“Tercera guerra mundial”, de Full

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DISCOS

“Son oscuros, pero brillan como buenos hijos del rock alternativo anglosajón”

 

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Full
“Tercera guerra mundial”
WARNER

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

Como todos los movimientos, el nuevo indie dejará cosas buenas y malas, pero la cantidad de buenas cosas que ya ha dejado es importante. Y eso al margen de cualquier circunstancia sociopolítica.

Hay quien señala el reinicio del indie español con la edición del primer disco de Vetusta Morla. Y no cabe duda de que “Un día en el mundo” fue parte del comienzo, pero yo iría un poco más atrás, y haría sonar el pistoletazo de salida a ritmo de Iván Ferreiro y Piratas. Pienso que ellos son los padres de todo lo bueno que ha venido después. “Relax” y “Canciones para el tiempo y la distancia” mostraron una nueva forma de hacer rock alternativo, con el pulso de la independencia creativa, con un punto de fuga narrativo que empezaba dentro y que podía o no proyectarse hacia lo que acontece fuera.

Full pertenecen a la camada más reciente de nuevos cachorros del rock indie, una camada que debe medirse con todo lo que ya han edificado sus mayores. El nivel alcanzado por los citados Vetusta, Love of Lesbian o Sidonie es notable, han puesto el listón muy alto y aquellos que lleguen nuevos tienen un público de oídos predispuestos, pero también un rasero brutal. Full podrían despuntar. Son oscuros, pero brillan como buenos hijos del rock alternativo anglosajón. Lo cierto es que la portada de “Tercera guerra mundial” les define. Tienen talento, es innegable al escuchar ‘Aullando’ y ‘Privee’, tal vez las mejores canciones de un disco que no se hace largo y se disfruta. De hecho, este trabajo podría llevarles ante las puertas de la primera división. Les queda el gran paso. Pero están cerca. Porque tiene algo que decir y pueden aportar sombras al indie de estadio, pueden darle un reverso un poco más lóbrego que el que tiene ahora mismo. Esa debería ser su meta y creo que tienen buena parte de la carrera avanzada.


Anterior crítica de discos: “The waiting room”, de Tindersticks.

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