De estreno: Álex Garber

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«Mis canciones son directas, pop, pero con alma algo oscura y épica. Las letras son confesionales»

 

Quien fuera Álex Hyde se reinventa como Álex Garber y muestra una ópera prima tan precisa en luminosidad como en inmediatez razonada. Es aquí y ahora, con un toque reflexivo sobre estos aquí y ahora, y mucho más. Buenas melodías, buenas guitarras, buenas estructuras. Un nuevo capítulo apellidado Garber de este músico aragonés que se asienta en la escena y hoy conocemos más de cerca.

 

Texto: IGNACIO REYO.

 

¿De dónde vienes?
Nací en Zaragoza, aquí vivo y he vivido toda mi vida, salvo algo menos de un año que viví en el barrio de Malasaña, Madrid. En 2006 comencé a grabar y tocar con mi banda Mister Hyde, hasta que nos separamos casi diez años después. Editamos juntos cuatro discos de estudio.

¿Cómo nace el proyecto?
Tras una larga búsqueda de mi propia identidad, como persona y como músico, me bauticé como Álex Garber, pues era el nombre de la primera banda que monté en mi vida. Es el apellido de Walter Mathau en Pelham 1,2,3 (1974), película que nos gustaba mucho al bajista y a mí.

Describe tu sonido.
El escritor zaragozano Octavio Gómez Millán lo describe como «sonidos sintéticos, oscuridad luminosa y guitarras cristalinas: entre los ochenta de La Dama se Esconde o Soda Stereo y la revisión postpunk del nuevo siglo de Editors o los españoles Second».

Principales influencias.
Me gustan mucho las bandas de revival de mediados de los años 2000: los primeros discos de Bloc Party, White Lies, Interpol, The Killers, etc. Pero mi corazón está en los ochenta, aunque casi no los viviera. Amo a The Smiths, a The Cure, a U2, a Depeche Mode,… y a Soda Stereo que para mí son los número uno en español.

¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Son canciones directas, pop, pero con alma algo oscura y épica. Las letras son confesionales y hablan de mis pensamientos y vivencias sobre el mundo en el que vivo. El sonido oscila entre los sintetizadores (muchos) y las guitarras (pocas) limpias y llenas de chorus, delay y reverb.

Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Me gustaría que sonara como los viejos discos de The Church o los nuevos de Ryan Adams (risas), pero como eso es imposible me conformo con que suene como el primer disco de Álex Garber. Creo que no suena a nada que se esté haciendo ahora en España y eso me gusta porque quería hacer algo diferente.

Cinco discos de cabecera.
Signos, de Soda Stereo. Hatful of Hollow, de The Smiths. Big Colors, de Ryan Adams. The Back Room, de Editors. Pop, de U2.

Cinco canciones perfectas.
“There is a light that never goes out”, de The Smiths. ¿Hace falta poner más? “More than this”, de Roxy Music. “Eyes without a face”, de Billy Idol. “Time after time”, de Cindy Lauper. “Ghosts again”, de Depeche Mode.

¿Prefieres estudio o directo?
Sin ninguna duda el estudio. No soy tan feliz en ningún lugar de este planeta como dentro de un estudio de grabación. Es, sin duda, el momento perfecto para mí y nunca quiero que se termine, para desgracia de los productores e ingenieros (risas).

¿A quién te gustaría telonear?
Ya cumplí un sueño teloneando a Niños del Brasil en el escenario más bonito de Zaragoza en pleno verano, el Jardín de Invierno.

¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En uno a Gustavo Cerati.

¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
Creo que “Pequeña gigante”, porque encierra todo lo que significa y supone el conjunto del disco.

¿Cómo eres encima de un escenario?
Intentamos ofrecer espectáculo, tanto en forma como en fondo. No concibo un concierto en el que sobre el escenario veas a tu vecino del 3º B. Esto es rock and roll y así me lo enseñaron, debe haber un fondo de peso y un artificio que brille.

 ¿Qué planes tienes este año?
Terminar la mini gira que estamos haciendo en estos momentos, junto con los barceloneses Sigmund Wilder, por las principales ciudades de España. En verano tocar todo lo que se pueda. Y a la vuelta del verano, quizá, entrar de nuevo al estudio.

 A qué concierto legendario del pasado te hubiera gustado asistir.
La gira del Popmart de U2, en 1997. Daría uno de mis dos dedos meñiques.

Cuál es tu guitarrista favorito.
Sin ninguna duda, Johnny Marr.

Con qué músicos harías un súper grupo.
Brett Anderson a la voz. Simon Gallup al bajo. Charly Alberty a la batería. Andy Summers a la guitarra. Daniel Melero a los teclados.

En qué recinto te gustaría tocar.
En el Vive Latino de México.

Qué canción te gustaría que sonara en tu funeral.
Sin ninguna duda, “There is a light that never goes out”.

Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Un trocito de una de las canciones del disco: «A veces me preguntas dónde estará nuestro lugar en el mundo. A menudo piensas en dejar de pensar, descansar un segundo. Tengo preparado un diván donde puedes tumbarte y contarme. Nos empeñamos en buscar alrededor lo que nos falta adentro. Siempre hay un rayito de luz bajo todas las puertas que cerramos».

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