What’s for breakfast, de Dent May

Autor:

DISCOS

«Hermosas melodías, arreglos impecables y canciones simplemente deliciosas»

 

Dent May
What’s for breakfast

CARPAK, 2024

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Durante los últimos quince años, Dent May se ha confirmado como uno de los más atinados orfebres de canciones pop de tiempos recientes. El de Mississippi, asentado en Los Ángeles, parece haber caído hace tiempo en la marmita en la que se encuentra la fórmula más cercana a la perfecta canción pop, y no deja de sacarle provecho. Su sexto álbum toma su título de una frase que se ha convertido en una broma interna con su pareja todas las mañanas: «¿Qué hay para desayunar?». Tal y como él lo entiende, y aplicándolo a su música, significa obviar el ruido circundante y prepararse para el nuevo día aislado con lo que nos produce placer, bien sea componiendo nuevos temas o —tanto en su caso como el nuestro— degustándolos.

Según él, en esta ocasión se ha dejado llevar más por las guitarras, volviendo la atención hacia aquella música que escuchaba en su adolescencia, como The Strokes, Weezer o las bandas del colectivo Elephant 6. No obstante, no resulta complicado trazar una línea de continuidad con sus anteriores trabajos, álbumes todos ellos en los que trasluce una devoción clara por los sonidos de la onda media de los años sesenta, en los que el pop se encuentra ocasionalmente con el soul, la música disco, el country, el easy listening

Sí, tal y como se ha dicho, podría ser como si The Dwight Twilley Band fueran fans secretos de Captain & Tennille o si a Cheap Trick realmente le gustaran The Carpenters. Efectivamente, también Jeff Lynne debe estar tomando notas. Pero lo cierto es que en su cabeza relucen de la misma forma Fleetwood Mac (“Coastingon fumes”, con Jordana) o The Beach Boys (“Cactus flower), con más momentos para el recuerdo como “Heaven on wheels”, “One call, that’s all”, “Don’t stop doing what you’re doing”, “You already know” o “Keep me in mind”. El tiempo vuela cuando lo estás disfrutando, asegura su colaboración con Pearl &T he Oysters (“Time flies when you’re having fun”), y eso es justo lo que consigue May con sus hermosas melodías, arreglos impecables y canciones simplemente deliciosas.

Anterior crítica de discos: Nonetheless, de Pet Shop Boys.

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