Radiografía de “Señales de humo”, lo nuevo de Los Coronas

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“Diecisiete canciones ricas, variadas, llenas de referencias y por las que desfila un nutrido grupo de ilustres colaboradores”

 

Cuatro años después de “Adiós Sancho”, Los Coronas regresan con nuevo disco, “Señales de humo”. Fernando Ballesteros analiza sus nuevas canciones.

 

Texto: FERNANDO BALLESTEROS.

 

El día que alguien haga un estudio en profundidad de lo ocurrido en el rock and roll en España desde mediados de los ochenta y hasta 2017 y mucho más allá, el nombre de Fernando Pardo aparecerá en más de una ocasión. Así, de entrada, lo hará junto a sus socios en Sex Museum y con los miembros de Los Coronas. Con los primeros, partiendo del garaje ha pasado por muchas estaciones, casi siempre marcando camino a los demás. Con los segundos, sin abandonar el surf instrumental con el que se inició junto a David Krahe hace más de dos décadas y media, sigue ampliando su campo de visión.

El caso es que Los Coronas llevan diciendo muchas cosas desde 1991. Y lo hacen sin palabras, claro. Con el poder narrativo de su música de efectos sobradamente probados. Esta vez se han ido a Tucson, y allí, en el desierto, han cocinado la ruptura de un silencio de cuatro años, los transcurridos desde la publicación de “Adiós Sancho” (Tritone Records, 2013). El resultado es un doble elepé editado por Legacy Recordings y titulado “Señales de humo”. Diecisiete canciones ricas, variadas, llenas de referencias y por las que desfila un nutrido grupo de ilustres colaboradores. La obra de cinco músicos que aportan mucho. Porque al núcleo compositivo del dúo compuesto por Pardo y Krahe se suman las aportaciones cada vez más notables de Loza, Javier Vacas y Yevhen Riechkalov.

 

 

‘Tono viejo’, carta de presentación del album, cuenta con la presencia de Sergio Mendoza y se revela como una apertura brillante. ‘Drama West’ –ya ven: los títulos dicen mucho…– arranca desde el western y termina subiendo la tensión más y más con la inestimable colaboración de Jairo Zavala, alma mater de Depedro. En ‘La fiebre’ saltan a la pista de baile –no es la primera vez que lo hacen– y Miguel Campello (El Bicho) le pone sabor a rumba con su percusión. El resultado es que, al final, esta fiebre tiene más de una cara.

 

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‘A tope de amor y lujo’ suda rumba y es tan endiabladamente divertida como sugiere su título. Aún hay mucho más. Tanto, que alguno puede pensar que ya lo han hecho casi todo y, de repente, unas palabras en la hoja promocional hacen saltar las alarmas: “¿Se van? Quién sabe, quizás solo traten de dar dos tazas a los partidarios de lo tradicional”. Muy bien, algo de misterio, como el que aparece en algunos de sus temas nunca sobra, aunque esperamos que se trate solo de una doble ración y que haya más.

En “Señales de humo” también hay viajes. Los Coronas se mueven por el mundo y nosotros con ellos. Por eso, los Balcanes aparecen en la postal de ‘7+6’. Porque sí, el Oeste siempre ha estado en su universo, pero no hay que olvidar el Este. Los viajes también son temporales y en ‘Mr Reed’, tras varias referencias explícitas, aterrizo en un sábado por la mañana de hace muchos años, disfrutando de mi sesión de dibujos animados.

 

 

Con ‘Lady Rolla’ sube el nivel de vibración y ‘Pincho moruno’ y ‘Essaouira’ traen incorporada África en su título y, por supuesto, en un sonido con el que consiguen ampliar la paleta de colores del grupo. ‘Tres culturas’, otro título que habla por sí solo, es el que muestra con más rotundidad el cruce de caminos estilísticos. Allí hay vals y baila alguien vestido de corto, aunque también se ve un enorme sombrero mexicano.

La primera palabra que se te viene a la cabeza al leer ‘Mulas huyendo de una hostia consagrada’ es “surrealismo”. Luego te enteras de que todo viene de una broma que Dalí, Buñuel y Lorca le gastaban de forma recurrente a J.R. Jiménez. Los tres jóvenes no tenían en mucha estima la obra del poeta y le mandaban cartas con sugerencias de títulos tan descabellados para sus obras como ese. El resultado sonoro resulta ser puro Coronas.

¿Miedo a que le sobre algún plato al menú? Destierren los temores, porque aún no has terminado de degustar ‘Epic wave’ –gran broche final en todo lo alto– y ya se te están empezando a abrir las ganas de más “Señales de humo”. Otro disco para castigar en esta recta final de curso. Antes de que vuelva a sonar y de que se terminen las palabras, les diré que estamos ante un auténtico “discarral”. Espero que se haya entendido.

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