Quince legendarios éxitos italodisco

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Vilipendiado por muchos, pero grandioso en ventas y éxitos. El italodisco acaloró la escena europea de los ochenta, con una personalidad y un elenco de artistas propios y genuinos. Carlos Pérez de Ziriza, que en el número 35 de Cuadernos Efe Eme firma un interesante reportaje sobre el género, ahora nos invita a escuchar las canciones por las que siempre será recordado.

 

Selección y texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

 

En su propio país lo denostaban mientras vendía millones de discos en toda Europa. El italodisco reinó en las listas de éxitos de los años ochenta con una receta aparentemente sencilla y de consumo rápido, pero tenía mucho de la gran escuela melódica italiana, pese al trampantojo de esas estrellas de buen ver, con nombres anglosajones que cantaban textos en inglés cuando la mayoría eran del norte de Italia. Música hedonista, contagiosa, bailable, que generó un culto que dura décadas. Para complementar el amplio reportaje que le dedicamos en Cuadernos Efe Eme 35, he aquí un listado de quince éxitos del género. Sí, seguro que faltan algunos que tú hubieras incluido.

 

1.- Pino D’Angio: “Ma quale idea” (1981)

Giuseppe Chierchia es el nombre real de este vocalista de Pompeya que, literalmente, lo petó con esta canción en 1981, extraída de su primer álbum, Balla (1981). Fue uno de los primeros temas recitados a modo de rap, en un contexto funk disco europeo. Vendió más de dos millones y medio de copias. Y no solo por países como España, también en el Reino Unido, en cuyas listas de éxitos no se había visto una incursión transalpina de ese calado, desde los tiempos del “Nel blu dipinto di blu (Volare)”, de Domenico Modugno en 1958.

2.- Klein & MBO: “Dirty talk” (1982)

Internet no estaba ni en pañales y, aún así, esta canción del dúo formado en Milán por el siciliano Mario Boncaldo y el estadounidense Tony Carrasco, junto a la voz de la cantante de jazz milanesa Rossana Cassale, se propagó como la pólvora en las discotecas como el Paradise Garage neoyorquino, en cuya cabina reinaba Larry Levan, o entre la incipiente comunidad house de clubs de Chicago, como The Music Box, donde hacía lo propio Ron Hardy. Hay quien la considera la primera canción house de la historia, gestada a siete mil kilómetros de su cuna, los que separan Chicago de Milán. Es más house que italo, de hecho. En parte por su línea de bajo, idéntica a la que proveía el sintetizador Roland TR-808. New Order, Pet Shop Boys, Miss Kittin and The Hacker o Röyksopp la adoran.

3.- Righeira: “Vamos a la playa” (1982)

Stefano Rota y Stefano Righi, dos jóvenes músicos de Turín, convirtieron “No tengo dinero” y “Vamos a la playa” (ambas así, en castellano) en canciones de las que aquí nadie podía escapar, a menos que se hubiera recluido en un antiguo búnker o se hubiera echado al monte como los maquis. Tenían solo 23 años. Y detrás de ellos estaban La Bionda como productores, precursores del italodisco. Si quieres saber qué fue de ellos y cómo es posible que una de sus posteriores canciones se convirtiera en un himno en Anfield Road, a manos de los seguidores del Liverpool FC, tendrás que hacerte con este número de Cuadernos Efe Eme.

4.- Gary Low: “I want you” (1983)

Tres fueron los años de fulgor comercial del romano Luis Peris Belmonte: entre 1982 y 1984. Tres años y tres hits consecutivos: “You are a danger” (1982), “I want you” (1983) y “La colegiala” (1984). Este último, versión de los peruanos Los Ilusionistas, mucho más conocida que la original. No se manejaba mal en castellano, basta con echar un vistazo a su nombre y apellidos para sospecharlo. En este número de Cuadernos Efe Eme te contamos su conexión catalana y por qué tuvo un encontronazo legal con su discográfica, que le empujó a abandonar la música durante años y montarse una cadena de gimnasios. Y también por qué ha vuelto recientemente a la carga, con casi setenta años.

5.- Gazebo: “I Like Chopin” (1983)

El romanticismo almibarado y clasicista de Paul Mazzolini —el nombre real que se oculta tras Gazebo— triunfó en 1983 con los ocho millones de copias de esta canción, un éxito que nunca pudo igualar. Contaba con la producción y la firma compartida de Pier Luigi Giombini, uno de los magos del italodisco. Inasequible al desaliento, ha seguido publicando discos hasta la actualidad.

6.- Ryan Paris: “La dolce vita” (1983)

Todos los topicazos del italo están presentes en esta irresistible canción: el hedonismo mediterráneo, la inspiración felliniana, la luminosidad, el dolce far niente, el porte de guaperas de su autor… Aunque el videoclip está rodado en París. Otro petardazo producido por Pier Luigi Giombini y publicado por el sello milanés Disco Magic, que hizo que Fabio Roscioli (nombre real) compareciera dos veces (tal cual) en el Top of the Pops británico y triunfase en media Europa.

7.- Ken Laszlo: “Hey hey guy” (1984)

Ken Laszlo tampoco era precisamente de Budapest, sino de Florencia. Su nombre era Gianni Coraini y vendió más de un millón de discos (entre singles y álbumes) por toda Europa, a mitad de los ochenta. Esta “Hey hey guy” sintoniza con el sonido Hi NRG que empezaba a proliferar en pistas de baile de todo el mundo, algo más endurecido y enérgico.

