Los besos, de Manuel Vilas

Autor:

LIBROS

«El amor es lo más maravilloso que se le ha ofrecido al hombre; pero ese amor, para ser maravilloso, solo puede ser posible fuera del ser amado»

 

Manuel Vilas
Los besos
EDITORIAL PLANETA, 2021

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Empiezan a aparecer discos y novelas creados durante la pandemia. En este segundo caso, está por ver aún si se convertirá en un género en sí mismo, pero la nueva novela de Manuel Vilas parte de ella y la toma como reflexión personal y global en muchas ocasiones. La trama parte de un hecho cotidiano: Francisco, un profesor de instituto, jubilado un par de años antes de lo establecido a causa de que empieza a tener problemas de memoria, se retira a una casa de madera en medio de un bosque, que le alquila a buen precio su sindicato, para confinarse. Apenas lleva nada: una edición del Quijote y otra de la Biblia seránsu sustento espiritual.

El sustento físico lo compra en la única tienda del pueblo cercano a la casa, una especie de colmado con las secciones necesarias para alimentarse e higienizar. Allí conoce a la dependienta: Montserrat, que unos días después va a subir a esa cabaña —la fortaleza de la soledad equipada de televisión digital y wifi— que pronto va a ocupar como amante. Había tenido un marido alemán y un hijo del que no tiene la custodia; él no ha tenido una pareja estable nunca. El juego de la seduccióncomienza.

Con detalle, el profesor narra cada parte del proceso y medita sobre ello: el primer contacto de las manos, el primer beso, la primera vez que hacen el amor. Los besos del título, con los párrafos que le dedica, podrían convertirse en un pequeño ensayo. Con los primeros, ella ya no es ni Montserrat, ni Montse; ella será Altisidora para su amante. Altisidora, esa joven, apenas una niña, que en la novela de Cervantes finge estar enamorada del caballero en el palacio de los duques. Como ella, Montserrat es más joven y es resuelta, es un ideal hecho carne.

Las vidas de ambos han coincidido en esa cabaña, pero cada uno esta asentado en la suya. La de él es pasado, la de ella aún es mucho futuro. Pero se encuentran, y los momentos de amor íntimo son resueltos con un estilo lleno de lírica callejera, que contrasta con el tono de las reflexiones de Francisco sobre la situación del país, sobre libros o sobre lo humano y lo divino. Reflexiones que dan vueltas y vueltas sobre la idea del libro, que no es otra que lo ya sabido, el amor es lo más maravilloso que se le ha ofrecido al hombre; pero ese amor, para ser maravilloso, solo puede ser posible fuera del ser amado. Esa es su tragedia.

Anterior crítica de libros: Papeles subterráneos, de César Prieto.

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