El disco del día: Remate

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«Me suena a Vainica sonando a Supertramp, pero por algún motivo igualmente relacionado con lo errante que tienen las influencias, las intenciones y todas esas cosas»

Remate
“Una araña a punto de comerse una mosca”
TODOS NOSOTROS

 

 

Texto: DARÍO VICO.

 

 

El mini elepé fue un formato muy utilizado en los años ochenta entre los grupos españoles, que dejaron buenas muestras de saber utilizarlo: “Una décima de segundo”, de Nacha Pop (cinco temas, contando la doble versión del titular); “Devocionario”, de Golpes Bajos (seis, que cierra su discografía), el homónimo que la abre (con cinco), “Cuatro Rosas”, de Gabinete Caligari (seis); o “Dónde estabas tú en el 77”, de Loquillo (cinco, cerrando con el largo ‘Avenida de la luz’)… Es un formato que fue a los ochenta lo que el doble LP «gatefold» a los setenta: un reflejo de momentos de explosión creativa muy concreta, muy cargada de lirismo y muy localizada en un momento y un lugar. Son discos marcados por la realidad del momento: si tienes canciones, edítalas ya, igual en un par de meses no puedes o no significan nada para nadie, y quizás tampoco para ti.

Todos estos preceptos encajan con el último disco de Remate, siete temas que suponen su consolidación como compositor en español, aunque muchas canciones dan la sensación de ser instrumentales con letra, y de hecho cuando su voz se junta con la de Marina Gallardo, los momentos más emocionantes del disco, es cuando las palabras verdaderamente se diluyen y apenas queda un sabor en la cabeza, como los que enmascaran el de las medicinas en granulado que luego tienen efectos que solo sientes sin darte cuenta, solo sintiéndote mejor.

Puestos a buscar referentes, me gusta recordar que Vainica Doble siempre declararon que lo que a ellas les habría gustado es sonar como Supertramp, pero nunca lo consiguieron, les salía algo más raro, de una manera inconsciente, quizá, acababan derivando en un lugar equivocado, pero fascinante. Este disco de Remate me suena a Vainica sonando a Supertramp, pero por algún motivo igualmente relacionado con lo errante que tienen las influencias, las intenciones y todas esas cosas. Un resultado que cuadra perfectamente con el formato del que hablaba antes, el de un número limitado de temas (siete, la mayoría breves) encajados en algo menos de media hora; precisamente por quedarse corto con un material lleno de matices, de arreglos caseros pero muy eficientes, de propuestas muy ambiciosas pero a medio terminar, con letras y acordes despegándose por las esquinas, como el papel pintado que uno pone por su cuenta, precisamente por eso el disco es muy bonito y hasta adictivo.

“Una araña a punto de comerse una mosca” es como un único tema partido en siete maneras de imaginarlo y posteriormente repegado. Un buen mini elepé que, de recordarme a alguno de los antes mentados, quizás me quedaría con “Devocionario”. Se regala con el último número de la revista RDL (el de abril), se despacha en iTunes y se puede conseguir en vinilo en tiendas, y la portada es bonita.

Anterior disco del día: Peter Hammill.

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