8.- P. Lion: “Happy children” (1984)

La esencia del one hit wonder italo. El lombardo Pietro Paolo Lombardi (nombre real de P. Lion, las dos “pes” iniciales de su nombre y el símbolo familiar del león lo justifican) logró que el estribillo y el saxofón de esta canción anidaran en cientos de miles de seseras. Él siempre ha presumido de que el italodisco puso a Italia en el mapa, como no ocurría desde los tiempos de cantantes melódicos «como Toto Cotugno, Al Bano y Romina o Ricchi e Poveri».

9.- Raf: “Self control” (1984)

La escribió Raffaele Riefoli y luego la versionaron Laura Branigan (la más popular), Ricky Martin o Soraya Arnelas. Es un estándar de los ochenta. Y otra incursión coyuntural, porque Raf es más un cantautor que otra cosa, con una carrera de casi cuarenta años desde principios de los ochenta hasta ahora.

10.- Baltimora: “Tarzan boy” (1985)

La obsesión por cantar en inglés y contar con frontmen de apariencia más anglosajona que latina tuvo un capítulo más que reseñable con Baltimora: su vocalista y cara visible fue el irlandés Jimmy McShane, fallecido en 1995 con solo 37 años a causa del SIDA, pero quien componía era el músico de sesión milanés Maurizio Bassi quien, tras la disolución de los fugaces Baltimora, acabaría trabajando para Eros Ramazzotti o Sergio Dalma. Siempre me ha dado la impresión de que “Romeo” (2001), de Basement Jaxx, entre algunos otros hits que ahora no recuerdo, copiaban esa especie de atenuado grito de Tarzán en su estribillo.

11.- Den Harrow: “Future brain” (1985)

Den Harrow era como se hacía llamar Stefano Zandri. Den Harrow, en realidad, se pronunciaba con acento italiano casi igual que “denaro” (“dinero”). Sus canciones basculaban entre el Hi NRG y lo que luego sería la factoría de éxitos británica de Stock, Aitken & Waterman (Rick Astley, Kylie Minogue, Jason Donovan). Y si queréis saber por qué fue un adelantado a su tiempo, anticipándose unos años al escándalo Milli Vanilli, lo podréis leer en este número de Cuadernos Efe Eme.

12.- Albert One: “For your love” (1986)

Vaya, Alberto Carpani no era guapo. Lo que ya es inusual. Raro. Era más bien orondo, poco agraciado, no muy fácil de mirar. Pero logró reventar mercado como los más cotizados apolos del italodisco con canciones como esta, propulsada por el egipcio Freddy Nagiar desde Baby Records, el sello que fundó en Milán. Albert One murió en 2020 a los sesenta y cuatro años por un problema pulmonar y, para entonces, ya había pasado a la historia como uno de los personajes más versátiles del género, protagonista incluso de una polémica con Zucchero que te contamos en este número de Cuadernos Efe Eme.

13.- Linda Jo Rizzo: “Perfect love” (1987)

Parecía no haber hueco para las mujeres en el italodisco y, quizá, precisamente por eso, algunas de ellas procedían de fuera de Italia. Como Linda Jo Rizzo, nacida en Nueva York y residente casi toda su vida en Múnich, aunque con sangre italiana. Trabajó con Bobby Orlando, La Bionda, Adriano Celentano o Umberto Tozzi y fue definida como la Donna Summer del género por filtrar su devoción por Gloria Gaynor, Thelma Houston o la propia Summer en canciones como esta, que oscilaban entre el italodisco, el primer house y el Hi NRG. El año pasado grabó una versión (en perfecto castellano) del “Fotonovela” (1984) del madrileño Iván, que curiosamente es aún considerado un viejo hit italodisco fuera de España.

14.- Spagna: “Easy lady” (1987)

Aquí la conocemos solo por “Easy lady” (1986) y “Call me” (1987), dos petardazos de italodisco tardío, pero Ivana Spagna llegó al estilo tras haber pasado por la música disco y antes de intentar triunfar en Norteamérica para convertirse luego en habitual del festival de San Remo. Este single vendió más de doscientas cincuenta mil copias. A mí me gusta más que “Call me”, que vendió por el estilo.

15.- Sabrina: “Boys, boys, boys” (1987)

Bien, lo sabemos: no destacaba precisamente por su voz. La Nochevieja de 1987 a 1988, el pezón furtivo, los reportajes fotográficos de Interviú… Quizá haya hasta puristas del género (aunque ser purista del italodisco es tan contradictorio como proclamarse vegetariano y comer pollo todos los domingos) que consideren que esto no es italodisco. Muchas risas, sí, pero a Sabrina la impulsó el sagaz Claudio Cecchetto (descubridor de Jovanotti y de las británicas Taffy y Tracy Spencer), la produjeron luego Giorgio Moroder y Stock, Aitken & Waterman y aún forma parte de carteles en festivales ante miles de personas (hace unos días en Bilbao, sin ir más lejos), después de haber vendido millones de discos en todo el mundo. Para muchísima gente supone la primera vez en su vida que oyeron hablar de italodisco. Y, hoy en día, a sus extraordinarios 55 años, no le faltan bolos.

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