Los Planetas: Indie libertario

Autor:

los-planetas-03-06-17

“La música popular trata sobre las relaciones personales. En este disco hay mucho de eso. Algunas son más explícitas”

 

Siete años después de su último trabajo, Los Planetas lanzan “Zona Temporalmente Autónoma”, y entre directo y directo, Eduardo Tébar reflexiona con ellos sobre la música y el controvertido discurso de J, entre otras cosas.

 

Texto: EDUARDO TÉBAR.
Foto: NACHO ALEGRE.

 

El mundo cambia, ellos permanecen. El lanzamiento de “Zona Temporalmente Autónoma” (El Ejército Rojo / El Volcán), noveno álbum de Los Planetas, ha desatado pasiones encontradas. No solo por tratarse del primer disco de los califas del indie desde 2010, sino por el controvertido discurso de J, que anuncia la —muy discutible— caída del sistema. “Los Planetas hemos hundido el capitalismo con los ocho trabajos anteriores”, ensarta Juan Rodríguez con esa picardía bergante con la que se teoriza en los bares de Granada. El chascarrillo se hace viral y se somete a escrutinio en las redes: el bar de los que no tienen bar. En el fondo, J sigue siendo aquel joven que absorbía como una esponja canciones de The Jesus & Mary Chain, literatura de Kerouac, prensa musical y cómics de Marvel. Aún te pregunta cosas como “¿Quién toca esta noche en el Planta?”. Planta Baja, la sala en la que conoció a una tal May allá por 1990. La acompañó hasta el portal y ahí nacieron Los Planetas.

Ando dándole vueltas a la tesis que J le contó a Ignacio Julià aquella tarde de marzo de 2016 en la que acabaron pidiendo cervezas en el Centro Federico García Lorca. La charla apareció en el número 9 de “Cuadernos Efe Eme”. Según el líder de Los Planetas, el rocanrol proviene del flamenco. ¿Seguro? “La guitarra española se inventa en Andalucía. A partir de ahí, la música popular experimenta un cambio drástico. El músico ya puede acompañar sus canciones por sí mismo. El rocanrol mantiene la afinación que se estableció aquí para el flamenco. Andalucía resultó una importante influencia en el mundo tras el descubrimiento de América. La guitarra se expande por todos los territorios, viaja al norte de Europa. El folk irlandés influye luego en el folk americano. Y de ahí al rocanrol. Pero es siempre la misma guitarra, afinada de la misma forma. Los primeros que la usan para cantar así son los flamencos. El primer cantaor del que existen referencias documentales es El Planeta, que siempre aparece con su guitarra en las ilustraciones. Lo que varía en cada territorio es la forma. Los fandangos se convierten en jotas cuando llegan a Zaragoza. El semitono de la música andaluza es oriental”.

Cierta o no, la conjetura ofrece destellos de genialidad en una pieza como ‘Espíritu olímpico’, en la que confluyen la esencia pop de unos The Cure bailables con la letra de unos tangos clásicos del Sacromonte. J y el guitarrista Florent Muñoz son los fundadores en activo, aunque Eric Jiménez y Banin llevan ya dos décadas en la formación, a la que se suma el bajista Julián Checopolaco. En 2015 rompieron su mutismo con el epé “Dobles fatigas”, donde Mafo y Dani Guirado (Pájaro Jack) sustituían a Eric en la batería. Fue breve la experiencia de Los Planetas con la discográfica El Segell del Primavera. J opta ahora por el cobijo en el pequeño sello que puso en marcha en 2002, El Ejército Rojo. El concepto de “Zona Temporalmente Autónoma” viene del manifiesto del mismo título ideado por el anarquista ontológico Hakim Bey, seudónimo del escritor neoyorquino Peter Lamborn. El oasis de palmeras en el interior de un círculo en la portada es un símbolo de los ecosistemas que motivan a J: espacios al margen de las estructuras sociales de control, células dispuestas a desaparecer y reconstruirse en otro lugar si son detectadas por el Estado y por los medios de comunicación. Un relato inspirador para el califa del indie español, que ha desarrollado su trayectoria con Los Planetas en una multinacional. Ya saben, aquello que planteaba Leonard Cohen de cambiar el sistema desde dentro. “Durante la elaboración del disco encontré el libro de Hakim Bay, que refleja la ideología que estaba en mi cabeza”, explica J. “Es difícil encajar ideas filosóficas en canciones pop. Esto es música popular. Sin embargo, la música, el sonido, la armonía, la distorsión, transmiten ideas políticas claras. La música popular trata sobre las relaciones personales. En este disco hay mucho de eso. Algunas son más explícitas”.

