Una ciudad entera bañada en sangre humana, de Jorge de Cascante

Autor:

LIBROS

«Verdadera prosa vanguardista que habla del amor y la soledad, esa que se engancha a uno en la infancia y que se arrastra toda la vida»

 

Jorge de Cascante
Una ciudad entera bañada en sangre humana
BLACKIE BOOKS, 2022

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

A pesar de haber encarrilado una obra narrativa, dentro de la cuentística, ya sólida, definida y con tres libros de relatos en su haber, el trabajo de Jorge de Cascante deriva en muchas ocasiones en géneros aparentemente menores como el periodismo, la traducción o la compilación de volúmenes sobre Gloria Fuertes, Gila o Ana María Matute. Gran labor la de compilador, igual de importante que la de comisario o productor de discos pero poco reconocida.

Como en anteriores entregas, y como en todos los géneros que aborda, los textos de este autor madrileño poseen un tono social que queda cubierto por la ironía y el absurdo; sin embargo, no utiliza la imaginación para apartarse de la realidad, sino que actúa al contrario, estira la realidad hasta que esta se convierte en irreconocible. Sus argumentos están entresacados de palabras escuchadas en la calle al azar, de referencias de la infancia —Stephen King, Bola de Dragón, Los 4 fantásticos, Historias de la cripta— y de la vida de oficina, donde la dignidad es salvada en medio de los peores castigos laborales.

Si les hablo de las historias que despliega en estos ochenta relatos no detectarán nada raro. El sobrino que descubre viejos fanzines de su tía cuando esta era gótica, el chico al que no le gusta la educación física y se escapa de las clases para leer, los actores del Pasaje del Terror que organizan una huelga, la experiencia de tres amigas pijas que hacen el camino de Santiago, la cantante de la orquesta de un magazine televisivo a la que se detecta un cáncer,… Pero, de golpe, todo da un vuelco para presentar la otra cara.

El ambiente es sereno, pero siempre lo araña lo tétrico; esos objetos que interactúan con los humanos y dan una patada menos simbólica que hiperbólica al mundo, a este mundo moderno que está aquí para quedarse. Así, su prosa, que bebía, y mucho, de la otra generación del 27 y de Jardiel Poncela, se va decantando poco a poco hacia la expresión de Juan José Millás.

Verdadera prosa vanguardista que habla del amor y la soledad, esa que se engancha a uno en la infancia y que se arrastra toda la vida. El estilo apuntala esto también, es moroso, de frases breves, simples, pero destila infinita tristeza, una tristeza que se hace carne de verdad en el penúltimo cuento. “En mitad del campo en movimiento” explica, como nunca se ha hecho en castellano, el dolor del amor adolescente. No es lo normal en el libro, lo normal es que la realidad se vuelque en el delirio, pero este cuento final apunta que Jorge de Cascante no solo tiene buena madera para la imaginación, la tiene también para las sensaciones, las dos columnas de un buen escritor.

Anterior crítica de libros: Auambabuluba Balambambú, de Nik Cohn.

Artículos relacionados