“Wild! Wild! Wild!”, de Robbie Fulks & Linda Gail Lewis

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DISCOS

Además de ser un extraordinario compositor, es un músico fino, elegante y, en contra de lo que pueda parecer, arriesgado”

 

 

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Robbie Fulks
“Wild! Wild! Wild!”
BLOODSHOT RECORDS

 

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

Tan subversivo como reverencial. Así define la discográfica Bloodshot Records en su nota de prensa uno de sus últimos lanzamientos, el protagonizado por Robbie Fulks y Linda Gail Lewis. El primero, nacido en Pensilvania en 1963, es uno de esos grandes secretos que los amantes del rock de raíces norteamericano guardamos para las grandes ocasiones. Esas en las que hablas con alguien que te está recomendando un disco del género y decides ir a tiro fijo. Sabes que Fulks no te va a fallar y que va a encantar a tu contertulio sin riesgo en contra. Además de ser un extraordinario compositor, es un músico fino, elegante y, en contra de lo que pueda parecer, arriesgado. Amigo del rockabilly, el western, el swing, el góspel y el rock and roll, además del country claro, Robbie mantiene una trayectoria impecable como pocos. A su lado, Linda Gail Lewis, hermana menor del gran Jerry Lee y, como este, pianista excepcional. Ella es quien dota de una personalidad especial este disco compuesto íntegramente por Fulks, excepto alguna puntual versión.

Es Robbie, además, el que se encarga de la producción de unas canciones grabadas junto a Alex Hall (JD McPherson, Cactus Blossoms, Pokey LaFarge) con músicos que han tocado junto a monstruos como Mavis Staples, Neko Case, NRBQ o Merle Haggard. Los temas de Fulks encajan a la perfección con la capacidad interpretativa de Lewis, y es que probablemente el bueno de Robbie ha pensado en ella y en su voz a la hora de escribirlas, y temas como el ‘It came from the south’, escrita por el guitarrista de NRBQ Al Anderson, encajan a la perfección en el conjunto. Es muy constructivo para el oyente ver cómo Fulks ha trabajado en el estilo rockabilly de Linda, y como esta es capaz de hacer suyas las siempre reflexivas letras de su compañero de aventura.

Por ello, y volviendo al principio, entendemos eso de “subversivo y reverencial”. Es revolucionario en cuanto a la novedad que supone, en un género tan poco dado a lirismos como el rockabilly o el rock and roll clásico, el trabajo a las letras de Robbie Fulks. Y es respetuoso con el pasado porque ambos artistas muestran ese sentimiento ante los grandes precursores de ese sonido en todas las pistas de un álbum que suena, ciertamente, la mar de bien.

 

 

Anterior crítica de discos: “El don del vuelo”, de Tachenko.

 

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