 

El camino del indie
¿Se ha desvirtuado el indie? “España ha sido el único país en el que el indie se ha consolidado. En otros países, la escena alternativa sigue siendo marginal. Aquí ha ocupado el espacio del mainstream. El indie ha desplazado a las multinacionales de España, que se han trasladado a Miami. El abandono de las multinacionales lo ha aprovechado aquella nueva estructura que empezó con los sellos, la prensa especializada, la radio y los festivales. Es en España donde ha calado más ese circuito. Por supuesto, en cuanto esto sale a flote y se ve como una forma de negocio, enseguida entra el capitalismo. Antes había como veinte veces más gente currando en la industria de la música. Toda esa gente se ha ido reciclando en la industria alternativa. Cuanto más se agranda la industria alternativa, pierde más su esencia, claro, porque prima la cultura del dinero”. El indie surgió, en parte, como movimiento contra las medidas ultraliberales de Thatcher y Reagan. “La etiqueta periodística de lo que se llama indie ha mutado. Muchos grupos no comparten las actitudes de los noventa. Esto se debe a que el canal del indie se ha convertido en el único por el que puede salir el artista en España. Quieren que España sea un país de trabajadores de servicios. Un país de camareros y prostitutas. Para eso hay que eliminar la cultura y cualquier pensamiento crítico con esta situación. El indie ha sido una Zona Temporalmente Autónoma: en cuanto el poder detecta su existencia, la absorbe. Ocurrió en Inglaterra con los sellos Rough Trade, Factory o Creation. Todos terminaron engullidos por multinacionales para hacer frente a pérdidas económicas”.

 

 

Tras el anticipo del single ‘Espíritu olímpico’, que incluye como cara B la psicodélica ‘Voy a por tabaco’ —un acercamiento a las combustiones que les encaramaron a finales de los noventa—, el impacto mayor lo ha acaparado ‘Islamabad’, otra catedral planetera, aunque esta vez la composición parte del ‘Ready pa morir’ del también granadino Yung Beef (PXXR GVNG, Los Santos), ídolo del trap y rey de YouTube. Una salmodia que acentúa la lectura coránica que J emprendió con ‘Los poetas’ en 2010. Dios como entidad que abarca todo lo indefinido; la mirada anarquista sobre el islam como herramienta para rescatar elementos libertarios. No es sencilla la labor del exégeta o hermeneuta. La idea y el “zeitgeist”. Pero si por algo destaca el músico de El Fargue es por su habilidad para contar asuntos complejos de la manera más llana. Antes de la sonada intervención de Yung Beef con Los Planetas en Barcelona, el pasado 21 de abril, J apenas había coincido en un par de ocasiones con el trapero. ¿El germen del encuentro? El split publicado por Acuarela, cuyo responsable, Jesús Llorente, es otro reconocido creyente de este subgénero del rap que irrumpió en los albores de los noventa en el sur de Estados Unidos. El vinilo se agotó en un suspiro y su precio crece por días.

 

 

