Diez grandes canciones compuestas por Fernando Alfaro

Autor:

fernando-alfaro-11-04-18

Fernando Ballesteros aprovecha la retrospectiva que hace Fernando Alfaro en su último disco, “Sangre en los surcos”, para elegir diez piezas esenciales de su discografía en diversos proyectos.

 

Selección y texto: FERNANDO BALLESTEROS.

 

En su último y reciente disco “Sangre en los surcos”, Fernando Alfaro retoma y transforma algunos de los títulos más emblemáticos de su ya larga carrera con Surfin Bichos, Chucho o en calidad de solista. Son veintiuna canciones, con cuatro de nueva creación. Nosotros no podemos transformar sus canciones, y además vamos a reducir la apuesta a diez. Una pequeña muestra, en todo caso, de una obra para la historia.

 

1. ‘Gente abollada’ de “La luz en tus entrañas” de Surfin’ Bichos (La Fábrica Magnética, 1989).
Desde Albacete, antes de que existiera un circuito independiente (y hasta la propia etiqueta), los Surfin’ Bichos atacan con fórmulas que no se estilaban en el panorama español de la época. En el imprescindible “Pequeño circo” de Nando Cruz, Jesús Ordovás los define como “Bob Dylan haciendo canciones a la manera de Sonic Youth”, los pincha con frencuencia y comienzan a hacerse un nombre con sus primeras maquetas. Eso les lleva a firmar con La Fábrica Magnética que lanzará su debut, tras conseguir el primer premio en el bizarro concurso televisivo “El salero”, no se lo pierdan.

Con el sello de Servando Carballar graban un disco en el que, producción discutible aparte, encontramos potentes canciones, entre ellas ‘Gente abollada’, un pequeño gran himno que habla de la gente que paga un alto precio por frecuentar el lado más chungo de la vida. Y Alfaro no escribe ni canta de oídas.

 

 

2. ‘Un alud de septiembre’ de “El fotógrafo del cielo” de Surfin’ Bichos (Virus-RCA, 1991).
Con la alineación formada por Joaquín Pascual, José María Ponce y Carlos Cuevas, además de Alfaro, el segundo disco -editado esta vez por RCA- gana en matices, amplitud de miras y sonido. Todo es más complejo que en su debut y los textos suben otro puntito, demostrando que estamos ante un letrista espléndido que no rehuye escribir sobre el suicidio en ‘Mi refugio’ ni mirar a lo más triste y desolador en la excelsa ‘Un alud de septiembre’, que crece y crece en intensidad, tras la calma inicial, para terminar en apoteosis.

 

 

3. ‘Fuerte’ de “Hermanos carnales” de Surfin’ Bichos (Virus-RCA, 1992).
RCA edita también este tercer disco, y parece enterarse de que tiene entre manos algo grande. Grabado en Inglaterra, el álbum es magistral y tiene ganchos incontestables como ‘Fuerte’. ¿Elección obvia para esta lista? Puede ser. Pero es que es inevitable. Se trata de un single perfecto, aplastante, y todos hubiéramos jurado que el éxito asomaba la cabeza. Una buena muestra de una obra maestra en la que las letras, cargadas de referencias bíblicas, alcanzan también la excelencia.

 

 

4. ‘Mi hermana carnal’ de “Hermanos carnales” de Surfin’ Bichos (Virus-RCA, 1992).
Ya hemos dejado claro que en el tercer disco de los Surfin’ había material más que suficiente para dar el gran salto. Superados los temores sobre su salud, Alfaro decide que han llegado al punto en el que hay que ir a saco. Era el momento del grupo. Todos parecían estar en la misma sintonía. El vocalista sabía que el éxito estaba cerca de llamar a su puerta, y hasta la portada, con los integrantes de la banda sin ropa, es una muestra, tal y como declararía posteriormente, de que iban a por todas.

‘Mi hermana carnal’ es otro de los tesoros de un disco que Alfaro pretendía que fuera doble, idea que la compañía no le permitió llevar a cabo. Sonó en cirtuitos comerciales no habituales y la historia reconoce “Hermanos carnales” como un disco imprescindible, pero el grupo en el que se incorporaban Isabel León y José Manuel Mora, que sustituía a José María Ponce, vio como el tren pasaba de largo.

 

5. ‘El final de una quimera’ de “El amigo de las tormentas” de Surfin’ Bichos (Virus-RCA, 1994).
Tras las expectativas desbordadas y no cumplidas, llega el desencanto y el final sobrevuela el disco. Bueno, en realidad ya se había producido, pero los Surfin’ deciden retrasar la notcia para que el sello lo ponga en las tiendas, cosa que ocurre en 1994. Los guitarrazos dominan un trabajo que no está exento de buenas canciones, aunque sin llegar a la plenitud de “Hermanos carnales”. El aroma a epílogo de la obra se redobla en ‘El final de una quimera’ que, aunque dedicada a un amigo fallecido, parece apuntar a lo inevitable. Una vez conocida la disolución, el tema cobraba tintes casi proféticos.

