Coque Malla, maestro de la inmensidad y el detalle

Autor:

coque-malla-07-06-17-a

 “‘Recuerdos muy emocionantes de este lugar. Nos espera una noche increíble, agarraros fuerte porque vienen curvas”, advierte Coque Malla”

 

Un concierto irrepetible: así lo prometía Coque Malla, y así lo cumplió. Arancha Moreno relata cómo vivió el directo que se convertirá en su próximo disco, y en el que contó con Jorge Drexler, Amable Rodríguez, Dani Martín, Iván Ferreiro y Neil Hannon.

 

Coque Malla
Teatro Nuevo Alcalá, Madrid
6 de junio de 2017

 

Texto: ARANCHA MORENO.
Fotos: MARTA SANZ.

 

La última vez fue en un palacio, en diciembre. Algo ocurrió esa noche. Coque Malla pisó el recinto más pequeño del Wizink Center de Madrid, y en medio de aquel espacio gigantesco de techos altísimos, consiguió salir victorioso. Se irguió en mitad de un entorno monumental, capaz de empequeñecer a cualquiera. Había 2.000 personas, tal vez, pero apostaría que fue uno de los mejores conciertos que se vivieron en el recinto ese año. Todo ese esfuerzo no podía quedar en una noche fugaz. Tal vez por eso decidió preparar otra fiesta seis meses después, con su banda, con la magnífica orquesta de vientos, con la sección de cuerdas y con cinco invitados muy escogidos. Y nos citó en el Teatro Nuevo Alcalá de la capital para que fuésemos testigos de uno de los momentos más emocionantes de su carrera.

El escenario le espera con ocho focos muy potentes. Se ha cuidado hasta el más mínimo detalle para que todo quede registrado en audio y vídeo y se convierta en su próximo disco en directo, con su productor habitual, Jose Nortes, y el ingeniero Jose María Rosillo. Sobre las tablas teatrales hay un perchero lleno de chaquetas y otro con varios sombreros. Dos hileras de sillas descansan a ambos lados del escenario, y unos cuantos micrófonos e instrumentos aguardan pacientemente en el centro. Catorce músicos aparecen en escena capitaneados por Coque, saluda y da la bienvenida con ‘Escúchame’, una declaración de intenciones perfecta para abrir fuego. Vientos (con su hermano Miguel Malla al saxo), cuerdas y banda al unísono caldean el ambiente, avanzando que la cocción no es solo rock.

Dice Malla que se recuerda a sí mismo sentado en esas mismas butacas en los tiempos en los que el teatro era un cine, viendo alguna película “de 007… ¿una porno, echaron? No, no, no”, ríe. “Recuerdos muy emocionantes de este lugar. Nos espera una noche increíble, agarraros fuerte porque vienen curvas”, advierte. Presenta a sus acompañantes y declara que sus invitados están ahí detrás, “deseando salir al escenario y romperos el corazón también. Poneros guapos, os estamos grabando, cuidado con lo que decís. Gracias, Madrid, bienvenidos al show”.

 

coque-malla-07-06-17-b

“Drexler sube para tocar ‘una de mis canciones favoritas, de mi disco favorito en mucho, mucho tiempo. Enhorabuena, ¡Coque!’, dice”

 

‘Quiero volverte a ver’ despliega una electricidad que se une a la sección de cuerdas tras el estribillo, en esa fusión tan acertada que sostiene buena parte del concierto. Varios ‘pipas’ corren por el escenario para dejar unos folios a los pies de Coque antes de que llegue el primer invitado: Jorge Drexler. Está encantado de subir para tocar “una de mis canciones favoritas, de mi disco favorito en mucho, mucho tiempo. Enhorabuena, ¡Coque!”, dice antes de encarar ‘Santo, santo’, del disco “El último hombre en la Tierra”. La voz embriagadora de Drexler, con su poesía de costumbre, nos guía durante los primeros versos, adquiriendo el protagonismo que el anfitrión regalará a cada uno de sus invitados. ‘Berlín’ se la reserva para él solo, con un inicio minimalista, a guitarra y voz, con la fragilidad de una pompa de jabón que sobrevuela el patio de butacas en un vuelo lento y envolvente. Pero algo la rompe, y ese algo es ‘La carta’. El Coque narrador aparece en los primeros versos, acomodado sobre una banda encendida, intensa, oscura, que se detiene cuando el músico vuelve a recitar en vacío, y rompe con brusquedad el silencio, llevándonos a un terreno peligroso.

“Escucha esto”, le propuso un día Amable Rodríguez a Coque Malla, y él cogió el disco que le ofrecía pensando qué le iba a decir si no le gustaba. Pero resultó que le pareció increíble, y conectó tanto con él que le invitó a su noche especial, a tocar ‘Todo el mundo arde’. Coque aprovecha para desentenderse de la guitarra, ponerse uno de los sombreros tipo Indiana Jones y bailar con movimientos pequeños y precisos hasta la zona del piano de David Lads, acariciándolo mientras Amable y Toni Brunet combaten con sus guitarras y Gabriel Marijuán se siente desde la batería. Abajo, en la tercera fila, una mujer ha decidido levantarse a bailar sola rompiendo la estampa tranquila del público sentado. La escena acaba cuando Coque se sopla la mano y llueve confeti dorado. Un final que simboliza muy bien los dos ambientes en los que se mueve constantemente: intensidad y fragilidad, fuerza y delicadeza, grandiosidad y detalle. Así llegará también la preciosa ‘Pétalos, sonrisas y desastres’, en pequeñas capas que van sumando elementos a la voz y los teclados: cuerdas, vientos… y los coros del respetable, que se entregan siempre que algo les pellizca.