J varió el texto de Yung Beef, que habla de drogas y “bitches” con aforismos tan espléndidos como “me levanto con Dios y me acuesto con el demonio”. “No me veo en el papel para cantar esas cosas, aunque la canción es chulísima, tío”, apunta el jefe de Los Planetas. “Pienso que ‘Islamabad’ es igual de provocadora, pero más filosófica y adulta”. Astuto, J ha conservado el último estribillo de Yung Beef. Posiblemente, los versos por los que se recordará “Zona Temporalmente Autónoma” en los próximos años: “Me estoy cayendo pa’arriba / madre, dame la bendición / aunque no consiga nada / tuve mucha ambición / Las calles están malas / necesitas medicación / antes no le temía a nada / y ahora le temo a perderlo tó”. ¿Paralelismos entre el fenómeno del trap y el punk del 77? “Creo que el rocanrol tiene que evolucionar. Es una música que emana del cambio tecnológico. De repente, emergen el single de vinilo, la guitarra eléctrica y el amplificador. El rocanrol nace siendo moderno. Como en cualquier cultura que se afianza, la gente con poder dentro de ella no quiere que nada cambie. Son como los puristas del flamenco. Los puristas se inventan una serie de reglas para decir lo que es y lo que no es rocanrol. Pero el hip hop es rocanrol. Es música urbana. Sus pioneros eran aficionados al rock. En su famosa ‘Rapper’s delight’, The Sugarhill Gang usan la palabra “rap” por primera vez en una canción, y lo hacen con el bajo de un tema de Queen. Es más, la expresión “hip hop” tiene el mismo significado que “rock and roll”. Del mismo modo que los mairenistas en el flamenco, los puristas del rock han decidido que el rock llega hasta Led Zeppelin. Por eso le cuesta trabajo evolucionar. El rock corre el peligro de derivar en una música muerta, es decir, música popular que deja de evolucionar, que se mantiene como música culta, subvencionada y alimentada por las instituciones. Al rock le puede pasar eso si no acepta que es música moderna y que debe ser acorde con los tiempos. Al flamenco le ocurre lo mismo. El flamenco está vivo gracias a figuras como Enrique Morente o Camarón, que se saltaron los purismos”.

En el doble elepé “Zona Temporalmente Autónoma” persiste la irreversible exploración flamenca de Los Planetas, pero con un sesgo más pop y luminoso, lejos aquí de las fosas abisales del cante jondo de “La leyenda del espacio” (2007) y “Una ópera Egipcia”. Canciones como ‘Hierro y níquel’ o ‘Porque me lo digas tú’ se originan sobre compases de soleares. El primer disco trata la dificultad del amor en el capitalismo. El segundo plantea alternativas para la pareja en otra organización económica. En ‘Ijtihad’, por ejemplo, convergen el islam, un riff de Pixies y unas alegrías que cantaba El Mochuelo en el siglo XIX. “El concepto islámico de ‘Ijtihad’ cuestiona quién tiene la autoridad para interpretar el Corán. Hakim Bay dice todo el mundo posee autoridad, que es una lectura libre. Ninguna autoridad te puede imponer lo que presupone que pretendía expresar Mahoma”, argumenta J. Al final, el vocalista de Los Planetas parece coadyuvar la máxima de Dostoievski: la belleza salvará el mundo. “El arte es crítico por definición. Es la única vía de lucha contra el sistema. A partir de ahí se pueden crear comunidades que compartan esos principios y que se autogestionen, como las estirpes flamencas. La comunidad gitana porta un gen anarquista. Ha sido un pueblo perseguido, pero ha transmitido el flamenco porque funciona como una Zona Temporalmente Autónoma”.

¿Y qué piensa J Planetas del 15M? “El sistema actuó rápida y eficazmente contra el 15M después de ver cómo un nudo de rebeldes rodeaba el Congreso. Les cedieron espacio en los medios de comunicación y los reciclaron. Los mismos que estaban en la calle protestando creen ahora que se pueden cambiar las cosas votando a un partido. Es algo bastante iluso. Íñigo Errejón prefiere no decir abiertamente lo que pretende hacer Podemos. Hombre, si no dices lo que quieres hacer, estás mintiendo exactamente igual que los otros”.

El anhelo libertario marca el tramo final del álbum. ‘Hay una estrella’ es tal vez la canción más desnuda que han grabado Los Planetas. Imposible no acordarse de la ‘Estrella’ de Enrique Morente, aunque J barre hacia la bandera de Cuba y la estelada catalana. “Es un canto a ese espacio donde se pueden organizar estas sociedades. Existe esa estrella guiadora que buscaba Morente. En esta canción viene una nave espacial. La estrella lleva a una Zona Temporalmente Autónoma”. Por su parte, en ‘Guitarra roja’ no homenajean a la máquina de matar fascistas de Woody Guthrie, sino que difunden la obra del anarcocomunista argentino Martín Castro. Sí, el radar mágico de J. “Los flamencos viajan a Latinoamérica y traen las guajiras y las colombianas. Se dan cuenta de que es música popular de guitarra de toda la vida. Es la utopía anarquista: un mundo libre y de igualdades, donde no hay poderosos que dicen lo que tienen que hacer los demás”. En fin, Los Planetas y sus maniobras de ida y vuelta.

novedades-06-17

Artículos relacionados