Tequila: «Hoy en día, tener un grupo y salir de gira es un acto muy romántico»

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«Las canciones sobreviven, los grupos no»

 

Alejo Stivel y Ariel Rot celebran el 24 de noviembre el postergado adiós de Tequila en directo. Poco antes de subir al escenario del WiZink Center, Carlos H. Vázquez se reúne con ellos para reflexionar sobre el regreso y los últimos coletazos de una de las bandas más carismáticas del rock en español.

 

Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: JUAN PÉREZ-FAJARDO.

 

El calendario no se ha llevado demasiado bien con Tequila en estos últimos dos años. O sí, según se mire. Pero el caso es que la despedida de Alejo Stivel y Ariel Rot bajo el nombre de esta banda se ha pospuesto más de dos veces. No obstante, los dos argentinos siguen dispuestos a celebrar el último concierto de Tequila, que será el 24 de noviembre en el WiZink Center de Madrid.

Ariel Rot le pregunta a Alejo Stivel si la ha traído de casa. «Sí», le responde. Se refiere a una camiseta que van a firmar para un concurso. Es negra con las portadas de los cuatro álbumes de estudio que han publicado: Matrícula de honor (Zafiro, 1978), Rock and roll (Zafiro, 1979), Viva! Tequila! (Zafiro, 1980) y Confidencial (Zafiro, 1981). A Ariel le gusta el diseño. «¿Es tuyo?», le pregunta a su compañero. Alejo asiente (lástima que solo haya hecho una). Su compañero va a estampar su rúbrica en la portada de Rock and roll cuando le advierten de que primero hay que grabar un vídeo para promocionar el sorteo. Ariel quiere saber si tienen que decir algo. Alejo le indica: «“Enhorabuena para el ganador del concurso” y mostrás la camiseta». Tendrá sonido de calle y esa luz de otoño peleón con visos de tormenta (que luego se queda en nada). Como productor que es, Alejo Stivel se preocupa por el sonido y le sugiere a quien va a hacer el vídeo con el móvil que no se aleje demasiado. Ariel habla: «Bueno… Estamos aquí a punto de… de firmar… este… esta camiseta y… enhorabuena a quien le toque». Stivel, al quite, añade: «…al ganador del concurso de Los 40 Classics. Nos vemos en Razzmatazz [20 de noviembre]». Resuelven el saludo en .mov a la primera. Ariel, antes de firmar el autógrafo, entretiene la mirada por la remera y empuña el rotulador para marcar el objeto que para él ya quisiera. Sonríe, muestra el premio al objetivo y… «Espera, que esto parece que no se ha grabado».

 

¿Las canciones de Tequila envejecen como lo hace el grupo?
Ariel Rot: En Tequila el grupo y las canciones van en paralelo. Las canciones sobreviven, los grupos no. Hay mucha gente que no sabe qué hay detrás de esas canciones que conoce tanto. Los hemos acompañado en sus fiestas, en sus noches, en su casa, en su coche… pero no tienen ni idea de todo lo que ocurrió en su momento con Tequila, que fue algo que la gente de nuestra generación sí lo vivió como un estallido o un cambio en sus vidas, como un momento de ruptura. Eso, con el tiempo, ha perdido significado en las canciones.

 

¿Cómo habéis pasado este tiempo de parón hasta ahora? Se os cayeron conciertos, la fecha de despedida se pospuso…
Alejo Stivel: Sí. Este mismo concierto del WiZink iba a ocurrir el 20 de marzo de 2020 y el 11 nos encerraron a todos. Me siento un poco culpable al decir que lo pasé muy bien, porque hay mucha gente que lo pasó realmente mal, y lo siento muchísimo, pero esa fue mi experiencia personal. Estuve en mi casa casi tres meses solo, sin salir ni siquiera a la compra, y no vi a ningún ser humano ese tiempo. Elegí no salir. La compra me la dejaban en la puerta. Abría y no había nadie. No vi ni toqué ni miré a los ojos a nadie durante casi tres meses. El primer día que salí a la calle recuerdo que se me saltaron las lágrimas. ¡Tres meses encerrado solo en un piso del centro de Madrid!
Ariel Rot: Bueno, con las gatas [risas].
Alejo Stivel: Sí, con dos gatas. Pero son seres no-humanos. Es verdad que tuve momentos de soledad y de aislamiento, pero en general lo pasé bien. Hice introspección, cosas que no había hecho nunca… En todo ese tiempo me encontré cómodo y bien.

