Discos: «Granada», de Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró

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«Es imposible hablar de este disco y no mencionar su voz, tan privilegiada y llena de registros. Por su capacidad innata de emocionar, es la gran virtud de un trabajo lleno de virtudes»

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Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró
«Granada»
UNIVERSAL

 

 

Texto: JAVIER ESCORZO.

 

 

“11 de noviembre”, de Sílvia Pérez Cruz, fue uno de los discos más memorables que nos dejó 2012. Era su estreno como solista y estaba producido por Raül Fernández Miró, que también ha participado en trabajos de Christina Rosenvinge, Kiko Veneno o Nacho Umbert (además de liderar Refree, su proyecto en solitario). Sílvia y Raül se conocieron cuando este último produjo a Las Migas, la banda flamenca de la que Sílvia formó parte hasta 2011, y desde entonces no han vuelto a separarse. La producción musical de “11 de noviembre” era tan importante en el resultado final de la obra que en esta ocasión los dos firman en la portada de “Granada”, el disco que acaban de publicar.

Se trata de un álbum  que recoge quince versiones heterogéneas, plurilingües y multiculturales: canciones de Lluís Llach, Edith Piaf, Fito Páez, Violeta Parra o Robert Schumann. En catalán, inglés, alemán, español o portugués. Pop, rock, flamenco, bossa nova o música clásica: todos los géneros tienen cabida y encuentran acomodo bajo la portentosa voz de Sílvia.

Uno de los grandes logros del disco es que, a pesar de lo variado de sus mimbres, el conjunto suena uniforme, en gran parte gracias a la producción. No fue tarea fácil: hasta en tres ocasiones tuvieron que grabar el álbum entero hasta dar con el resultado que buscaban. Estuvieron a punto de abandonar, pero justo cuando iban a hacerlo escucharon “Despegando”, de Enrique Morente, y en la naturalidad que desprenden sus canciones encontraron el camino a seguir. Al final consiguieron atrapar parte de su espíritu y dos versiones (‘Compañero – Elegía a Ramón Sijé’ y ‘Que me van aniquilando’). El genio de Morente también está presente en la adaptación de ‘Pequeño vals vienés’, o incluso en el título del disco, “granada” (con minúscula, no es una errata). Como la fruta y como la bomba, en alusión al grano y la profundidad de su música, y que también hace referencia a la ciudad de Morente.

La instrumentación es eminentemente acústica y utiliza elementos clásicos con tanta originalidad que los convierte en vanguardia. La mayor parte de las canciones se grabó estando los dos solos en el estudio, y esa intimidad también se percibe en el sonido. Prevalecen los espacios abiertos y los silencios. Y por encima de todo, la voz de Sílvia; es imposible hablar de este disco y no mencionar su voz, tan privilegiada y llena de registros. Por su capacidad innata de emocionar, es la gran virtud de un trabajo lleno de virtudes.

Dicen que la música es un lenguaje universal, y este disco es una prueba de ello. Sílvia y Raül tienen frecuentes conciertos en el extranjero, especialmente en Francia, donde ya se editan sus discos y cuentan con un público cada vez más numeroso.

Anterior crítica de discos: “Mortissa”, de Çiğdem Aslan.

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