con un mayor presupuesto y eso también se acaba notando en la contratación de las bandas.

Phoenix, Belle and Sebastian, Editors, Jesus and Mary Chain… Menuda colección foránea la de este año…
Sí, es inceíble. Hemos querido tener en cuenta bandas que han lanzado disco este año o recientemente, grupos que están girando actualmente y que por fechas nos pudieran cuadrar…

¿Tenéis en cuenta algún patrón estilístico y sonoro a la hora de diseñar el cartel?
No hay una línea estilística concreta, de hecho, en este cartel se ve más que nunca la variedad y el eclecticismo que tiene Tomavistas. El postpunk de Jesus and Mary Chain, el indie rock francés de Phoenix, hay pop, hay indie… hay de todo. Creo que a nadie le gusta solamente un género, ¿no? Queremos abrir el festival a todo el público posible.

 

«Es importante destacar que los asistentes va a poder seguir viniendo al Tomavistas en transporte público»

 

Aun así, entiendo que habrá palos que nunca tocaréis… Quiero decir, el Tomavistas nunca se convertirá en un festival de reggae o trap.
No se convertirá nunca en un festival de reggae o trap, pero hemos tenido a C. Tangana, a la rapera neoyorkina Princess Nokia, la vanguardia de Sen Senra… En Tomavistas creemos, no tanto en un estilo de música, sino en la calidad de los grupos y de los artistas; y eso es lo que buscamos ofrecer.

¿Estáis especialmente satisfechos y orgullosos de la aparición de alguno de estos nombres (nacionales e internacionales) en el cartel de este año?
Nos hizo mucha ilusión conseguir a Phoenix, es una banda que nos gusta mucho a todos. El día que nos confirmaron que sí venían fue bastante subidón. Y también nos hace especial ilusión la presencia de bandas nacionales como Repion, La Luz, Hinds, Pipiolas, Melenas, Los Estanques…

A la hora de elaborar el cartel, ¿intentáis mantener un equilibrio o paridad entre bandas/artistas femeninas y masculinas?
Lo tenemos en cuenta y trabajamos sobre ello, sí; pero también es cierto que no siempre es sencillo conseguirlo. En la elección de un cabeza de cartel entra en juego que sea un artista o banda con una trayectoria histórica, y es cierto que hay menos mujeres con ese tipo de trayectoria que hombres, por desgracia es una realidad. Nosotros conseguimos ser más pares en las líneas medias, pero ya no solo porque tengamos como objetivo esa paridad, es que, hay muchísimo contenido de mujeres maravillosas haciendo cosas maravillosas. Para nosotros no es una obligación, es un placer. Puedo decir que el Tomavistas es de los festivales que más cumple con ese equilibrio y es una maravilla poder decir esto. Tanto es así que hemos recibido un «premio FEST» por este motivo.

¿El precio de las entradas a los conciertos y festivales, que se ha elevado con los años como todo en general, es una burbuja que terminará explotando?
El tema es que se están elevando los precios de todo. De todo. En un festival, además del caché de los músicos que se eleva también en función de la oferta, también está todo lo demás: el sueldo de los trabajadores, el gasoil para los generadores, la cerveza que se compra al mismo precio que la compra un bar… Esto es así y está así para todos, todo está subiendo. También es verdad que en España venimos de estar acostumbrados a que los conciertos tuvieran un precio muy bajo, ya fuera porque el promotor lo podía asumir o porque en general hemos sido un país con unos costes más bajos que otros… por lo que fuera. De todos modos, no me parecen precios escandalosos teniendo en cuenta que vas a disfrutar de quince conciertos en un día. ¿Cuánto pagaría alguien por ver a Jesus and Mary Chain una noche? Creo que proporcionalmente las cuentas salen rápido.

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