 

¿Y tú, Ariel?
Ariel Rot: Yo formo parte de los que les fue duro, lamentablemente. Tuve que hacer un viaje en plena pandemia a Argentina por motivos familiares y me tuve que operar en plena pandemia también. La primera época la disfruté, la verdad. Pensé que iba a ser simplemente un periodo muy corto. He estado en casa con mis hijos, mi familia, mi mujer… Fue un momento distinto y novedoso y disfruté un poco de esa vida casera y familiar, pero fue muy intenso lo que vino después. Incluso grabar el programa [Un país para escucharlo] en diez semanas con ciudades confinadas, mucha paranoia y miedo… Eran muchos encuentros, estar mucho tiempo fuera, siempre con la duda de si te podías haber contagiado o no y si podrías volver a casa. Va a ser una época difícil de olvidar.

 

El concierto en Madrid estaba fechado para el 20 de marzo de 2020. Se pasó al 23 de septiembre de 2021 y al final será el 24 de noviembre.
Alejo Stivel: Todo esto arranca a trompicones. Cuando lo pusimos en septiembre pensábamos que dentro de un año y medio esto ya iba a estar acabado, pero hemos llegado justitos para los concierto de pie. Al final, de puta madre, porque será mucho más divertido ver a Tequila de pie que sentados.

 

Escuché a Ariel decir que Alejo no fue ni al ensayo ni a la prueba de sonido del primer concierto pospandémico de Tequila.
Ariel Rot: Pero eso es habitual en él, ¿eh? [Risas]
Alejo Stivel: Después de un año y medio sin tocar fue rarísimo salir al escenario sin ensayar y sin probar sonido… Pero salió increíble, lo cual me sorprendió.

 

Alejo, tardaste más de dos décadas en volver a subirte a un escenario después de la separación de Tequila en el 83. De hecho, pasas un mal rato al tener que subir a un escenario para recoger un premio. ¿Sufrías pánico escénico?
Alejo Stivel: Sí. En el disco que produje a M Clan [Usar y tirar] canto con ellos. Me preguntaron si me iba a subir con ellos al escenario en la presentación y les dije que no, que ni de coña. Recuerdo que estaba en la zona VIP de La Riviera, a tomar por culo, y llegó el mánager y a la fuerza me empujó al escenario, porque yo no quería salir. Estaba acojonado.

 

¿Cómo recordáis el primer concierto de reunión en el 2008?
Ariel Rot: Recuerdo que fue en el Akelarre de Mahón, que era donde yo solía hacer los principios de mis giras. Pasábamos unos días en Menorca, confraternizábamos… Eso ya lo había hecho en un par de giras mías y lo propuse para Tequila también. Creo que fue una buena decisión.
Alejo Stivel: Sí, sí.
Ariel Rot: Estábamos en un ambiente familiar y distendido… y no nos encontramos de golpe en un escenario con más presión. Alejo tenía una sensación de irrealidad, diría.
Alejo Stivel: Estaba cagado. Estuve cagado varios shows.
Ariel Rot: [Risas] «¿Qué estoy haciendo yo aquí?».
Alejo Stivel: Sí, sí… Los primeros cuatro, cinco o seis shows estuve cagado. Llevaba veinticinco años sin subirme a un escenario.

 

¿Desarrollaste algún tipo de fobia?
Alejo Stivel: Llámalo como quieras. Quizás puedas llamarlo fobia.
Ariel Rot: Bueno, pero luego se te pasó.
Alejo Stivel: Sí.
Ariel Rot: Creo que ahora le está pasando a mucha gente. Estoy seguro de que hay muchos artistas que están volviendo a tocar después de un año y medio. No es que te entren fobias, pero sí ciertas inseguridades con algo que era muy mecánico y cotidiano. De repente, después de un año y medio, te empiezas a preguntar si lo vas a hacer bien y cómo vas a estar.

