La consagración de Melenas, aquí y ahora

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«Un electropop de primer nivel copado de sintetizadores, cajas de ritmos o secuenciadores, que oscila entre el krautrock y el garage punk»

 

El pasado mes de septiembre Melenas publicaban Ahora, su tercer álbum de estudio. Un trabajo que sitúa a la banda pamplonesa en las primeras filas de nuestra escena independiente y sobre el que charlan con Jagoba Estébanez.

 

Texto: JAGOBA ESTÉBANEZ.
Fotos: JOSE DELOU (Foto 1) y DANI CANTÓ (Foto 2).

 

La unanimidad en los medios sobre el rotundo éxito de sus dos elepés anteriores, Melenas (Gran Sol, 2017) y Días raros (Elsa Records, 2020), tuvo un insuperable colofón cuando la banda navarra fue merecedora del premio europeo MME Award en el año 2021, el mismo que lograron artistas de la talla de Rosalía, Stromae o Dua Lipa. «¡Menudo subidón! Pensábamos que todo quedaría en la nominación, pero la verdad es que el premio fue muy inesperado. Nos dio muchísima alegría, y más teniendo en cuenta que fue un disco que lanzamos estando confinadas en casa, en plena pandemia. Además del valor emocional, este premio nos ayudó mucho a la hora de girar, porque también tenía valor metálico», cuentan Laura y Leire con la misma exaltación con la que afrontan la salida de su nuevo trabajo.

Dos años después, Ahora (MushroomPillow / Trouble in Mind, 2022) es un potente viaje electrónico sensorial lejos de todo mainstream, mecido con tiernas melodías coreables y estribillos reconocibles entre acogedoras letras cargadas de reverb, que no dejará indiferente al oyente. Laura, Oihana, Leire y María consiguen un electropop de primer nivel copado de sintetizadores, cajas de ritmos o secuenciadores que oscila entre el krautrock y el garage punk. «Es un sonido donde tiene mucha más importancia la electrónica que anteriormente. En el local íbamos probando con guitarras y sintes, y al final iban triunfando los sintes, pero sin perder la esencia del sonido típico de Melenas con las canciones pop, incluso más cargado de coros en esta ocasión», indican las protagonistas con relación a cómo han afrontado esta grabación con un sonido tan novedoso, pero a la vez muy reconocible.

 

Un repertorio, una declaración de intenciones

“Ahora”, la mística pista homónima del disco, introduce la obra a modo de akelarre como lo hacía Skinty fia en Fontaines D.C. con “In ár gCroíthe go deo”. Una oda al ukiyo-e agudizando el adverbio ahora cual súcubo en la cinta When we were kings, y donde ya vislumbran las madejas venideras a excepción de la calidad de las armonías vocales, que incrementa de manera exponencial a medida que avanza el elepé.

Con infinitos y crepitantes loops como seña de identidad,“K2”avanza con una potente cadencia motorik retrotrayéndonos a la maravillosa “Romance de Juan Osuna”, de Los Planetas, con tintes de “Waterfall” de Stone Roses, que bien podría encajar en This is England’90 de Shane Meadows, pero sin dejar de lado la melodía de pop onírico que nos recuerda que estamos hablando de Melenas.

Seguimos bailando como lo hacían las protagonistas de la película Canino de Yorgos Lanthimos, para enlazar con la pegadiza y naif melodía del estribillo de “1986”, repleta de preciosos versos con sabor a euskera: «Como un copo de nieve se funde al tocar / lo bonito se acaba me dijo mi ama / este fuego calienta o te puede quemar / no te pongas muy cerca me dijo mi aita / yo ya no hacía caso desde antes de andar». Acertadas letras de las cuales las protagonistas nos dan una pista sobre cómo componen: «Oihana suele traer la idea troncal de casa, a veces con unos riffs de guitarra que finalmente se convierten en teclados. La letra siempre suele ser lo último que hacemos de cada canción, en base a lo que nos sugiere. Partimos de una base musical donde después se van integrando el resto de los componentes y la letra es el colofón del proceso compositivo».

 

Laura: «Fuimos al estudio con la idea de hacer una demo, pero lo que grabamos nos quedó tan chulo que decidimos que sería el disco definitivo»

 

Bajamos revoluciones y cogemos aliento con «Dos pasajeros», un éxodo sideral repleto de cajas de ritmos, el particular “De viaje” del Super 8 pero al estilo de las pamplonesas. Un afilado bajo da paso a «Flor de la frontera», donde la distorsión y la base ochentera se fusionan con un canto solemne para hacer honor a las raíces en la tierra, tan abrupta y escarpada al norte de Nafarroa para servir de muga con Francia.

Ya hemos pasado la frontera entre la cara A y la B de este disco donde los instrumentos quedan inmiscuidos entre la electrónica. El bajo y la batería, presentes en todas las pistas, están tocados de manera tan robótica y quedan tan adheridos a las bases que, en ocasiones, es difícil despegarlos de las cajas de ritmos. Todo un reto cuya grabación en el estudio fue de lo más sorprendente, tal y como indica Laura: «Fuimos al estudio simplemente con la idea de hacer una demo, pero lo que grabamos nos quedó tan chulo que decidimos que eso ya sería el disco definitivo». Resulta inverosímil cómo algo, a priori tan elaborado, pudiera tratarse al inicio simplemente de un esbozo.­

“Bang” es la joya de la corona, uno de los temas más sobresalientes de Ahora. Electropop melódico con aristas de indie, para reivindicar que una debe centrarse en su camino. Es una pista tan pegadiza, y con un vídeo tan hipnótico, que incluso atrapa a los niños pequeños. Una promesa, por mi parte, tan oportuna como el título de la siguiente canción: “Promesas”, una oda de medio tiempo a todo aquello que queda en saco roto o, dicho de otra forma, una nana al desengaño.

Los acordes mayores de una guitarra abren “Tú y yo”, un chute motivacional con brillantes melodías y letras esperanzadoras: «Navaja y filo afilado / si tú quieres busco un rato / llama y enseguida bajo / y hacemos de este un día ganador». Vuelta al motorik con atisbos del grunge más puro de Pixies, para la reivindicación de guitarras en alto con “Mal”, un bucle laberíntico contra el capitalismo y la rueda giratoria que ello supone, privándonos de tiempo de calidad, explotando en trance a partir del tercer minuto.»1000 canciones» es la encargada de poner la guinda al pastel como homenaje a las canciones que nos acompañan, con una melodía dream pop que se va apoderando de los minutos hasta crear una aura melancólica y envolvente.

Canciones que, sin duda, triunfarán en la extensa gira de presentación de Ahora y que, a pesar de su experiencia en festivales de la talla del BBK, Primavera Sound o FIB a nivel nacional, e incluso del SXSW de Austin o el NYFW de Nueva York más allá del continente, deberán afrontar de manera diferente para interpretar esta obra tan electrónica. Así nos lo cuentan entre risas: «¡Uf! Iremos cargadísimas, debemos llevar todos los instrumentos a los que ya estábamos acostumbradas (batería, bajo, guitarra), además una cantidad de sintes, el Roland SPD, sonidos electrónicos para las baterías… Queremos conseguir que el directo suene como el disco. Son elementos nuevos para nosotras que ya se han usado en el local de estudio y en el ensayo, pero tenemos muchas ganas de llevarlo a cabo en los conciertos».

Tendremos ocasión de verlas en directo en nuestro país hasta finales de diciembre, para girar después por Francia, Países Bajos, República Checa, Bélgica, Reino Unido o Alemania. Su momento ha llegado y es ahora.

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