Punto de partida: Los Zigarros y Smashing Pumpkins y Steely Dan (II)

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En la penúltima entrega de Punto de partida conocimos los discos que marcaron un antes y después en la mitad de Los Zigarros, Ovidi Tormo (guitarra y voz) y Andrés Ribes (batería). Ahora conocemos los discos que marcaron al guitarrista Álvaro Tormo y al bajista Nacho Tamarit.

Textos: ÁLVARO TORMO / NACHO TAMARIT.

 

ÁLVARO TORMO (GUITARRA)

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Smashing Pumpkins
“Mellon collie and the infinite sadness”
VIRGIN RECORDS, 1995

 

Lo compre en Palma de Mallorca, pues en esa época vivíamos allí. Tardé en comprármelo, pues era un doble cedé y valía tres mil pesetas, lo cual era mucho en 1995. No fue el primero que compré, pero de los primeros. Ya tenía alguno de Nirvana, Los Rodríguez, Rolling Stones, Hendrix o Héroes del Silencio. Cuando salió yo tenía 12 años.

Es un doble disco con veintiocho canciones, y para mi cualquiera podría haber sido single. Es una demostración tal de talento que me deja boquiabierto cada vez que lo escucho. A la altura de “Physical graffitti” de Zeppelin o “The Wall” de Pink Floyd, en mi opinión. Luego, visualmente, ¡eran acojonantes! Me quedo con ‘1979’, ‘Fuck you’ o ‘Farewell and goodnight’. Sin duda eran buenísimos antes, pero esto supera todo lo que hicieron ellos o cualquiera en la época.

Aunque siempre lo compagine con  rock clásico o grupos españoles, este disco me habla como lo hacen muy pocos. A nivel guitarrista me hizo amante del fuzz y el phaser. Me influenció también mucho Jimmy Chamberlain a la batería, siempre me pregunto qué haría el. Al investigar sobre Billy Corgan me enteré de que había un grupo que le obsesionaba que se llamaba Cheap Trick. Me compré el “Live in Budokan” y me flipó. ¡Gracias Billy!

“Mellon collie and the infinite sadness” lo olvido y lo redescubro una vez al año mínimo. Estará en mi ADN de por vida.

 

NATXO TAMARIT (BAJISTA)

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Steely Dan
“Can’t Buy a Thrill”
ABC RECORDS, 1972

 

Lo compré hace unos seis o siete años, en 2008 o 2009, en una tienda de compra­venta de discos y libros usados en el centro de Valencia, Discos Cha­Cha­Cha, un sitio lleno de autenticas obras de arte, pero con un orden algo caótico. Entré un día de verano y me puse a rebuscar en una pila de vinilos de Jazz y allí estaba, ¡y por solo cuatro euros! ¡Mío!

Fue el primero que me compré en formato vinilo, pero tenía un recopilatorio en CD y algún disco de Fagen en solitario, “Kamakiriad”, creo recordar.

A mis hermanos mayores siempre les gustó la banda y tenían grabaciones en casete de algunos temas sueltos, pillados de la radio o de a saber dónde. Cuando oía el nombre de la banda siempre me sonaban en la cabeza ‘FM’, ‘Josie’ o ‘Do it again’. Toqué este último tema con la banda de Sarah Rope, Pau Cháfer y Ángel Celada, Shap. Ellos habían incluido en su disco una versión preciosa y elegante del tema. Empecé a escuchar el cedé recopilatorio, que estaba por estrenar.

Este disco tiene mucho de especial. Para empezar, el estilo armónico de las composiciones es desafiante y evocador. Rítmicamente ligado al rock, pop, funk o incluso latin. Muy rico en timbres y tocado con mucho rigor musical. Es el primer disco de la banda y para nada suena como tal. Ya incluye colaboraciones de varios nombres de la escena de jazz del momento como Victor Feldman o Snooky Young. A nivel lírico hay conceptos confusos que se me escapan, pero lo que si entiendo es que no son letras tópicas y que aunque hablan de cosas cotidianas, no están planteadas de un modo tradicional. Hablan de sexo, de adicciones, de guerras, de relaciones, de recuerdos de lugares, de política… de la vida. Cabe destacar el corte ‘Reelin’ in the years’, por sus coros, sus guitarras y esa armonía casi de jazz clásico. O la sutil ‘Dirty work’ cantada por un casi acojonado David Palmer. ‘Midnight cruiser’ cuenta con la voz principal del batería Jim Hodder, quien parece casi ¡Tom Petty! Además, su portada estuvo prohibida en España. Al Franco del 72 le molestaban las prostitutas que aparecen en la portada original, que fue sustituida por una foto de la banda tocando en directo.

Creo que es muy bueno y que está entre sus tres mejores discos, sin duda. La banda sufrió cambios en su formación y con el paso de tiempo se redujo a un dúo (Fagen/Becker). Jim Hodder(batería), David Palmer(vocalista) y los guitarristas Jeff “Skunk” Baxter y Denny Dias fueron desapareciendo con los años, siendo Dias quien más tiempo duró. Dean Parks, Jim Keltner, Chuck Rainey, Jeff Porcaro, Michael Brecker, Steve Gadd, Michael McDonald, Larry Carlton, Anthony Jackson, Timothy B. Schimit, Wayne Shorter o Rick Marotta, son algunos de los músicos que han acompañado a la banda en sus posteriores grabaciones, y de esas colaboraciones hay grandes momentos para la posteridad.

Oírlo con cierta madurez me ha abierto mucho la mente y esto se refleja en mi manera de tocar, de “oír” y de componer. Lo sigo escuchando, aunque reconozco que últimamente pongo más el Lado B. ¡Aquel disco fue el inicio de una devoción! Y el camino hacia “Countdown to ecstasy”, “ Pretzel logic”, “Aja”o “The royal scam” y “Katy lied”, entre otros más. Pero también me sirvió para encontrar joyas como Airplay, con Jay Graydon y David Foster, discos de Boz Scaggs o de The Dukes of September Rhythm Revue.

Anterior Punto de partida: Txetxu Altube y Enrique Urquijo.

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