 

¿Qué es lo que da más miedo?
Alejo Stivel: Todo. Es una situación donde estás expuesto de una manera que no tiene nada que ver con tu vida normal. Te subes ahí y ves que es un lugar medio irreal.
Ariel Rot: Hay que volver al Akelarre [risas].

 

Después de la disolución de 1983 os llegó la oferta de actuar en el programa ¡Qué noche la de aquel año!, pero Alejo declinó la propuesta. ¿Por qué?
Alejo Stivel: Porque no sentí que… No me apetecía.

 

Te ofrecieron un talón en blanco…
Alejo Stivel: Sí. Carlos Narea y Diego Manrique me llevaron a comer y me dijeron: «Puedes poner [en el talón] lo que quieras». Pero no me apetecía. Cuando me preguntan por qué nos juntamos después digo que fue porque nos dio gana. Tampoco me parecía que el programa de Miguel Ríos fuera un lugar para volver. No en ese entorno. Si hubiera tenido ganas se lo habría dicho a Ariel.

 

Y cuando tuviste ganas en 2008 y le llamaste, Ariel dijo que no.
Ariel Rot: Primero me asombró, la verdad; era una sorpresa. Por otro lado yo estaba con mis proyectos bastante encaminados y me iba a tocar a Argentina con mi banda. Le dije [a Alejo]: «Bueno, a la vuelta te contesto». La única condición que puse fue juntarnos primero para tocar y a partir de ahí ya veríamos. Entonces dije que sí.

 

Tengo entendido que lo primero que se hizo al final fue la foto de promo.
Ariel Rot: De eso no me acuerdo… Sí recuerdo preguntarle a José Nortes si le importaba que fuéramos como Tequila a La Cabaña. Y nos grabó. Eso fue todavía con Felipe [Lipe]. Nos miramos y… «Qué increíble, ¿no? Esto suena, camina…» [Risas]. José estaba flipando, le encantaba.

 

¿Qué canciones tocasteis?
Ariel Rot: Las que tocaba Felipe con su banda [Felipe Lipe Tequila]. Ahí nos engañó [risas].

 

Pero ya no pudo con las que no tocaba con su banda, ¿no?
Ariel Rot: ¡Exactamente! No quería decirlo de esa manera.

 

Aun así, le disteis un par de oportunidades más…
Ariel Rot: Preferiría no extenderme mucho sobre este tema.

 

¿Por?
Ariel Rot: No tiene sentido.

 

¿En qué influyó la campaña del PSOE con “¡Que el tiempo no te cambie!” para la candidatura a la Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007?
Alejo Stivel: Cuando oímos la canción nos dimos cuenta, por una extraña razón, que no había quedado tan bien como otras canciones, como “Salta!!!” o “Me vuelvo loco”. Debe haber sido una de las razones por las cuales nunca salió de single, aunque era un single potencial. No sé… Decidimos grabarla de nuevo y salió de single, y hoy es un éxito más de Tequila, como si fuera de la época antigua, cuando es un hit del 2008.

 

¿Pero influyó que el partido socialista eligiera esta canción?
Alejo Stivel: No. Íbamos a volver. Influyó en que sacáramos ese single.

 

¿No es un empujón que un partido político hiciera sonar una canción que luego fue el single (de nuevo grabado) del regreso del grupo?
Alejo Stivel: Coincidió.
Ariel Rot: Durante todo este tiempo siempre hubo alguna publicidad. Esto coincidió, pero no fue un detonante.

 

«Siempre hubo luces, pero con la separación, obviamente, también hay sombras»

 

En su regreso, Tequila toca en Madrid dos noches en La Riviera (3 y 4 de octubre de 2008), aunque la idea era hacer un Palacio de los Deportes. ¿Las expectativas estaban demasiado altas?
Ariel Rot: Nos pilló la crisis y tal vez un país con cierta indiferencia a su pasado musical; pensábamos que iba a ser mucho más acontecimiento de lo que luego fue. Lo encajamos y eso provocó que un reencuentro que iba a ser de unos seis u ocho meses al final tuviese que ser casi de dos años. Costó hasta que conseguimos que la cosa arrancara.