 

coque-malla-07-06-17-c

“La sutilidad del momento se rompe cuando las guitarras retoman el control y alguien irrumpe desde el final del patio de butacas, atravesando el pasillo a toda velocidad hasta llegar al escenario”

 

La sutilidad del momento se rompe cuando las guitarras retoman el control y alguien irrumpe desde el final del patio de butacas, atravesando el pasillo a toda velocidad hasta llegar al escenario. Es Dani Martín, que ha venido a acompañarle cantando ‘Guárdalo’, como buen fan de Los Ronaldos que siempre fue. No es lo que pone en el setlist, donde aparece ‘Si os vais’, pero poco importan los cambios de guion: la canción funciona a la perfección, y Dani desprende una energía contagiosa que ayuda a levantar a la sala. Es en esos momentos cuando uno recuerda que Malla podría haberse quedado justo ahí, en las efectivas canciones de Los Ronaldos (varios de ellos, por cierto, le acompañan entre el público), pero que se arriesgó a dejar una fórmula de éxito que manejaba bien para crecer en otra dirección. Se la jugó porque quiso, y el tiempo le ha dado la razón.

 

coque-malla-07-06-17-d

 

“¿Y ahora qué?”, pregunta sonriendo cuando el joven de pelo azul se marcha del escenario dejando un reguero de energía. La respuesta es ‘La hora de los gigantes’, la canción que da título al disco que lo cambió todo, bajando un poco las revoluciones para volver al presente y prepararse para otro momento irrepetible. Aparece en escena Iván Ferreiro y le acompaña en ‘Me dejó marchar’. Un baladón emocionante que va in crescendo desde la primera guitarra desnuda, ascendente como su propia interpretación y la química que desprenden, mostrada con gestos de cariño por Iván, que abraza a Coque en mitad de la canción.

 

coque-malla-07-06-17-e

“Un baladón emocionante que va in crescendo desde la primera guitarra desnuda, ascendente como su propia interpretación y la química que desprenden, mostrada con gestos de cariño por Iván, que abraza a Coque en mitad de la canción”

 

La próxima –“Seguramente mi favorita”, matiza– es ‘El último hombre en la Tierra’ deja otro instante memorable, enredados en esa especie de carrusel que nos lleva hasta ‘Termonuclear’, donde a falta de Santi Balmes (con el que dice Malla que “sueña”, y que en realidad estuvo el día anterior grabando un tema por problemas de agenda), bien está que vuelva a acompañarle el coautor del tema, ‘Termonuclear’. “Me volviste loco”, le suelta Iván riendo, asegurando que Coque es un tipo puntilloso y él “un chapucero”. La cantan sentados en dos taburetes altos, pero Ferreiro aguanta poco sentado, la energía no le deja. De nuevo una lluvia de aplausos, el vigués se inclina agradeciendo el cariño y se va.

 

coque-malla-07-06-17-f

 

‘Hace tiempo’ llega apagando sus farolas, dispuesta a mexicanizar la noche, en la que se marca un a capela y un guiño final, a tres voces, con el guitarrista Toni Brunet y el bajista Héctor Rojo. Un momento de cantarle a la luna llena que precede a otro de los más especiales, como anuncia Coque: “El destino quiso que esta canción que compuse hace un tiempo guardara su momento”. Para él no hay nadie mejor con quién compartirla que Neil Hannon, y por eso el líder de The Divine Comedy sube al escenario de punta en blanco para cantar con él mano a mano ‘My beautiful monster’. Tras ella, el anfitrión se permite una versión de su acompañante e interpretan juntos ‘Absent friends’, con una entrada musical fantástica. Un tema que inspiró a Coque y que le emociona terriblemente, algo que sucedió en parte gracias a su antiguo guitarrista, Nico Nieto, que también les acompaña durante el tema. Para terminar, como buen amante del vino, Malla le ofrece una copa a Neil, que la sostiene en los últimos compases para brindar por el momento. Y ya, en solitario, llega el famoso ‘No puedo vivir sin ti’, y el celebrado ‘Hasta el final’.

 

coque-malla-07-06-17-g

“El líder de The Divine Comedy sube al escenario de punta en blanco para cantar con él mano a mano ‘My beautiful monster’”

 

Una breve desaparición precede al último tramo de la fiesta. ‘La mujer sin llave’ viene directamente del pasado, una de esas primeras canciones que marcaron su nuevo camino, un recorrido feliz que termina hoy con el tema que abre su último disco, ‘La señal’. Cuerdas, vientos y banda arropan una de las canciones más inmensas del repertorio de Coque Malla, que ha querido convertir su próximo disco en algo vivo, en un directo que late, emociona y demuestra cómo ha crecido su autor en estos últimos años. Así despide una noche soñada, emocionante y, como ya avisó, irrepetible. Por suerte, quedará grabada para siempre.

 

coque-malla-07-06-17-h

 

Setlist:
Escúchame
Quiero volverte a ver
Santo santo (con Jorge Drexler)
Berlín
La carta
Todo el mundo arde (con Amable Rodríguez)
Pétalos, sonrisas y desastres
Guárdalo (con Dani Martín)
La hora de los gigantes
Me dejó marchar (con Iván Ferreiro)
El último hombre en la Tierra
Termonuclear (con Iván Ferreiro)
Hace tiempo
My beautiful monster (con Neil Hannon)
Absent friends (con Neil Hannon)
No puedo vivir sin ti
Hasta el final
La mujer sin llave
La señal
coque-malla-07-06-17-i

Artículos relacionados