Andrés Calamaro: La lengua popular, canción a canción

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Andrés CalamaroLa lengua popular, canción a canciónAndrés Calamaro nos presenta su nuevo disco, La lengua popular, contándonos los aspectos más destacables de cada uno de los temas que lo conforman. A la vez, en aquellos que se ha creído necesario, se explican los términos citados en la letra que puedan resultarle menos comunes al lector español para que, de este modo (pertrechado con disco y letras delante, por supuesto), sea más fácil comprender su sentido. Recordemos que La lengua popular se pone a la venta hoy, 11 de septiembre.


Texto: ANDRÉS CALAMARO.
Ilustraciones: LINIERS (extraídas del libreto que acompaña al disco).


“LOS CHICOS”

“Toma una lista de mis amigos ,
quiero convencerlos que vuelvan conmigo,
si no van a esperar mucho, y hace mucho
que los quiero ver.”


Una canción valiente porque mira a los ojos a la muerte con ternura, un rock torero entonces… La escribí pensando en un camarada enfermo, peleando para seguir vivo. Va para los amigos ausentes.
Este rock heroico con pared de guitarras es lo que quiero mostrarle a la gente, mi identidad rockera, la que brindo en los conciertos que brindo, a pesar de mis versátiles grabaciones y mis orígenes multiétnicos como oyente. Pared de guitarras y solo de Juanchi (Pericos), aunque se escuchan algunas estiradas mías.

Cucumelo:
Hongo alucinógeno, propio de Argentina y Uruguay. Crece espontáneamente entre la bosta del cebú, después de un día de lluvia.
Los 22:
Los locos… Nosotros…
Cuartetero:
El cuarteto es la música popular de la provincia de Córdoba (Argentina), es una fuerza tan poderosa como es el fútbol. La Mona Jiménez es el rey indiscutible, pero Rodrigo fue un fenómeno masivo a nivel nacional. Y murió en un accidente vial, en la Ruta 2, después de brindar trece conciertos en el Luna Park.

“CARNAVAL DE BRASIL”

“Habrá que desenvainar las espadas del texto,
y escribir una canción aunque no haya algún pretexto,
y dedicársela al primero que pase caminando,
al que se quedó pensando, al que no quiere pensar,
al olvido selectivo, a la memoria perdida,
a los pedazos de vida que no vamos a perder… jamás.”


La escribimos en el estudio y reniega de la necesidad de la soledad, y la sobredosis, como caldo de cultivo para las inspiraciones. Es injusto suponer que la llegada de la inspiración necesita un terreno abonado por la desgracia, el abandono o la sobredosis. Ya deberíamos saber que para escribir un texto inspirado lo que necesitamos es dedicarle horas… y no sangre.
Yo toco, como corresponde, los órganos (que a veces son teclados con sonido Hammond aunque tengo mis propios teclados vintage) y las guitarras rítmicas, las menos power y las más Stones… Como en casi todo el disco, todas las voces son mías; eso fueron muchas horas en la pecera cantando armonías y duplicándolas, trabajo que se convirtió en una de mis especialidades y que disfruto. El solo estilo Harrison, que se escucha en los últimos coros, soy yo con mi Tele “toro de Osborne”.

“5 MINUTOS MAS (MINIBAR)”

“Iba para bolero sediento y cerril
qué mundo hostil, sufrir fue permitido,
bajo el halo de luz de un par mil,
no importa, no habrá más pena ni olvido.”


En realidad es una cumbia melódica, con sus ingredientes románticos pero retorcidos también. Estalla en el estribillo y se enrosca en los versos con imágenes salidas del cerebro frito del autor. No tiene una línea narrativa blindada, Víctor Carrey [realizador del videoclip] la interpretó así porque fue la dirección estética que eligió.
“Minibar” casi no tiene guitarras, el nylon que se escucha es sampleado de discos con ruido de púa y rayón… Sin embargo, hago un mínimo solo de guitarra barítono, en uno de los últimos coros. Vuelvo con el órgano virtual, a veces filtrado y a veces sonando más natural. A mí me gusta pensar que es una cumbia cultural, aunque tiene de ballenato, de sonido santafecino, de reggaeton y de milongatón, incluso para Sebastián Schon (el segundo de a bordo y el timonel de Cachorro López) recuerda al sonido Mano Negra.

