A tu vera, de Tomcats

Autor:

DISCOS

«Probaron a versionar a Lola Flores, y les salió una bomba incendiaria»

 

Tomcats
A tu vera
MUNSTER RECORDS, 2019

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

La historia es, cuanto menos, curiosa. Tom Newman era un joven activo en el Londres de los primeros sesenta que acudía bastantes noches a un club recién abierto: el Ealing Club, un refugio para jóvenes entusiastas del blues. Allí coincidió con otros jóvenes que iban formando sus propios grupos, nombres tan nuevos entonces como The Rolling Stones, Yardbirds o Manfred Mann. Primera generación.

El grupo que Tom fundó junto a Peter Cook, Alan James y Chris Jackson se codeaba con estos jóvenes devotos de las nuevas músicas y los sonidos eléctricos. De ser The Dreamers, pasaron a llamarse Tomcats y modificaron un tanto su repertorio. Otro de los grupos que acudía al Ealing Club era The Second Thoughts que, como los Tomcats, practicaba un rhythm and blues rugoso en las mismas salas donde los dejaban tocar a ambos. The Second Thoughts se separaron en 1964, poco después de grabar unas maquetas. Les había surgido la posibilidad de acompañar al cantante francés Teddy Raye, el primer rocker del país vecino.

Al volver a casa tras la gira, de inmediato deciden montar un grupo nuevo para regresar a España lo más pronto posible. A la sazón, los Tomcats también se han separado, así que deciden unir fuerzas y, primero como The Thounghts y enseguida, otra vez, como los Tomcats, llegan a Madrid a principios de 1965 como grupo residente en una de las más selectas discotecas de Madrid: el Club Consulado. Si en Inglaterra eran un grupo de segunda fila, en España, sus pelos largos y su sonido estruendoso causaron admiración.

Su repertorio estaba integrado por los éxitos del momento: Beatles y Rollings, mucho rock and roll, algo de los aires hippys que se empezaban a oler en California. Con este repertorio graban cuatro epés para Philips. Pero mientras sucede todo esto, los Tomcats se dan cuenta de que, en las radios españolas, no suena nada que tenga que ver con su estética: hay voces dramáticas, instrumentaciones que tienden a lo moruno y cantantes con nombres tan raciales como Lola Flores. Así que prueban a versionarlo.

Lo que les sale es una bomba incendiaria. La versión de “A tu vera” que perpetran está plagada de guitarras fuzz, solos cortantes y secos riffs que recuerdan al “You really got me”. Puro garaje-copla como nunca se ha hecho. En “Pena, penita, pena” aún son más salvajes, con una línea de bajo obsesiva y una batería intensa y agitada. Llegan a convertir una tonada popular flamenca —“Macarenas”— en puro surf. Munster ha tenido el buen criterio de recuperar toda su obra en un doble elepé y estos tres temas borran a los demás, como tracas ensordecedoras.

El resto, las versiones de las que hemos hablado y un buen puñado de composiciones propias pulcras, a veces clásicos beat, en ocasiones mucho más soft-pop; en todo caso, interpretadas con ganas y clase. Mientras estuvieron en España e iban desgranando sus epés, Mariano Ozores los escogió para que aparecieran en una comedia con Gracita Morales y Jose Luis López Vázquez: Operación Secretaria. En ella interpretan tres temas, uno de los cuales ha permanecido inédito hasta ahora —“Two minds in tune”—, está tomado de la película y añade a su descarga de rhythm and blues electrizante las voces de los protagonistas tal como salían en la ella.

Pero aún hay más. El disco incluye esas primeras maquetas de The Second Thoughts, con trazas más blueseras, marcadas desde el principio con una armónica. La música que, en el Ealing, despertó todo.

La estancia de los Tomcats en España duro hasta 1966. Tras su vuelta definitiva a Inglaterra y varios cambios de formación, adoptaron un sonido más psicodélico y grabaron algunos discos. Después de varios cambios de nombre y la disolución final de todas las bandas, Tom Newman entró en la historia de la música por la puerta grande. Se convirtió en un productor de éxito. Casi no se podrán creer que el Tubular bells de Mike Oldfied o algún single de los punks The Adverts salieran de sus manos.

Anterior crítica de discos: U.F.O.F., de Big Thief.

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