Hello, I’m Britti, de Britti

Autor:

DISCOS

«Llama la atención encontrarse con un disco tan sereno, delicado, inteligente y puro firmado por una debutante»

 

Britti
Hello, I’m Britti

EASY EYE SOUND / CONCORD – MUSIC AS USUAL, 2024


Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Llama la atención encontrarse con un disco tan sereno, delicado, inteligente y puro firmado por una debutante. Es lo que ofrece Britti (de nombre real Brittany Guerin) en su primer álbum, de título menos afortunado, Hello, I’m Britti. Todo empieza a cobrar sentido conociendo sus antecedentes: cantando desde niña, ha pasado años trabajando en una tienda de música mientras componía canciones incansablemente esperando una oportunidad.

Esta le llegó el día en que hizo una versión de un tema de Dan Auerbach (The Black Keys), concretamente “Whispered words (pretty lies)”. Tras colgarla en Youtube, su autor llegó a escucharla y quedó hechizado. Lo siguiente fue pagarle un billete desde su Nueva Orleans natal hasta Nashville para juntos empezar a dar forma a canciones que Britti llevaba en forma de bocetos y que han acabado por conformar este disco.

Si hay un referente claro para guiar a quien no la haya escuchado con anterioridad, ese sería el disco Dusty in Memphis, de Dusty Springfield. Hay en ambos una melancolía similar, un tono compartido y un amor claro por el soul de los años sesenta. De hecho, Britti tiene a Otis Redding como su cantante favorito y, avanzando unos años, también a Sade, un referente claro en la canción “Nothing compares to you”.

Entre el soul, el country y el pop de los sesenta y setenta, pero sin sonar retro, Britti contiene en la mayor parte del álbum su emocionante voz, que se intuye puede alcanzar cotas mucho más poderosas. En lugar de llamar la atención desatando su voz, opta por expresarse sin alardes. Y lo hace con un hilo común en todas sus canciones, el amor, sin el mínimo atisbo de ironía. De hecho, lo que prendió la mecha en ella para decidirse a apostar todo a la música fue una ruptura amorosa. Le dolió, y mucho, pero a nosotros nos ha dado, para nuestro regocijo, una artista que despunta en todo lo alto.

Anterior crítica de discos: Tatuajes, de Mayte Martín.

 

Artículos relacionados