La cara oculta de las canciones: ‘Why do fools fall in love’, de Frankie Lymon & the Teenagers, la caída al infierno

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«En febrero de 1968 se le encontró muerto en el cuarto de baño de su abuela como consecuencia de una sobredosis de heroína, una adicción que llevaba arrastrando desde que comenzó su carrera como cantante»

 

Unos músicos ensayaban en el pasillo de un edificio y un vecino salió, no para pedir silencio, sino para colaborar con ellos. Sus cartas de amor sirvieron de material para ‘Why do fools fall in love’, el primer éxito de Frankie Lymon and the Teenagers, grupo muy precoz cuyo líder no supo llevar bien el peso de la fama y una canción cuyos derechos de autor nunca quedaron claros.

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

“En mi barrio, no había tiempo para ser un niño”. Su nombre era Frankie Lymon y su barrio, Harlem. Su madre trabajaba como criada y su padre era camionero, pero ambos cantaban en un grupo de gospel llamado Harlemaires, lo que hizo que Frankie se familiarizara con la música desde muy pequeño. Frankie Lymon y dos de sus tres hermanos participaron en la versión infantil del grupo: Harlemaire Juniors. Para los Lymon era duro mantener una familia con tantos miembros, por lo que Frankie comenzó a trabajar desde los diez años en una tienda de comestibles. Su vida cambió a los doce. Durante un concurso de jóvenes talentos en el colegio, Lymon escuchó un grupo de doo-wop llamado Coupe De Villes. Inmediatamente, Frankie se hizo amigo del cantante principal, el puertorriqueño Herman Santiago, y entró a formar parte del grupo, que fue cambiando su nombre pasando a ser los Ermines o los Premiers.

Por entonces, Lymon solo era una voz más dentro de los Premiers. En una ocasión, el grupo se encontraba ensayando en el edificio de apartamentos donde vivía el bajista del grupo, Sherman Garnes, y, al escucharles, uno de los vecinos salió de su casa. Su intención no era hacerlos callar, sino entregarles una colección de cartas de amor que había escrito para su novia, por si acaso a los músicos les llamaba la atención el material y querían utilizarlo de inspiración para escribir canciones. La banda los leyó y una frase les pareció interesante: “Why do birds sing so gay” (“¿Por qué los pájaros cantan tan alegres?”). A partir de esta carta, Herman Santiago y el tenor Jimmy Merchant escribieron un tema titulado precisamente ‘Why do birds sing so gay’; después, Frankie Lymon le dio una última vuelta de tuerca y la canción quedó finalmente como ‘Why do fools fall in love’.

Al músico Richard Barrett, cantante principal del grupo los Valentines, le gustó el sonido de los Premiers y les puso en contacto con George Goldner, el propietario de los sellos discográficos Rama, Gee o Roulette. Durante la audición ante Goldner, Frankie Lymon tuvo que sustituir a Herman Santiago como voz principal debido a que el cantante puertorriqueño se encontraba enfermo, pero el resultado no pudo ser mejor y el dueño de las discográficas sugirió que, a partir de ese momento, Lymon, con tan solo 13 años, fuera el cantante principal del grupo, que ahora se hacía llamar los Teenagers. Para Jimmy Merchant dos aspectos fueron clave durante esta audición: “La habilidad para el canto de Frankie sumada a la habilidad especial de George Goldner de sacar lo mejor de Frankie”. Los Teenagers firmaron un contrato con el sello Gee y ‘Why do fools fall in love’ se publicó como su primer single en 1956. Los propios Teenagers no se enteraron del lanzamiento del tema hasta que uno de ellos escuchó a un compañero de clase tarareándolo.

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La canción entró en los listados de éxitos de Estados Unidos y de ahí pasó a sonar por el resto del mundo, llegando a Gran Bretaña, donde ningún otro grupo negro había tenido mayor relevancia. Charlie Gillett, en su obra “Historia del rock. El sonido de la ciudad”, definió el tema como una canción “tan sencilla como una tonada infantil y tan efectiva, aunque cantada con una convicción tan sincera, que sonaba adolescente –como el nombre del conjunto– y no a jardín de infancia”. Poco después, la banda pasaría a llamarse Frankie Lymon & The Teenagers, otorgándole más importancia a su joven cantante principal. El grupo lanzó otros éxitos menores y en 1957 los caminos de Frankie y los Teenagers se separaron. Los Teenagers sirvieron de precedente para otros conjuntos vocales negros posteriores como los Jackson 5.

 

 

Lymon comenzó una carrera en solitario que no resultó tan prometedora como se esperaba. El hecho de que al muchacho le cambiara la voz le obligó a cantar en falsete. El cantante escandalizó a los televidentes en 1957 por salir en el programa “The big beat” de la ABC bailando junto a una chica blanca y el espacio tuvo que ser cancelado. Aunque uno de los momentos más bochornosos de su carrera llegó en 1965, durante una actuación en el programa “Hollywood a Go-Go” en la que Frankie apareció interpretando ‘Why do fools fall in love’ en “playback”. Que con 22 años fingiera cantar sobre una grabación que había hecho a los 13 no solo resultaba raro, sino que daba un poco de vergüenza ajena. Frankie Lymon fue cayendo en picado hasta que el 27 de febrero de 1968 se le encontró muerto en el cuarto de baño de su abuela como consecuencia de una sobredosis de heroína, una adicción que llevaba arrastrando desde que comenzó su carrera como cantante.

A pesar de fallecer tan joven, a los 25 años, a Frankie Lymon le dio tiempo a casarse tres veces; su segunda mujer fue Zola Taylor, de los Platters. Cuando Diana Ross versionó ‘Why do fools fall in love’ en 1981, las tres viudas exigieron su parte correspondiente de derechos de autor. Y es que en vida Lymon nunca vio un solo centavo en derechos. George Goldner se aprovechó de la ignorancia de los jóvenes Teenagers diciendo que solo podían aparecer dos nombres en los créditos de ‘Why do fools fall in love’, de tal manera que quedó atribuida a Lymon y Goldner. En 1964, George Goldner cedió los derechos de la canción a Morris Levy, su socio del sello Roulette y, a partir de entonces, los créditos cambiaron a Lymon y Levy. Por otra parte, Herman Santiago y Jimmy Merchant, que nunca vieron sus nombres en los créditos del tema a pesar de ser sus autores junto a Lymon, demandaron a Morris Levy, ya que él no tenía ninguna relación con la canción. Santiago y Merchant recibieron amenazas de muerte, y es que a Levy se le asociaba con una familia del crimen organizado. Finalmente, aunque un juez dictaminó que Morris Levy no había escrito el tema, le otorgó los derechos al considerar que los dos músicos habían tardado demasiado en tomar cartas en el asunto. De quien no se volvió a saber nada fue de aquel vecino que desinteresadamente había puesto en manos del grupo sus cartas de amor.

Anterior entrega de La cara oculta de las canciones: ‘A horse with no name’ de America, el caballo era real.

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