 

¿Había pasado demasiado tiempo?
Alejo Stivel: Sí. Hay toda una generación que escuchó los temas por ahí pero no vivió la época. Eso crea menos afición. Te pueden gustar mucho las canciones, pero no vas al concierto si el grupo no te llama.
Ariel Rot: Veinticinco años, estamos de acuerdo, es demasiado tiempo.
Alejo Stivel: Hay grupos que se separan diez años, que es casi nada, pero veinticinco son muchos.

 

Por otra parte, ¿qué habría sucedido de haber ido Tequila de gira por México o Argentina?
Alejo Stivel: A mí se me quedó una espina clavada. Creo que podríamos haber gustado mucho por el estilo de música.

 

¿Pero qué fue lo que sucedió?
Alejo Stivel: En la época que salieron los discos de Tequila nuestros apellidos estaban en listas prohibidas por la dictadura argentina. Y después ya fue tarde, porque nos separamos.

 

Pero a México sí podíais ir…
Ariel Rot: Sí. A México fuimos en el año ochenta, pero en esa época el rock en México era casi clandestino, puedes verlo en el documental Rompan todo. No sé en qué año se reactivó y despegó de una manera brutal.
Alejo Stivel: A los dos o tres años. Si hubiésemos insistido quizás hubiese cuajado, pero nunca se sabrá.
Ariel Rot: Era muy raro, porque no sabían tampoco dónde encasillarnos en México. Los grupos de rock eran otra cosa en México en esa época.
Alejo Stivel: Sí. Entonces nos metieron como en el mainstream, que no tenía rock, así que no encajamos. Seguramente tres o cuatro años después hubiese funcionado.

 

También estabais con Zafiro en España, que no era una major
Ariel Rot: Claro. Y en México teníamos una compañía muy chiquita.
Alejo Stivel: Después, para meter allí a los artistas españoles hicieron un despliegue muy gordo de promo. Hubo grupos que se fueron tres meses de gira promocional a recorrerse todas las teles y radios de México. Era otro momento.

 

Voy ahora a la reunión de Tequila en 2017, que se hizo gracias a unos conciertos patrocinados por Hyundai. ¿Ahí volvéis por dinero?
Alejo Stivel: Bueno, fue una propuesta. Lo puedes ver así. Nos preguntaron si nos interesaba juntarnos para unos conciertos y obviamente dijimos que sí, porque si haces un concierto cobras, pero lo que ganábamos ahí era más o menos el caché que podíamos pedir para actuar. Pudimos hacerlo sin esa propuesta, pero en este caso fue una propuesta externa y lo aceptamos. Lo puedes simplificar diciendo que volvimos por dinero.
Ariel Rot: Volvimos porque era una propuesta directamente de cuatro shows y eso justifica hacer el esfuerzo de volver a armar todo. Pero inmediatamente empezaron a salir más shows. En principio dijimos de hacer esos cuatro porque ya merecía la pena.

 

¿Por qué la demanda de conciertos de Tequila ha ido en aumento?
Alejo Stivel: Creo que era porque estábamos presentes. Al principio, en el 2008, veníamos de no estar presentes, pero si estás presente la gente se acuerda más de ti que si estás desaparecido.

 

Se publicó un disco de Tequila en directo (Adiós, Tequila! En vivo), pero no uno de estudio con canciones nuevas, salvo el tema para la banda sonora de Superlópez (“Yo quería ser normal”). ¿Existió la idea de grabar un álbum con nuevas canciones?
Alejo Stivel: “Yo quería ser normal” fue un caso puntual, porque nos pidieron hacer una canción. Y hacer un disco… Creo que no voy a hacer más discos, sino canciones que me vayan saliendo. Hacer un disco es una proeza titánica, porque estás un año componiendo, grabando, mezclando… Es un trabajo de mucho tiempo y actualmente los discos nacen como medio fallados. Y componer es una actividad bastante íntima. Nosotros compusimos juntos cuarenta o cincuenta canciones, pero llevábamos mucho tiempo juntos. Yo compuse mucho menos, pero Ariel mucho más y casi solo.

Ariel Rot: Aparte, si piensas en componer canciones de Tequila, hay que poner un marco para eso, porque si no las compongo yo o las compone Alejo solo. Tequila tiene una identidad muy clara compositiva. Y, como dice Alejo, con el tiempo la composición se convierte en un acto solitario.
Alejo Stivel: Igualmente quedamos contentos con la canción.

