El libro de los adioses, de Ramón Pernas

Autor:

LIBROS

«Una novela de vejez y sensaciones en la que se encajan rémoras del pasado y los personajes buscan perdidamente quiénes fueron»

 

Ramón Pernas
El libro de los adioses
ESPASA, 2019

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

El libro de los adioses es un juego a tres bandas en el que las relaciones son sutiles y los afectos tenues y verdaderos. Un escritor a punto de cumplir ochenta años, retirado de los libros y con ninguna ilusión ni ánimo de escribir, es reclamado por su editor para que dé a la imprenta una nueva obra que coincida con este aniversario. Como secretaria personal, y para que vigile sus progresos y escriba una biografía, el editor toma a una brillante estudiante que años atrás se había obsesionado con las obras del maestro. Como tercer ángulo encontramos al crítico de un periódico de la Transición, especializado en autores que desertaron como las dos Ana María, Matute y Moix.

Leonardo del Río, con la edad, añora cada día más su pequeña aldea gallega y se ha retirado de la vida social. Ni siquiera acude a las sesiones de la Real Academia, a pesar de la insistencia de Pérez Reverte, que es uno de los autores con quien guarda amistad. Uno de tantos, puesto que por la novela desfilan Borges, Cunqueiro, Cortázar o Benet, a veces con historias reales, a veces inventadas, a veces exageradas. Amanda, la biógrafa, procura animarlo a salir ahora que se postulan homenajes y Premios Cervantes, y Ricardo, el periodista, tiene una charla con él en cada visita de los jueves y lo trata como a un mentor.

Cierto es que la novela tiene algo de metaficción, es en parte la historia de cómo se escribe ese último libro, pero Ramón Pernas no explota este camino y sí el de las relaciones en el triángulo. En un estilo que roza aromas de lírica sin entrar en ella, es una novela de vejez y sensaciones, se encajan rémoras del pasado y los personajes buscan perdidamente quiénes fueron. Leonardo del Río tuvo una relación amorosa en París, una etapa oscura de su vida de la que nunca ha querido hablar.

Toda la novela parece destinada a preparar esta historia de amour fou que dejó marcada una herida y que explica él mismo al final. Y la obra entera parece también destinada a que se abra un amor en la vejez, desde la última vuelta del camino, entre Amanda y el escritor. Un amor delicado, sin demasiadas ilusiones de perdurabilidad, pero con entrega incluso sensual, que hace recuperar al novelista el gusto por el contacto social, el pueblo gallego que añora y a sus amigos lejanos, el presente y el pasado fundidos. En una estructura poco marcada, de hechos que se van sucediendo casi al azar, sin entrar en psicologías, la fuerza del amor ha conseguido salvarlo incluso de su último amor.

Anterior crítica de libros: Un corazón demasiado grande, de Eider Rodríguez.

 

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