Madame X, de Madonna

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DISCOS

«Un disco redondo de una artista capaz de reinventarse con éxito y salir reforzada en el intento»

 

Madonna
Madame X
INTERSCOPE RECORDS

 

Texto: ÓSCAR GARCÍA BLESA.

 

Madonna regresa y lo hace con sorpresa. Cuatro años después de Rebel heart, la reina del pop ha vuelto con un disco excelente, triunfando con una colección de canciones nada obvia. Madame X es una apuesta transgresora y también extravagante que, después de algún patinazo como Hard candy (2008) o MDNA (12), entronca directamente con discos grandes de la diva, obras esenciales como Ray of light (98) o Music (00) se asoman tras una primera escucha. Presentado por los sencillos “Medellín” (junto a Maluma) y “Crave” (con Swae Lee), Madame X llega para celebrar los 60 años de Madonna.

Según su autora, es un álbum conceptual que explora las diferentes identidades de la espía del mismo nombre que lucha por la libertad, y ha sido un trabajo influido por el fado portugués (ella reside en Lisboa desde 2017) y el kuduro angoleño. A pesar de respirar cierto aroma de saudade, lo cierto es que lo de la influencia lusa es una aproximación más emocional que musical en este disco.

Probablemente Madame X no alcance cotas comerciales del pasado, pero evidencia el permanente estado de búsqueda de la artista de Michigan y su constante experimentación a la hora de entregar un trabajo en su conjunto muy notable. Madame X apuesta por el par o impar y Madonna gana.

“Medellín”, el primer sencillo junto a Maluma, es bastante mejor canción de lo que a priori pueda parecer. En ella se acerca (otra vez) al universo latino y lo hace con un estribillo llena pistas (muy superior a una estrofa menor). La diva pop ya le había cantado a “La isla bonita” antes de que nadie se acercara siquiera a lo latino, así que su reverencia al ritmo de moda se legitima desde su valentía innata. La primera colaboración de Madonna y Maluma funciona a pesar del descoloque inicial. Y después de una más que aceptable canción, todo son buenas noticias en el disco.

Madame X es una extravagancia que aúna influencias de música latina (“Batuka») y dance, («I don’t search I find»). El álbum marca distancias al resto de wannabes aspirantes a ocupar su trono y lo hace con estilo, un trabajo de casi 70 minutos que gana con las escuchas. Lo dicho, no es un disco fácil, pero aguanta y crece con el paso del tiempo. A diferencia de discos desechables, este trabajo aspira a perdurar.

 

 

Naturalmente, también hay canciones petardas, como “Bitch I’m loca”, en la que de nuevo le acompaña Maluma; “Future”, producida por Diplo o el mega hit “Faz gostoso”, una versión mejorada del tema de 2018 de la brasileña Blaya. La que más sobresale del conjunto es la aproximación a Tchaikovsky y La naranja mecánica de la estupenda “Dark ballet”, melodrama producido por Mirwais. Este último regresa a la producción tras su colaboración en  el inestable American life, pero ahora sus aportaciones suman. En Madame X, el francés firma la disco danceable “God control” y vuelve hasta el acercamiento árabe de “Extreme occident”, algo que ya visitó en Ray of light. Su lado más pop se encuentra en las deliciosas “Crazy” y “Come alive”, con la producción esta vez de Mike Dean, donde destaca especialmente “Looking for mercy”, una melodía pop mayúscula.

Con este nuevo trabajo, los fans de la audacia de Ray of light disfrutarán de lo lindo, y los curiosos podrán acercarse sin miedo a una nueva reinvención rubia (morena, en este caso). Madame X venderá lo justo y ganará muchos premios: es un disco redondo de una artista capaz de reinventarse con éxito pasados los sesenta y salir reforzada en el intento. Que pase el siguiente, si se atreve. Brillante Madonna.

Anterior crítica de discos: Kind heaven, de Perry Farrell.

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