Cafiolo:
Proxeneta, rufián, chulo.
Cuadril:
Es un corte de carne: churrasco de cuadril, un solomillo.
Par mil:
Es el típico foco lumínico para teatro o conciertos, anterior a las luces automáticas que se usan actualmente en las giras grandes. Todos los que trabajen en un bar con música en vivo, o en un teatro, los pequeños y medianos managers, conocen la pelea por contratar unas luces decentes… par300, par1000…
Feriado:
Día festivo.

“SOY TUYO”

“Me gusta desarmarme arriba tuyo
me gusta demasiado ensuciarte
besar tu flor, inmediata, besarte atrás y adelante.”


Otra de las escritas en Rosario, durante una temporada de dos meses como consorte de reparto (durante el rodaje de un largometraje dirigido por el gran Fito Paez). Una canción erótica debería ser también una canción de amor, y viceversa. Desgraciados aquellos que no puedan consumirse en el amor consumado.
Detalles instrumentales: la guitarra acústica es mía, incluso el solo minimalista stoniano.

“MI GIN TONIC”

“Hay días para quedarse a mirar,
hay días en que hay poco para ver,
hay días sospechosamente light,
hay un deseo que pido siempre que pasa un tren.”


Mis reflexiones irreflexivas desembocando en un instante cotidiano, confesando una mayor tranquilidad. Vivir con más paz y menos culpa nunca puede ser aburrido.
Creo que el estribillo recuerda a “Cenizas”, de Ariel [Rot]… Las guitarras (el punteo armonizado alla Harrison) las toqué yo el día que escribimos la canción, fueron las referencias y las guitarras finales, aunque el solista es Tito Losabio, que también hace fraseo y rítmica, un antiguo compañero y guitarrista elegante.

Bombonera:
Nombre popular del estadio de fútbol donde juega el Boca Juniors.

“LA ESPUMA DE LAS ORILLAS”

“Vengo liviano, como la espuma de las orillas,
a contramano de la resaca del carnaval,
mi sentimiento va a durar, el fuego no me va a quemar,
ya no tengo espinas clavadas en el corazón.”


Originalmente eran dos frases que se repetían monótonas, pero [Cachorro] López me pidió más melodía, un puente; y el puente necesitaba letra y resultó un puente para llegar a una orilla de interpretaciones próximas. Ya no tengo espinas que duelan… hay espinas sin rosas…
Fue la primera que grabamos, con baterías programadas, ya que el propio estilo pide eso. También tiene un despliegue de percusiones naturales. Es otra de las que yo considero cumbia, aunque pocos músicos tropicales estarían de acuerdo con eso, conmigo.

“CADA UNA DE TUS COSAS”

“Todos los días, todos los segundos
infinitamente, la alegría de vivir,
el sentido que da la vida vivir contigo.”


Amor y eternidad, lo que nos hace sentir vulnerables y poderosos. Además menta a la alegría de vivir, que es la llave de la canción flamenca y contemporánea porque nos recuerda a Ray Heredia. Los arreglos de cuerda son de Leo Sujatovich, el pianista de Estrella Morente, y ya en el demo se perfilaban las cuerdas, similares a «Romeo y Julieta», creo que de Morricone… Lo primero que grabamos fue la voz, se supone que no es el orden tradicional grabando, pero Cachorro sabe que a veces una canción necesita empezar por la identidad, para después completarla con sensibilidad.

“COMEDOR PIQUETERO”

“Plantaron en Puerto Madero un almorzadero de trabajador,
no hay que reservar primero donde el piquetero tiene el comedor.”


Me dicen que se puede imaginar tocada por Los Fabulosos Cadillacs… ¡Esos bronces serían un Cadillac auténtico! No lo había pensado pero me cuadra del todo. La guitarra la toca Gringui “El Mágico” Herrera y, realmente, es para escucharla con lupa porque no tiene desperdicio, tiene dulzura y rítmica. El coro final no es mío, pero es una frase que quise agregarle a la canción para que cierre la letra del todo. Me explico, la frase es mía pero no la canté yo: llegué un día al estudio y ya estaba puesta. “Vida paria en la burbuja inmobiliaria” es el detalle que explica porque esta canción existe.

