El disco del día: Fleet Foxes

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«Una de sus virtudes es que ofrecen canciones aparentemente simples pero tras las que se esconde una complejidad de interpretación vocal y de producción muy poco habitual, lo que convierte al sexteto en una de las formaciones de pop vocal más sólidas del panorama internacional»

Fleet Foxes
«Helplessness blues»
BELLA UNION/MUSIC AS USUAL


Texto: ÀLEX ORÓ.


Cuando un grupo tiene un pelotazo con su primer disco como el que tuvieron los Fleet Foxes con su primer LP homónimo de 2008 del cual vendieron medio millón de copias, se enfrentan al peligro de estrellarse con su segundo trabajo. Son muchos los casos en la historia del pop y el rock en los que ha sucedido algo parecido. No ha sido el caso de la banda de Seattle liderada por Robin Pecknold. Con “Helplessnes blues” pasan de sobra la reválida, aunque, naturalmente, el disco no sorprende tanto como su antecesor. Continuan fieles a influencias como Simon & Garfunkel, Faiport Convention o los mismísimos Beach Boys de las que extraen el mejor jugo para conseguir un estilo único. Una de las virtudes de los Fleet Foxes es que ofrecen canciones aparentemente simples pero tras las que se esconde una complejidad de interpretación vocal y de producción muy poco habitual, lo que convierte al sexteto en una de las formaciones de pop vocal más sólidas del panorama internacional.

Si tuviéramos que buscar un denominador común para las doce canciones incluidas en su segundo disco este sería, sin lugar a dudas, la belleza. La modulación de la voz de Pecknold en temas como ‘Lorelai’ pone la piel de gallina. No obstante, hay que resaltar que “Helplessness blues” no es un álbum de digestión fácil. No valen las audiciones rápidas y precipitadas. Es como un buen solomillo de ternera: hay que masticarlo bien y a poco a poco, para saborearlo. Solo así se puede apreciar el trabajo de orfebrería que suponen composiciones de aires celta como ‘The shrine/An argument’ o la que da título al disco y que también ha sido escogida como single promocional. Es también recomendable apreciar los crescendos sonoros en temas como ‘Montezuma’ o los vibrantes arreglos de cuerda de ‘Grown Ocean’, el tema que cierra el LP.

El repertorio de “Helplessness blues” habla, básicamente, del paisaje vital que genera el corazón humano. Da la impresión que Robin Pecknold ha querido dar un toque autobiográfico o muy personal a esta docena de canciones y ha dejado las referencias bíblicas y poéticas del álbum de debut. Aunque “Helplessness blues” no ha sido una sorpresa, mantiene el listón a un nivel altísimo y eso debe proporcionar al sexteto la fuerza para continuar adelante.

Anterior disco del día: Dylan Leblanc.

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