El mago Juan Perro nos encandiló a todos

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En una noche inolvidable, Santiago Auserón, vestido de Juan Perro y acompañado de Joan Vinyals, cerró los conciertos del XV aniversario de Efe Eme ofreciendo un concierto de los que hacen época.

 

 

Juan Perro
31 de enero de 2014
La Rambleta, Valencia (Concierto del XV aniversario de Efe Eme)

 

 

Foto: JUAN LIMOUSINE.

 

 

Era la noche con la que cerrábamos los conciertos del XV aniversario de EFE EME y queríamos hacerlo con Juan Perro, el alias bajo el que se refugia Santiago Auserón, una de las leyendas mayores del rock español, en esta ocasión para que presentara «Casa en el aire», el espectáculo que mantiene junto al guitarrista Joan Vinyals con el que repasa lo mejor de su repertorio en un formato íntimo, a dos guitarras y en riguroso acústico. Una forma de presentar las canciones próximas a como fueron compuestas. Sin artificios, completamente desnudas, solo engalanadas por los ricos arreglos de guitarra.

La noche, en La Rambleta, con un sonido excepcional, además suponía el estreno de la nueva gira de este año, con cambio de repertorio y con el estreno de tres nuevas canciones, que cayeron poco a poco: ‘En la frontera’, ‘Caetano’ y ‘La zarabanda’. Temas que, suponemos, pasarán a formar parte de su próximo álbum de estudio. Entremedias, se pudieron escuchar desde composiciones de su último trabajo, como ‘Río negro’ a ‘Nave estelar’, pasando por clásicos como ‘Fonda de Dolores’ (poniendo a bailar al respetable’), ‘Charla del pescado’ o la incandescente ‘No más lágrimas’. Todo ello haciendo alarde de su enorme capacidad canora y magnetismo, crecido y apoyado en un Joan Vinyals que es  guitarrista de excepción y escudero perfecto para este formato. Auserón desplegó todas sus armas, haciendo que brotara la magia, encandilando a un público que, por momentos, guardaba un silencio casi religioso, atento a cada nota, a cada matiz, deseoso de no perderse nada y que se arrancaba en atronadores aplausos al finalizar cada tema, muchos de ellos rematados por improvisaciones mano a mano entre Auserón y el «Dimoni» (así se refería Auserón a él, con mucho humor, a lo largo del concierto) Vinyals.

Al acabar, Santiago Auserón aparentaba estar pletórico (feliz, nos confirmaría minutos después de abandonar el escenario), tan emocionado como los presentes mientras recibía una enorme ovación con el público puesto en pie mientras él desde el escenario respondía como podía a tanto cariño. Y como los más grandes, decidió regalar dos temas más, fuera de programa, sendas versiones con las que tratar de entender el viaje andado por Juan Perro en estos últimos veinte años: el estándar estadounidense ‘Flamingo’, que mira hacia nuestro mundo latino, y un bolerazo de don Benny Moré. Dos canciones con las que, por si quedaban dudas, Auserón sacó su lado interpretativo más vocacional y entregado: parecía estar cantando para él, como en una reunión íntima con amigos… Los presentes, desde luego, no olvidaremos esta velada perruna. Pura magia.

 

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