 

Ariel, ¿te parece romántico ponerle fecha de caducidad a la gira?
Ariel Rot: [Risas] A mí todo me parece romántico. Todo lo que está relacionado con la historia de los grupos de rock me parece muy romántico. Hoy en día, tener un grupo y salir de gira es un acto muy romántico. Nosotros nos criamos con una cultura rock que estaba llena de romanticismo. Entrar a un estudio era romántico, había todo un aura y un espíritu en esos lugares que ya se perdió. La historia del rock está llena de romanticismo.

 

¿A pesar de ser trágica?
Alejo Stivel: Pero el romanticismo es trágico.
Ariel Rot: Una cosa no excluye a la otra.

 

¿Romántico es también tener un fan japonés que va a todos los conciertos?
Ariel Rot: [Risas] Eso ya es sexo duro.
Alejo Stivel: Vamos a ver si viene al del WiZink.

 

¿Cómo os enteráis de si va o no a vuestros conciertos?
Alejo Stivel: Nos contacta por las redes sociales y lo recibimos después. Pero no conversamos, porque él no habla inglés y nosotros no hablamos japonés. La primera vez vino solo al WiZink y después volvió al Razzmatazz, en Barcelona, con su padre y su madre, que solo hablan japonés también. Y además vino un día o dos. Le pregunté si le apetecía que fuéramos a comer, quería agasajarlo un poco, pero dijo que no, porque se tenía que volver a trabajar.

 

¿Cómo entiende las canciones?
Ariel Rot: Habrá escuchado las versiones en japonés. No tengo ni idea.
Alejo Stivel: Se lo quise preguntar, pero no sabía en qué idioma hacerlo [risas]. Sabemos que es músico, que tiene una banda de un estilo medio tequilero.
Ariel Rot: ¿Ah, sí?
Alejo Stivel: Sí. Hace un rock and roll un poco más duro.

 

Después de todas las luces y las sombras que ha habido en Tequila, ¿creéis que ha merecido la pena todo este viaje desde el 2008 hasta ahora?
Alejo Stivel: Bueno, fue cuando menos sombras hubo. Fue todo bastante fácil y normal. Lo más intenso a nivel de luces y sombras fue la primera época.
Ariel Rot: Siempre hubo luces, pero con la separación, obviamente, también hay sombras. Y si nos mereció la pena… prefiero no hacerme esa pregunta [risas].
Alejo Stivel: A mí sí me mereció totalmente la pena.
Ariel Rot: Mi relación con la guitarra se reactivó de una manera muy especial que no se hubiese reactivado tocando en solitario. Ahí era imposible estar tan intensamente conectado con la guitarra. Pero Tequila me permite todo un despliegue guitarrístico que disfruto un montón y que tenía abandonado. Por esa parte, fantástico. Y luego, también, recuperar una relación con Alejo que tal vez de otra manera no hubiese ocurrido. Los viajes, las charlas… Todo eso es importante. Y que la gente vea a Tequila en directo, sobre todo generaciones que no lo escucharon.
Alejo Stivel: Si Ariel recuperó esa relación con la guitarra, imagínate yo, que después de pasar veinte años encerrado en un estudio me puse a cantar. Fue milagroso, porque no tenía ni idea de cómo iba a responder, ni siquiera ensayando. Hasta que uno no se sube al escenario y ve al público no sabe cómo va a salir. Por eso iba tan cagado. Era una parte de mi vida que estaba dormida y casi muerta, en estado de coma.

 

¿Y qué va a pasar ahora, cuando se termine la gira de despedida?
Alejo Stivel: Tenemos nuestros proyectos cada uno y seguiremos.
Ariel Rot: Termina una cosa y empieza otra.
Alejo Stivel: No nos retiramos. Es el último concierto de Tequila, pero nuestra vida musical sigue.

 

¿Pero volverás a cantar, Alejo?
Alejo Stivel: Sí, claro. Voy a hacer una gira en primavera y estoy produciendo un disco de Rosa León. La obligué a volver a cantar después de treinta años. ¡Ella me ganó! [Risas].

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