El bando bueno, de Sr. Chinarro

Autor:

DISCOS

«Un trabajo no tan rotundo como Asunción (2018), pero tampoco precisamente irregular»

 

Sr. Chinarro
El bando bueno
MUSHROOM PILLOW, 2020

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

 

Las canciones son como las cañas de cerveza, le decía Antonio Luque a un servidor hace unos años: has de tirar muchas, algunas con ese molesto superávit de espuma, hasta dar con las que saben mejor. Destajista del pop, acostumbrado a no dejar pasar más de dos años entre disco y disco, el sevillano hace honor (solo a medias) a aquel paralelismo con un trabajo —el número 17 en 27 años— no tan rotundo como Asunción (2018), pero tampoco precisamente irregular.

Lo que aquí se pierde en homogeneidad se gana en coloración, ya sea porque (en su derecho está) necesita esquivar el aburrimiento o simplemente porque este no deja de ser, como él mismo lo define en su blog, tan solo un disco de transición entre el anterior y el que vendrá. El reflejo de sus últimos dos años. Ni más ni tampoco menos. A bote pronto, ya esa portada que juega con la idea del meme desvela cierta distensión. O simplemente una forma más de encajar el absurdo de una existencia condicionada por esta civilización que se empeña en irse al carajo. Por algo barajó La gente es tonta como título provisional.

Hay sintetizadores abruptos que simulan guitarras, como en “Telaraña”, lo más parecido que Sr Chinarro podría sonar a Depeche Mode (disculpen la boutade). Hay líneas de bajo y melodías que recuerdan poderosamente —cómo no— a los New Order de mitad de los ochenta, como “Aplauso”. Hay destellos de pop soleado, aunque (paradójicamente) tengan títulos como “Depresión”. Hay aires rumberos en “Sábanas santas”. Y hay al menos dos cortes que opositarían con ahínco a entrar en una recopilación actualizada de su largo cuarto de siglo, cada una a su manera: las enormes “Escorpio” y “No recuerdo”. En resumen, nada que su libro de estilo no haya resaltado ya antes, manteniendo —eso sí— la ortografía, la tipografía y su tradicional buena letra sin necesidad de revisión. Y su propiedad nutritiva, intacta.

Anterior crítica de discos: Mala, de Mala Rodríguez.

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