Piquetero:
Nombre del movimiento que agrupa, desde los años 90, a los más activos y reivindicativos trabajadores desempleados de Argentina.
Puerto Madero:
Nuevo barrio de Buenos Aires, con vistas al río, pero a la vez situado junto al centro de la ciudad. Es una de las zonas más exclusivas, y caras, de la ciudad.
Cordero:
Es el cabrito, otro tipo de carne que no es la vacuna habitual del asado, o el género porcino típico de los embutidos.
Termidor:
Vino económico envasado en cartón.
Resero:
Más de lo mismo, vino en cartón.
Torta frita:
Se hace de harina de trigo, sal, grasa de vacuno y agua. Es como una factura, o bollo, muy popular y económico. El paradigma de lo sencillo y sabroso.
Yerba:
Hace referencia al mate. «La yerba de ayer secándose al sol» es una frase del tango. Es el colmo de la humildad: no tener ni para yerba es tener demasiado poco.
Ronga:
Varias cosas, es Garrón al revés, y comerse un garrón es comerse un marrón. Pero comer «de ronga» es comer gratis, de arriba.
Poronga:
Es el miembro viril, pero también es la autoridad entre los presos, el que manda. Poronga se puede usar como «dabuti», como lo que vale de verdad.

“SEXY & BARRIGÓN”

“Soy sexy y barrigón, una suma de virtudes que escasea,
soy lo que el mundo quiera o lo que sea, soy sexy y barrigón.
Soy una buena combinación de Homer-o Simpson con Rolling Stone,
saco ventaja en la confusión, ya sé, soy sexy y barrigón.”


No es autobiográfica, porque, de momento, estoy más cerca de los Stones que de los Simpson… Sin embargo, sospecho que tanto el pelo de Mick como la barriga de Homer son postizos… Todos tenemos algo del gañán americano que ve TV en el sofá, pero algunos elegimos como modelo a los piratas ingleses del rock and roll.
Acá toco todas las guitarras, Cachorro me propuso no llamar a ningún especialista y armar “Sexy & barrigón” con puras guitarras Osborne… Lo mismo que otras en el disco –léase “Minibar”, “Brasil” y “Cobain”–, la armamos en la segunda unidad, con el programador y productor Juan Blas Caballero.

“DE ORGULLO Y DE MIEDO”

“Cualquiera se cansa de milongas,
y quiere querer y también ser querido,
confieso haber vivido, afuera del margen
de la moral y de lo permitido.”


Supongo que es una canción de amor de varón adulto que estrena el corazón de nuevo con la ilusión intacta y dispuesto a entregarlo entero apostando así su felicidad íntegra.
La guitarra y el pedal steel los toca Juanchi Baleiron (Pericos). Es una de las que grabamos todos los músicos juntos y al mismo tiempo.


“LA MITAD DEL AMOR”

“Parte de mí, no cambió y a la vez,
ya no soy el viejo Andrés, que no dormía jamás,
qué subidón, qué momento ideal,
encontré la mitad del amor.”


Tomar, beber, oler… Y seguir adelante. Me gusta pensar que copia un poco a Gabinete Caligari circa Camino Soria.
Acá toco bastante guitarra, creo que las demás las completó Cachorro. Todos los bajos, menos los de “Cobain”, son de Cachorro o de Guillermo Vadalá, un virtuoso conocido también por sus apariciones alucinantes en las giras de Fito Páez. Los coros, esta vez, los hicimos todos los que estábamos en el estudio, dejamos la máquina grabando y cantamos, literalmente, todos los presentes.

Tomarse el olivo:
O tomarse el palo, es mandarse a mudar. Léase irse.

“MI COBAIN (SUPERJOINT)”

“Cualquiera o no quiera se tropieza dos veces,
con la misma piedra, la nafta esa no era gasolina,
Argentina te dieron anfeta de propina,
será que regalaban serpientes en almíbar.”


“Mi Cobain”, es el Cobain que todos tenemos dentro, que se hace cargo de todo, que no soporta la presión, demasiado sensible para los tiempos que corren y vuelan. Superpibe era uno de los personajes de Titanes en el ring, un programa de lucha y fantasía que veíamos de niños. El Payaso Pepino, un luchador bondadoso y torpe, siempre terminaba en serios apuros, y la audiencia pedía a los gritos por el concurso del Superpibe para rescatar al amable payaso de la golpiza de un villano, digamos, El Mercenario Joe. Está escrita a comienzos de siglo, y algunos dirán que es la típica paranoia Camboyana…
El bajo lo toca J. B. Caballero y el entramado de guitarras es siempre Gringui, que toca guitarra de 6 y de 12 cuerdas. Respeto mucho la versión original de 2001.

Nafta:
Nombre que recibe la gasolina en Argentina y Uruguay.
Serpientes en almíbar:
Recuerda a Diamantes en almíbar, del pintor y músico Jorge de la Vega, un vanguardista de los mejores años 60.

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