En los últimos meses, antes de que Alfaro parase las máquinas, él ya intuía que el resto del grupo trabajaba en canciones para otro proyecto. Las sospechas se verían refrendadas por la rápida salida del primer disco de Mercromina. Pero esa es otra rama de la familia. Hoy estamos con Fernando.

 

 

6. ‘El ángel inseminador’ de “78” de Chucho (Virgin Chewaka, 1997).
Tras el adiós de Surfin’ Bichos, Alfaro se retira a trabajar en la gasolinera familiar a la que volverá en alguna otra ocasión. Allí, uno se lo imagina rasgando la guitarra y pariendo ideas, siguiendo lo que leímos en “Nocilla Dream” sobre su alter ego creado por Agustín Fernández Mallo. Con Juan Carlos Rodríguez al bajo y Javier Fernández a la batería forma Chucho y firma por Virgin para publicar el primer disco del grupo.

Y aunque las cosas cambiarían de forma sensible en el futuro, en sus primeros pasos Chucho encarnaban la sección “más sucia” de los Surfin’. En cuanto a los referentes de los textos tampoco había grandes variaciones. Para muestra, ‘El ángel diseminador’, en la que se dan la mano dos temáticas recurrentes de su repertorio: la religión y el sexo.

 

 

7. ‘Magic’ de “Tejido de felicidad” de Chucho (Chewaka, 1999).
Con Miguel Angel Gascón como segundo guitarra, Chucho edita un disco que recibió los parabienes casi unánimes de la crítica. No era para menos. Allí mostraban su lado más pop, salpicado con tintes electrónicos. Se lanzan a experimentar por esa vía y los resultados son sobresalientes. Un sólido paso adelante en su carrera.

‘Cirujano patafísico’ habla de felicidad y de promesas, ‘El mundo en un segundo’ irradia felicidad y ‘Magic’ es pura celebración, hay algo aquí que remite al mismísimo Carlos Berlanga. Bienvenidos al lado feliz de Alfaro y los suyos.

 

 

8. ‘Ricardo ardiendo’ de “Los diarios de petróleo” de Chucho (Chewaka, 2001).
Un trabajo más en primera persona que nunca, un disco ambicioso del que nos quedamos con ‘Ricardo ardiendo’. ‘Un ángel turbio’ y ‘Magic’ ya habían servido de homenaje al amigo desaparecido al que nos referíamos al hablar de ‘El final de una quimera’ y esta canción cierra el círculo con una nueva matrícula de honor.

Como había sucedido en “Hermanos carnales”, la discográfica aborta el plan inicial de editar un disco doble. La solución que dejó satisfecho a Alfaro esta vez fue lanzar un álbum sencillo más tres epés que completaban la obra.

 

 

9. ‘Extintor de infiernos’ de “La vida es extraña y rara” de Fernando Alfaro (Marxophone, 2011).
Después de publicar “Carnevisión”, firmado junto a Los Alienistas, llegan cuatro años de silencio que rompe “La vida es extraña y rara” un trabajo que materializa su encuentro con Raül Fernández “Refree”. El resultado es un conjunto de diez canciones más que convincente, entre las que destaca una de las cumbres de su trayectoria. Aceptando cualquier debate sobre una lista de sus diez mejores piezas, hay varias líneas rojas, y la más importante es que ‘Extintor de infiernos’ siempre tiene que estar ahí. Si fuera una lista de solo tres composiciones, de oro, plata y bronce, también.

 

 

10. ‘Dominó’ de “Sangre en los surcos”, de Fernando Alfaro (2018).
La hoja promocional de su último disco habla de las grabaciones de Johnny Cash con Rick Rubin como referente, pero aquí no hay versiones ajenas, solo relecturas acústicas de diecisiete de sus temas más cuatro nuevos que completan un gran trabajo. De los clásicos, los hay que cobran nueva vida, y entre el material inédito, escogemos ‘Dominó’, una de esas historias personales que han caracterizado su obra y que se mete, por méritos propios, entre lo mejor de su autor. Una canción que mira al pasado y desarrolla un relato duro con final feliz.

Fernando lleva al disco lo que ya supo plasmar en sus directos acústicos durante los últimos años. Si en “Hermanos carnales” el momento de euforia y de ir a saco, se traducía en la foto sin ropa de los Surfin’, en 2018, con los conciertos del 25º aniversario del disco aún recientes y con Alfaro recibiendo el justo reconocimiento, inmortaliza su gran momento artístico desnudando sus canciones.

 

novedades-marzo-18

Artículos relacionados