El disco del día: Van Dyke Parks

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«Van Dyke Parks no se ha cansado nunca de decirlo: los artistas están obligados a sugerir el camino para que los sueños lleguen a materializarse. Y ‘Songs cycled’ es soñar.»

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Van Dyke Parks
«Songs cycled»
BELLA UNION/MUSIC AS USUAL

 

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

 

La prolongada estela de “Smile” y su falsa alegoría acerca del interrogante sobre el sueño americano le perseguirán toda la vida. Pero no puede olvidar el personal que más allá de su generosa participación en las obras de colegas, viejos amigos o hijos de viejos amigos, el viejo Van Dyke Parks también reúne por sí solo fulgurantes momentos de su merecida y celebrada genialidad. Solo que sus citas discográficas con el estante de la “P” (“P” de “Parks”, pero también de “Pueblo”, dicho así: igual en “Latin” que en “Castilian Spanish”) son lamentablemente muy escasas. Pero aquí viene de nuevo otra, tan redonda y barroca como todas, que no escatima ni uno solo de los elementos sonoros de los que siempre ha dispuesto en su paleta de pintor (pobre figura ya esta que sin embargo nunca iba a poder estar mejor empleada y justificada que aquí y con él). ¿O debería decir mejor “chistera del mago”?

“Songs cycled” –no hay duda de que se trata de un guiño a su “Song cycle” de 1968, ya en plural y con el pasado bien conjugado– ya no es solo “pop camerístico” y, hala, ya está. Al recoger y desmenuzar relatos ya ofrecidos antes –algunos, no todos–, va muchísimo más allá y se puede permitir muchas cosas. Derriba paredes, tumba cubiertas y amplía considerablemente los metros cuadrados construidos merced a esa satinada pero robusta orquesta tan naif que suena como si al Rey Sol le hubiera dado por trasladar de repente toda su camarilla versaillesca a bordo de un vapor del Mississippi.

Escuchar aquí ‘Wall Street’ o ‘The all golden’ me ha pedido a gritos volver de nuevo sobre la música de la película “Geronimo, an american legend” –sí, firmada por Ry Cooder, pero con muy suculentas ampliaciones de composición, arreglos y acordeón a cargo de Van–, y más concretamente a esa elegante suite criolla que era ‘The governor’s ball: Get off the track / Danza / Battle cry of freedom’. Esta podría, y debería, haber sido la primera pieza de este “Songs cycled”. Pero no pasa nada si no ha sido así: precisamente otro corridillo tradicional como ‘Wedding in Madagascar (Faranadina)’ cumple el mismo cometido y con el mismo sobresaliente.

En ‘Sassafras’, tema original de Billy Edd Wheeler, cabe pensar en los maravillosos estragos que habría causado Van entre la venerada “intelligentsia” de los primeros años dorados del Tin Pan Alley y sus musicales de ensueño. ¿Le hubiéramos podido colocar entre Irving Berlin y los Gershwin? Sin duda.

A sus setenta años, canta (y cuando digo “canta”, digo “canta”, no recita) maravillosamente bien. Eso sí, cual conejito tocapelotas de Alicia en su maravilloso país, si nos paramos en piezas como ‘Dreaming of Paris’ y ‘Hold back time’ (regrabación esta última extraída de su glorioso “Orange crate art”, el álbum que a mediados de los noventa hizo a medias con Brian Wilson, cuya mención se resistía hasta ahora por aquí).

Y para más inri, cuando le da por un único instrumento (e inusual), para sacarle un partido completamente alejado del tópico esperado –los trinitarios cobres “steel pan” en este caso, el del instrumental ‘Black gold’–, se alinea muy dignamente con el minimalismo mecánico de alguien tan sagrado en este campo como György Ligeti (una pieza inspirada además en el chapapote que lamentablemente dejó el Prestige en la costa gallega, asunto que conociendo las filias de Van por la ecología, le afectó profundamente).

La recta final es tremendamente sureña, sin distinciones fronterizas. Todo un suntuoso lujo de arpa y violines, rancheras y corridos, cuya extensión abarca hasta la muy criolla versión del ‘Amazing grace(s)’, que luce aquí como brillante colofón final del disco.

Van Dyke Parks no se ha cansado nunca de decirlo: los artistas están obligados a sugerir el camino para que los sueños lleguen a materializarse. Y “Songs cycled” es soñar. Dormidos y despiertos. Larga vida al sueño. Al sueño americano.

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