La cara oculta de las canciones: ‘A horse with no name’ de America, el caballo era real

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«Aquella travesía a través del desierto se interpretó como una apología a favor del consumo de drogas. Por mucho que los músicos negaran la absurda malinterpretación, no podían hacer nada contra los locutores»

 

‘A horse with no name’, el primer éxito del grupo America, dio lugar a diversos malentendidos, entre ellos el que relacionaba el caballo del título con la heroína.

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

America se formó en Londres. Allí se conocieron Dewey Bunnell, Dan Peek y Gerry Beckley. Los tres tenían algo en común: sus padres eran estadounidenses, miembros de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos destinados a una base militar cercana a Londres y sus madres eran británicas. El único inglés de los tres era Bunnell, ya que Beckley y Peek habían nacido en Estados Unidos, en Texas y Florida respectivamente, y se habían mudado después al Reino Unido. Les encantaba el sonido de las guitarras acústicas del folk rock estadounidense y entre sus grupos favoritos se encontraba Crosby, Stills, Nash & Young. Cuando decidieron formar un grupo, optaron por llamarse America. No querían que el público pensara que eran otra formación británica intentando sonar como un grupo estadounidense.

Aunque Dewey Bunnell fuera el único nacido en Inglaterra, como su padre era estadounidense, también tenía familia al otro lado del océano Atlántico. Antes de formar el grupo, cuando tenía 19 años, Bunnell viajó hasta Estados Unidos: su familia vivía en la base de la Fuerza Aérea Vandenberg, y aprovechó para visitar Arizona y Nuevo México. Durante este viaje, Dewey Bunnell quedó maravillado con el paisaje desértico y rocoso que encontró: el lugar que John Ford solía utilizar en sus películas y el escenario donde galopaba John Wayne. Allí había plantas, pájaros, rocas y otras cosas, material suficiente para que el joven escribiera poemas inspirados en aquel lugar.

Ya dentro del grupo, Bunnell volvió a recordar la sensación que le había producido aquel árido paisaje. America estaban reunidos en el estudio del músico Arthur Brown preparando una canción que fuera capaz de trasmitir ese ambiente y bajo el título provisional de ‘Desert song’. Además de la experiencia y los poemas de juventud de Dewey, en el estudio de Brown había un cuadro de Salvador Dalí que resultó inspirador. La imaginería del pintor surrealista era perfecta para trasmitir esa sensación de aridez, aunque Dewey Bunnell reconoció que, además de Dalí, uno de los trabajos de M. C. Escher, donde se repite el patrón de un caballo, también fue otra de las influencias de la canción. El título definitivo de la canción que eligieron fue ‘A horse with no name’, que resultaba mucho más evocador que el simple y descriptivo ‘Desert song’.

‘A horse with no name’, publicado en 1971, fue el primer single de America, pero no se incluyó en el álbum, titulado de forma homónima, con el que el trío debutó ese mismo año. Fue en la reedición de 1972 cuando el grupo añadió este tema dentro del disco. Pero los músicos se llevaron una sorpresa al descubrir que varias emisoras de radio estadounidenses se negaban a pinchar ‘A horse with no name’. Ni Bunnell ni Peek ni Beckley se habían parado a pensar en el posible doble sentido que los locutores de las emisoras no tardaron en encontrar al relacionar la palabra “horse” (caballo) con heroína. Así que aquella travesía a través del desierto se interpretó como una apología a favor del consumo de drogas. Por mucho que los músicos negaran la absurda malinterpretación, no podían hacer nada contra los locutores, que aseguraban saber más de la canción que sus propios autores. La historia de la heroína no fue el único malentendido que provocó ‘A horse with no name’, ya que los oyentes que la escuchaban pensaban que estaban ante un tema de Neil Young. El músico canadiense era uno de los autores preferidos del grupo y Bunnell siempre defendió su influencia: “Sé que prácticamente todo el mundo, en la primera escucha, asumió que era Neil. Nunca he negado el hecho de que me inspiré en él. Creo que es tanto por la estructura de la canción como por el tono de su voz. Me dolió un poco, porque obtuvimos una respuesta negativa enorme. Siempre lo he atribuido más a una reacción de la gente para proteger a sus propios héroes que a un ataque hacia mí”. La canción recibió un último ataque al ser tachada de tener una letra fácil y simplona. Pero a pesar de todo esto, ‘A horse with no name’ llegó al puesto número uno de la lista de éxitos en Estados Unidos sustituyendo, precisamente, a una canción de Neil Young: ‘Heart of gold’.

La carrera de America fue muy fructífera; incluso George Martin, el “quinto Beatle”, produjo un buen puñado de sus álbumes, pero ninguna canción superó aquel caballo al que nunca bautizaron.

Anterior entrega de La cara oculta de las canciones: ‘Oh, pretty woman’, de Roy Orbison.

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